Vaya, vaya, qué poderosa es la fama..... Resulta que en la edición de esta semana de la revista Interviú, un ejemplo de sociología hispánica digno de estudio cuya implantación y solera provoca, entre otras cosas, que dicho palabro venga en el diccionario de Word y no me lo marque en rojo cuando lo escribo, aparezca Ana María Ríos como chica de portada. ¿Y quién es esta señorita? Pues la turista gallega que fue retenida en Méjico el pasado verano durante su luna de miel al haberse encontrado armas y detonadores en su equipaje. Tras unos días bastante oscuros, en los que su rostro de preocupación y angustia se coló en todas nuestras casas, logró volver a España sin cargos gracias a la colaboración del gobierno y de la sociedad española.
Sobre letras rojas grandes, a la altura de las nalgas, y con el rótulo de La gallega de Cancún” el subtítulo que muestra la revista es “Ana María Ríos se libera tras su paso por la cárcel”. Lo primero que hay que decir es que, dados los reportajes centrales con los que nos obsequia esta “seria” publicación, al señorita Ríos ofrece un nivel físico elevado, incluso por encima de la media de otras que, previo pago compungido y casi siempre negado, han posado en ocasiones anteriores. Y desde luego no comparable a las imágenes que mostraba durante su retención. A saber por cuanto se ha liberado la Ríos, porque no habrá sido poco lo que habrá cobrado por el reportaje. Seguramente más que de sobra como para compensar a la embajada española en Méjico por los trámites y esfuerzos desarrollados para liberarla, o como para pagar una mordida a la policía charra, o de cualquier otro país, en caso de ser detenida nuevamente. Salieron ayer vecinos de la localidad de origen de Ana María que, en su mayoría se mostraban críticos por la decisión mostrada por su paisana. Conociendo el percal patrio es muy probable que no mas haya de dos semanas la Ríos haya pasado por los programas más cotizados de la televisión, léase una charla con Ana Rosa Quintana, un desnudo interior (exterior ya lo ha hecho) con Jaime Cantizano o Santiago Acosta, tanto monta, monta tanto, o una sesión tomatera, aderezada con polígrafo e insulto hiriente sobre las andanzas de algún ex novio, o vaya usted a saber. Creo que Ana María se puede convertir en otra de esas rutilantes estrellas de la basura diaria que inunda nuestras pantallas. Una más a la que poder sacar los cuartos de mientras ella se engloba el porcentaje de comisión establecido.
Veremos a ver si las señoras compungidas que salían ayer en la tele siguen estándolo después de ver la caravana de programas rosa que ellas nunca visionan, porque se tragan los documentales de la 2. ¿Y yo?, ¿estoy de acuerdo con lo que ha hecho Ana María? Pues la verdad es que no, no me parece bien sacar dinero de una desgracia ajena y menos de una propia. Ya sabrá ella lo que hace, y supongo que el dinero recibido le permitirá dormir más tranquila, pero me parece un final muy de vodevil para una historia que pudiera haber acabado mal. Le aconsejaría que con el dinero recaudado se compre el DVD de “El Expreso de Media Noche” y que, tras verlo, piense un poco a ver con que cosas hace gracias ella y la revista tan cachonda y profesional que le edita su álbum íntimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario