lunes, abril 22, 2013

En gran lío de Boston


A lo largo del fin de semana hemos asistido al final mediático y policial de los atentados de Boston. Tras una operación de cierre de la ciudad y sus barrios periféricos que parecía planificada por el equipo de efectos especiales de una productora de Hollywood, en la madrugada del viernes al sábado era detenido Dzhojar Tsarnaev, hermano pequeño de Tamerlan, presuntos autores ambos del atentado del Lunes y de la muerte de un policía en el tiroteo que tuvo lugar la mañana del viernes en su huida, provocada por la difusión por parte del FBI de las fotos de los sospechosos.

Cuando salí del trabajo camino al autobús de Bilbao me enteré de que los autores del atentado eran chechenos…. “chechenos, qué pinta esto aquí” fue mi primer pensamiento, sorprendido, porque no encajaba esa nacionalidad con ninguna de las dos vías de investigación principales abiertas para aclarar lo sucedido. A saber, la pista islamista o el atentado de descerebrados o grupos organizados, pero internos, norteamericanos. El sangriento historial del conflicto checheno une componentes islámicos y nacionalistas que han causado muchos muertos en numerosos actos terroristas, pero todos llevados a cabo en el territorio de la república exsoviética o en Moscú, durante los años de cruel guerra que ambas partes mantuvieron hasta convertir a Grozni, la capital chechena, en un erial de escombros y cadáveres. Nunca los chechenos han actuado fuera de su territorio de influencia, y por lo que he visto alguno de los grupos terroristas allí afincados se han desvinculado del atentado de Boston, asegurando que su enemigo es Rusia, pero que EEUU les da igual. Creo que es necesario desactivar esta línea de investigación y centrarse del todo en los dos hermanos Tsarnaev, que llevaban tiempo residiendo en EEU y que son la clave del asunto. Algunas fuentes afirman que el mayor, Tamerlan, era el líder mientras que el menor, el que sigue vivo, le seguía y, cuando se vio sólo y acorralado, no tenía opción alguna de escapar. Se están buscando datos a lo largo de las biografías de ambos, y es verdad que el perfil del hermano mayor es más interesante. Llevaba muchos años en EEUU, le encantaba el boxeo y a juicio de los que le conocían, era una persona normal, sin rasgos que pudieran delatar un componente islamista. Sus escritos en algunas webs rusas, sin embargo, sí tienen un componente salafista más intenso, pero tampoco el de un extremista yihadista al uso. Hizo un viaje a Chechenia hace seis meses, según su familia para renovar los visados y otros trámites, y los expertos destacan que a la vuelta de su estancia allí el contenido islamista de sus escritos se intensificó. ¿A quién vio en esa estancia chechena? ¿Contactó con grupos islamistas con los que ya mantenía relaciones o fue su primera incursión en la causa? Habrá que aclarar mucho este viaje y todo lo que allí sucedió. La familia se desgañita afirmando que ninguno de los hermanos es terrorista y que todo obedece a un complot para echarles los muertos encima, aunque estas declaraciones, sobre todo llevadas a cabo por su padre, contrastan bastante con lo que ha dicho su tío, también residente en EEUU, que cuando se enteró de que eran sus sobrinos los buscados por la policía cargó con ellos con rabia, exhortando a que se entregasen, y acusándoles de haber deshonrado el nombre de la familia y de todo el pueblo checheno. Por tanto, la familia de los chicos puede aportar pistas, pero también mucha confusión.

Lo más interesantes es que el FBI ha revelado que, a petición del gobierno ruso, Tamerlan fue investigado y al parecer interrogado por la policía norteamericana, dado que los servicios secretos rusos lo consideraban sospechoso de frecuentar círculos islamistas. Sin embargo el FBI finalmente no lo encausó porque no vio culpabilidad en sus hechos o actitudes. De ser eso cierto indicaría dos cosas. Una, que Tamerlar tenía un perfil que, en general, impide la concesión y renovación de visados, e induce a sospechas, y que el FBI no pudo llegar a actuar contra él, bien porque fue muy bueno en el interrogatorio y no levantó sospechas o porque los agentes no supieron hacerle cantar o, porque en ese momento, Tamerlan tenía sus simpatías por los barbudos salafistas pero no era uno de ellos. Como verán, muchas, muchas preguntas sin respuesta.

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