jueves, octubre 30, 2014

La FED retira el QE3


Sí, sí, lo admito, me ha quedado un título críptico y confuso, que sólo entenderán a la primera los que estén en asuntos económicos…. No, no, no, no se vayan!!!! Bueno, por si queda alguien ahí, les comento que ayer la FED, la Reserva Federal de EEUU, su banco central, en el marco de la reunión que desarrolla a lo largo de la semana, decidió retirar el programa de compra de bonos del tesoro norteamericano, que a un ritmo de entorno a los 80.000 millones de dólares al mes, se ha mantenido durante varios años en paquetes denominados QE, siglas de la expresión anglosajona “quantitative easing”.

Durante ese tiempo la política de los QE de la FED, inaugurada en un QE sin número, y prorrogada en los llamados QE2 y QE3, ha sido quizás la más expansiva de toda su historia, usando en este caso medidas no convencionales, dado que previamente a la implantación de estos programas de compra ya había rebajado los tipos de interés al nivel del 0%. En la práctica estas compras generan una especie de tipo de interés negativo de facto, y cuando se pusieron en marcha fueron vistas como una medida desesperada, arriesgada, valiente y de efectos desconocidos a la hora de ver si realmente eran capaces de estimular la renqueante economía norteamericana. Pasados los meses, años ya, desde que se empezaron a aplicar, se puede decir que la economía de EEUU navega a una aceptable velocidad de crucero, el mercado de trabajo crea empleos de manera sostenida y la crisis financiera es algo que empieza a verse sólo con los retrovisores. Sin embargo las cosas no son tan sencillas. Parece evidente que se ha producido un cambio de estructura en la economía del gigante, de tal manera que es cierto que se crean empleos en buen número, pero carentes de la calidad que era común antes del estallido de Lehman. Se ha producido así mismo una segmentación cada vez mayor de las rentas en el país, aumentando la desigualdad y estrechándose la franja de la poderosa clase media, que es la que dinamiza la economía, dependiente en cerca de un 70% s de su nivel de consumo. El mercado inmobiliario ha remontado en muchas ciudades, en algunas como Nueva York de manera asombrosa mediante la construcción de imposibles rascacielos de apartamentos de ultralujo, pero en otras la situación sigue siendo muy precaria, con precios que apenas se han movido en estos años y viviendas que, tras la burbuja, siguen vacías y deteriorándose. Muchos autores opinan que lo que ha sacado de la crisis a EEUU no ha sido la FED, sino el fracking, la inundación de petróleo que se produce ahora mismo dentro del país, y que ha causado un desplome en los precios de la energía, y por tanto de los costes, aumentando la competitividad de numerosas industrias, que se replantean la vuelta desde sus plantas asiáticas. Lo que parece tener poca discusión es el efecto de los QE en los mercados financieros, y es que la evolución del balance de la FED, que engorda paso a paso a medida que se producen las compras de los bonos presenta un paralelismo asombroso (o no) con la evolución de los índices de la bolsa norteamericana. ¿Han sido estos mercados los destinatarios últimos de esas inyecciones? ¿Ha cebado la FED con su política de sobreestímulos la compra desaforada de acciones y de otros activos, distorsionando la realidad de los precios en esos mercados? Son preguntas importantes que muchos expertos contestan con un sí bastante rotundo. Lo cierto es que cuando surgían rumores de que los QE se iban a retirar volvían los nervios a las bolsas, primas y demás variables, mostrando una sensibilidad extrema que, casi seguro, es sobre todo síntoma de dependencia.

Si esto es así, los QE han sido utilizados como muleta por los mercados para sostenerse tras el batacazo que vivieron tras la explosión burbujera, y su retirada nos podrá decir de manera clara si estas subidas que vivimos desde hace unos años en la bolsa, sobre todo la estadounidense, es una mera ilusión o un reflejo de una realidad que, corregida tras las heridas de la crisis, trata de abrirse paso. Sólo el tiempo lo dirá, a expensas de las miles de opiniones que, para todos los gustos, suscitan estas políticas y sus consecuencias, tumulto de voces que, me da la impresión, revelan que realmente tenemos muy poca idea de cuáles han sido los efectos ni las futuras consecuencias de los QE. A ver qué pasa a partir de ahora

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