Los bancos se lanzan a la venta. Si alguien ha tenido alguna vez el capricho de comprarse un edifico emblemático, o de hacerse dueño de un rascacielos, esta es su oportunidad. Siguiendo los pasos del Santander, cosa muy habitual, por cierto, el BBAV pone en venta cuatro de sus grandes edificios en Madrid, entre ellos la torre de Castellana 81, uno de los edificios más conocidos, valiosos y bonitos (tres en uno) de toda la ciudad. Y al parecer ya ha encontrado comprador en la inmobiliaria GMP, y es que los bancos no son tontos, y necesitan como todo el mundo vender para luego comprar, pero claro, ellos no tienen problemas para cerrar operaciones, verdad???
La torre del BBVA es obra del arquitecto navarro Francisco Javier Sainz de Oíza, autor de otros edificios emblemático sen Madrid como las torres blancas de Cartagena, cerca de la Avenida de América (que por cierto, ni son torres, porque sólo se hizo una de las dos proyectadas ni son blancas, por problemas de presupuesto en los materiales previstos) o el llamado ruedo de viviendas de la M30, muy cercano a mi casa. Suyo también fue el diseño del Monasterio de Arantzazu, en Oñate, con esos pinchos y formas puntiagudas tan características, en el que la conjunción visionaria de Oíza y la escultura de Oteiza generaron un monumento difícil de definir, pero siempre impactante y hasta cierto punto desasosegante. La torre supera por poco los 100 metros de altura, y hace tiempo que dejó de ser la reina en altura de la ciudad, superada por sus vecinas Torre Europa (120 metros) y Torre Picasso (157 metros), pero nunca ha dejado de ser al puerta del complejo AZCA, quizás el primer intento español de un parque de rascacielos urbano, con jardines, edificios, centros comerciales y distribuidores de tráfico en su interior. Ahora, más al norte, surge el complejo del CTBA, las cuatro gigantescas torres sitas en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, cuyas dimensiones dejan muy atrás no sólo al edificio del BBVA, sino a todo lo visto en España. La menor de las cuatro, Torre Espacio, ya ha alcanzado su cota máxima de 223 metros, y la antigua torre Repsol, ahora también en venta, se eleva hasta sus futuros 250 metros sin parar, acompañada por una gigantesca grúa torre que ya se ha situado en los 280 metros de altura bajo gancho. Ante estos colosos la torre de Oíza es pequeña y modesta, pero posee una fuerza y una belleza enorme, que quizás sea alcanzada por las torres del CTBA, pero que a día de hoy aún no pueden presumir de ello.
Lo que si parece ser es que esta vorágine de compras y ventas de edificios apunta como síntoma del fin de la llamada burbuja inmobiliaria. ¿Si los bancos sacan sus propiedades a la venta es porque esperan que bajen en un futuro? Puede ser, o a lo mejor no tiene nada que ver. En todo caso, si lo hacen es porque vana sacar dinero a cuenta de ello. Sería un puntazo que alguna de estas torres se transformara en viviendas de superlujo, megalujo, con precios de risa floja (que hoy cualquier piso vale tanto que da la risa). ¿Se imagina alguien una vivienda en el último piso de la torre del BBVA, de 30 por 40 metros, toda acristalada???? Me pido uno para mi!!!!!!!!!!!
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