Desde las 7:04 de la mañana de
hoy estamos en verano, mi estación favorita, la de los grandes calores y la luz
infinita, que justo hoy alcanza su máximo esplendor. A partir de mañana los
días empezarán a acortar, muy muy despacio primero, pero de manera tozuda las
horas de luz irán disminuyendo para caminar hacia el solsticio de invierno. Hoy
es el día con más horas de luz del año, el mayor entre todos los que,
genéricamente, se hacen llamar así. En el hemisferio sur ya saben que todo es
al revés, así que desde hace poco han entrado en invierno, y curiosamente los
mercados internacionales parecen haberse trasladado a ese hemisferio, dadas las
pérdidas que registraron ayer.
Las bolsas europeas y
norteamericanas vivieron ayer un día rojo, con caídas intensas, superiores al
3% en Madrid y al 2% en Nueva York, las
primas de riesgo se dieron un festín y escalaron veinte puntos básicos en una
sola jornada y el bono español a 10 años se volvió a acercar nuevamente a la
barrera del 5%. Mal día, desde luego. ¿Por qué? Como siempre tendrán
ustedes cientos de analistas de guardia que les explicarán perfectamente porque
era obvio que sucediera ayer por la tarde lo que nadie había intuido que fuera
a pasar a primera hora de la mañana. Viendo cómo se desarrolló la jornada en
los mercados asiáticos era previsible que el día viniera torcido en Europa,
pero se torció bastante más de lo que esperaba todo el mundo. Más allá de
explicaciones coyunturales creo que hay tres factores que, en parte, explican
lo sucedido ayer y que, sobre todo, condicionan lo que va a pasar los próximos
meses en bolsas, primas, divisas, demás mercados y el conjunto de la economía,
financiera, real o imaginada. El primero es que, poco a poco, el efecto
sorpresa del estímulo financiero japonés, el famoso Abenomics, se está
diluyendo, y lo que se prometía una gran palanca de reactivación económica en
el país nipón se empieza a ver como la fuente de una burbuja financiera que ha
afectado a los activos japoneses y parte de los del resto del mundo que, como
todas las burbujas, se ha pinchado y empieza a retroceder. Parte del muchísimo
dinero que Japón puso en circulación empieza a volver al origen, y abandona
activos como el bono español y, por tanto, se deshace el efecto positivo que
eso había tenido en las primas periféricas. El segundo factor, mucho más
importante que el japonés, es lo que vaya a hacer el amigo Bernanke desde la
FED con la retirada (o no) de sus paquetes e estímulo financiero, lo que se
conoce en el mundillo como el QE. Todo el mundo sabe, aunque nadie quiere
reconocerlo, que la mayor parte de las subidas experimentadas estos últimos
meses en las bolsas de medio mundo se deben a la manipulación (fea palabra, sí,
pero acertada) que ha hecho la FED de los mercados con sus continuas
inyecciones de liquidez vía compra de bonos norteamericanos, a un ritmo de
85.000 millones de dólares al mes. El objetivo de al FED ha sido en todo
momento que ese estímulo contrarrestase la tendencia negativa de la economía en
EEUU y que, con un efecto riqueza derivado del aumento de las cotizaciones bursátiles,
los consumidores se animasen, el crédito fluyera y la economía arrancase por si
sola. Este objetivo se ha cumplido en parte, dado que la economía en EEUU crea
empleo y crece, a tasas bajas, sí, pero crece. Pero lo que nunca ocultó el
amigo Ben es que una vez que la economía alcanzase una velocidad de crucero,
estas medidas de ayuda, estas muletas extraordinarias, se retirarían, la FED
volvería a sus cuarteles, a practicar la aburrida política monetaria de
siempre, y las bolsas y mercados dejarían de depender de ella. Lo que sucede es
que Bernanke ya ha anunciado, el miércoles lo hizo, que se dispone a empezar la
retirada, progresiva, y se ha encontrado con unas bolsas adictas, yonkis del
estímulo monetario, que a mi entender han transformado gran cantidad de ese
flujo de dinero en inflación de activos, monetarios y reales, y que ahora
pueden revertir todo el camino. ¿Ha creado Ben una burbuja que no es
desmontable sin dolor? Pudiera ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario