A lo largo del fin de semana
hemos asistido al final mediático y policial de los atentados de Boston. Tras
una operación de cierre de la ciudad y sus barrios periféricos que parecía
planificada por el equipo de efectos especiales de una productora de Hollywood,
en la madrugada del viernes al sábado era detenido Dzhojar Tsarnaev, hermano
pequeño de Tamerlan, presuntos autores ambos del atentado del Lunes y de la
muerte de un policía en el tiroteo que tuvo lugar la mañana del viernes en su
huida, provocada por la difusión por parte del FBI de las fotos de los
sospechosos.
Cuando salí del trabajo camino al
autobús de Bilbao me enteré de que los autores del atentado eran chechenos…. “chechenos,
qué pinta esto aquí” fue mi primer pensamiento, sorprendido, porque no encajaba
esa nacionalidad con ninguna de las dos vías de investigación principales
abiertas para aclarar lo sucedido. A saber, la pista islamista o el atentado de
descerebrados o grupos organizados, pero internos, norteamericanos. El
sangriento historial del conflicto checheno une componentes islámicos y
nacionalistas que han causado muchos muertos en numerosos actos terroristas,
pero todos llevados a cabo en el territorio de la república exsoviética o en
Moscú, durante los años de cruel guerra que ambas partes mantuvieron hasta
convertir a Grozni, la capital chechena, en un erial de escombros y cadáveres.
Nunca los chechenos han actuado fuera de su territorio de influencia, y por lo
que he visto alguno
de los grupos terroristas allí afincados se han desvinculado del atentado de
Boston, asegurando que su enemigo es Rusia, pero que EEUU les da igual.
Creo que es necesario desactivar esta línea de investigación y centrarse del
todo en los dos hermanos Tsarnaev, que llevaban tiempo residiendo en EEU y que
son la clave del asunto. Algunas fuentes afirman que el mayor, Tamerlan, era el
líder mientras que el menor, el que sigue vivo, le seguía y, cuando se vio sólo
y acorralado, no tenía opción alguna de escapar. Se están buscando datos a lo
largo de las biografías de ambos, y es verdad que el perfil del hermano mayor
es más interesante. Llevaba muchos años en EEUU, le encantaba el boxeo y a
juicio de los que le conocían, era una persona normal, sin rasgos que pudieran
delatar un componente islamista. Sus escritos en algunas webs rusas, sin
embargo, sí tienen un componente salafista más intenso, pero tampoco el de un
extremista yihadista al uso. Hizo
un viaje a Chechenia hace seis meses, según su familia para renovar los
visados y otros trámites, y los expertos destacan que a la vuelta de su
estancia allí el contenido islamista de sus escritos se intensificó. ¿A quién
vio en esa estancia chechena? ¿Contactó con grupos islamistas con los que ya
mantenía relaciones o fue su primera incursión en la causa? Habrá que aclarar
mucho este viaje y todo lo que allí sucedió. La familia se desgañita afirmando
que ninguno de los hermanos es terrorista y que todo obedece a un complot para
echarles los muertos encima, aunque estas declaraciones, sobre todo llevadas a
cabo por su padre, contrastan bastante con lo que ha dicho su tío, también
residente en EEUU, que cuando se enteró de que eran sus sobrinos los buscados
por la policía cargó con ellos con rabia, exhortando a que se entregasen, y
acusándoles de haber deshonrado el nombre de la familia y de todo el pueblo
checheno. Por tanto, la familia de los chicos puede aportar pistas, pero
también mucha confusión.
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