Sí, sí, lo admito, me ha quedado
un título críptico y confuso, que sólo entenderán a la primera los que estén en
asuntos económicos…. No, no, no, no se vayan!!!! Bueno, por si queda alguien
ahí, les comento que ayer
la FED, la Reserva Federal de EEUU, su banco central, en el marco de la reunión
que desarrolla a lo largo de la semana, decidió retirar el programa de compra
de bonos del tesoro norteamericano, que a un ritmo de entorno a los 80.000
millones de dólares al mes, se ha mantenido durante varios años en paquetes
denominados QE, siglas de la expresión anglosajona “quantitative easing”.
Durante ese tiempo la política de
los QE de la FED, inaugurada en un QE sin número, y prorrogada en los llamados
QE2 y QE3, ha sido quizás la más expansiva de toda su historia, usando en este
caso medidas no convencionales, dado que previamente a la implantación de estos
programas de compra ya había rebajado los tipos de interés al nivel del 0%. En
la práctica estas compras generan una especie de tipo de interés negativo de
facto, y cuando se pusieron en marcha fueron vistas como una medida
desesperada, arriesgada, valiente y de efectos desconocidos a la hora de ver si
realmente eran capaces de estimular la renqueante economía norteamericana.
Pasados los meses, años ya, desde que se empezaron a aplicar, se puede decir
que la economía de EEUU navega a una aceptable velocidad de crucero, el mercado
de trabajo crea empleos de manera sostenida y la crisis financiera es algo que
empieza a verse sólo con los retrovisores. Sin embargo las cosas no son tan
sencillas. Parece evidente que se ha producido un cambio de estructura en la
economía del gigante, de tal manera que es cierto que se crean empleos en buen
número, pero carentes de la calidad que era común antes del estallido de
Lehman. Se ha producido así mismo una segmentación cada vez mayor de las rentas
en el país, aumentando la desigualdad y estrechándose la franja de la poderosa
clase media, que es la que dinamiza la economía, dependiente en cerca de un 70%
s de su nivel de consumo. El mercado inmobiliario ha remontado en muchas
ciudades, en algunas como Nueva York de manera asombrosa mediante la
construcción de imposibles rascacielos de apartamentos de ultralujo, pero en
otras la situación sigue siendo muy precaria, con precios que apenas se han
movido en estos años y viviendas que, tras la burbuja, siguen vacías y deteriorándose.
Muchos autores opinan que lo que ha sacado de la crisis a EEUU no ha sido la
FED, sino el fracking, la inundación de petróleo que se produce ahora mismo
dentro del país, y que ha causado un desplome en los precios de la energía, y
por tanto de los costes, aumentando la competitividad de numerosas industrias,
que se replantean la vuelta desde sus plantas asiáticas. Lo que parece tener
poca discusión es el efecto de los QE en los mercados financieros, y es que la
evolución del balance de la FED, que engorda paso a paso a medida que se
producen las compras de los bonos presenta un paralelismo asombroso (o no) con
la evolución de los índices de la bolsa norteamericana. ¿Han sido estos
mercados los destinatarios últimos de esas inyecciones? ¿Ha cebado la FED con
su política de sobreestímulos la compra desaforada de acciones y de otros
activos, distorsionando la realidad de los precios en esos mercados? Son preguntas
importantes que muchos expertos contestan con un sí bastante rotundo. Lo cierto
es que cuando surgían rumores de que los QE se iban a retirar volvían los
nervios a las bolsas, primas y demás variables, mostrando una sensibilidad
extrema que, casi seguro, es sobre todo síntoma de dependencia.
Si esto es así, los QE han sido
utilizados como muleta por los mercados para sostenerse tras el batacazo que vivieron
tras la explosión burbujera, y su retirada nos podrá decir de manera clara si
estas subidas que vivimos desde hace unos años en la bolsa, sobre todo la estadounidense,
es una mera ilusión o un reflejo de una realidad que, corregida tras las
heridas de la crisis, trata de abrirse paso. Sólo el tiempo lo dirá, a expensas
de las miles de opiniones que, para todos los gustos, suscitan estas políticas
y sus consecuencias, tumulto de voces que, me da la impresión, revelan que
realmente tenemos muy poca idea de cuáles han sido los efectos ni las futuras
consecuencias de los QE. A ver qué pasa a partir de ahora
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