miércoles, febrero 28, 2007

Presentaciones

Ayer por la tarde estuve en una conferencia que, sobre el tema de la globalización, su desarrollo, consecuencias y amenazas, impartía Martin Wolf en la sede del BBVA, en la preciosa torre que el banco posee en el Paseo de la Castellana. Como llegué un poco tarde no encontré sitio en el salón principal, por lo que estuve, en compañía de varias decenas de personas, en una sala improvisada bajo la planta de entrada, desde la que se retransmitía la conferencia con pantallas y proyectores. La charla estuvo interesante, y pese a que fue todo en inglés, el conferenciante se esforzó en hablar despacio y con buena pronunciación, y le entendí bastante.

Una de las cosas buenas que tiene Madrid es que puedes asistir a conferencias y presentaciones de este tipo. Sin ir más lejos, el Jueves de la semana pasada estuve en la presentación del libro “200 estampas de la temperie” de
José Miguel Viñas. En este caso se trata de un libro de imágenes meteorológicas obtenidas pro aficionados, y comentadas por Viñas, meteorólogo de profesión que trabaja mucho en áreas de divulgación, y al que suelo oír todos los sábados, a eso de las 9:20 en el programa de RNE1 No es un día cualquiera, con la inigualable Pepa Fernández. Allí Viñas comenta el tiempo que va a hacer el fin de semana y luego habla de cinco a diez minutos sobre algún tema meteorológico, contando anécdotas y explicando porque las gotas son como son, o como se forma la niebla, etc. Pues bien, en la presentación del libro estuvimos unas sesenta personas, más o memos la mitad del aforo de la sala que el Círculo de Bellas Artes había prestado para el evento. Acto familiar, por así decirlo, en el que la mayor parte de los presentes eran amigos o familiares de Viñas, entre los que destacaban al presencia de colaboradores que, con sus fotos, han ayudado a confeccionar el libro. Además de comentarlo, el autor preparó una presentación en la que mostraba algunas de las fotos más significativas del libro, y otras que había descartado publicar, pero que consideró oportuno mostrar a los allí presentes, todo ello con un estilo ameno, divertido y muy conocedor de lo que estaba diciendo. El acto duró en su conjunto poco más de una hora, y acabó con una sesión de fotos por parte del autor y sus colaboradores, que parecían ser amigos desde hacía tiempo, y se mostraban todos alegres y orgullosos de poder haber editado un libro entre todos.

La verdad es que el texto en cuestión tiene buena pinta. Le eché un ojo este pasado fin de semana en una librería y, pese a ser caro, dado que está bien editado y es en esencia un libro de imágenes, cubre un importante hueco en el campo de la divulgación meteorológica, en el que no hay demasiado material en castellano. Al acabar la presentación Viñas agradeció especialmente a su mujer el tiempo que le había robado para poder escribir y maquetar el libro, y la mujeres sonreía, roja de emoción ante el elogio público. Recordemos que si disfrutamos de los libros no es sólo por el autor, sino por el sacrificio de quienes les rodean, así que felicidades al matrimonio Viñas, y nosotros disfrutemos de sus logros.

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