Nvidia es una empresa muy famosa en el mundo de la informática. Fue de las primeras creadoras de tarjetas gráficas, esa extensión de hardware que permite al ordenador manejar con mayor velocidad las imágenes que nos muestra en pantalla, y desarrolló una tecnología de procesador específicamente diseñada para eso, para manejar imágenes a lo bruto, polígonos de manera masiva, que era necesario para que los juegos primero, y luego otros programas, dieran de sí todo el potencial que escondían. Las tarjetas Nvidia se convirtieron en algo obligado en los equipos de alta gama, algo así como Intel en el mundo del ordenador personal.
Si les hablo de Nvidia, y a algunos puede que les suene a chino, se debe a que hace una semana, el 25 de mayo, sus acciones sufrieron un alza espectacular en la bolsa de Wall Street, una ganancia del 25% en una sesión, el día después de que anunciase unos beneficios jugosos en el primer trimestre del año y, sobre todo, una expectativa de ventas futuras desorbitantes. La empresa siguió subiendo hasta este martes 30, y ahí se convirtió en otra de las selectas que ha alcanzado el valor de capitalización de un billón de dólares, con be de burrada. Nvidia se ha convertido en una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, así de simple, y eso ha generado la atención y, también, chiste fácil, la envidia de todo el mundo. ¿Qué ha sucedido para que una empresa, que sí que era grande, se convierta en un mastodonte? Bastan dos palabras: Inteligencia Artificial. Resulta que los procesadores que diseña Nvidia, que tienen un destino mucho más específico que los generales que elabora Intel o AMD, como antes les decía, no sólo son muy buenos para el tratamiento de gráficos, sino que rinden perfectamente en los sistemas de redes neuronales, que son los que están detrás de ChatGPT y todo ese grupo de sistemas de conversación virtual. Esas redes neuronales son complejísimas, con millones de conexiones entre unas y otras, pero las operaciones que realiza cada una de las “neuronas” con sus vecinas son extremadamente sencillas, y el procesador gráfico de Nvidia es el ideal para ejecutarlas. Todas las empresas que están detrás del desarrollo de sistemas tipo ChatGPT llevan un tiempo demandando a la empresa los procesadores más punteros que sea capaz de producir, y de hecho existe un cierto desabastecimiento en el mercado de ordenadores de los productos de Nvidia de alta gama, porque no es capaz de producir la cantidad que se le demanda. La explosión de la IA, las enormes inversiones que se están realizando y el crecimiento de las empresas y productos basados en ella requiere muchas cosas, y también componentes avanzados como esos procesadores, y las previsiones de ventas de Nvidia reflejan la carrera desatada que se ha puesto en marcha entre distintos actores para llevar a cabo sus proyectos de IA. El boom de la cotización es una derivada de ese aluvión de dinero que está llegando a la nueva tecnología de moda. Cuando Microsoft dijo que iba a invertir 10.000 millones de dólares en OpenAI, la empresa que desarrolla ChatGPT, es evidente que una parte sustanciosa de ese dinero se irá a equipos y sistemas en los que la tecnología de Nvidia estará muy presente. Y si Microsoft hace eso el resto de competidores, con Google a la cabeza, también, por lo que el disparo de la cotización de la empresa tiene una justificación y, nuevamente, uno se queda con la cara de tonto por no haber tenido la agudeza de meter algunos euros en esa empresa cuando todo esto de ChatGPT saltó a la luz. Otra oportunidad perdida de subirse al carro alcista que, vista a posteriori, era tan obvia. La vida se repite una y otra vez.
Y en esa sensación de repetición, con el billón de valor cotizado alcanzado, ha surgido la palabra y el miedo tradicional. ¿Estamos ante una burbuja de IA? La tecnología promete maravillas, pero de momento absorbe muchos recursos y vende expectativas, lo habitual en estos casos. ¿Se está engordando algo que puede acabar siendo mucho menos valioso de lo que se anuncia y se lleve por delante ahorros e inversiones? Es imposible contestar esa pregunta en este momento, sólo el tiempo podrá decir si estamos ante algo ya visto en sectores tecnológicos, y muchos otros. De momento, su tenían acciones de Nvidia compradas hace dos o tres semanas, son la envidia del resto de sus amigos. Disfrútenlo.
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