Esta semana es realmente estelar, y no tanto por el brillo que ha dejado la huelga general de ayer, poco general para ser sinceros, sino por las noticias astronómicas, que me gustan mucho y les doy la relevancia que los medios no quieren o pueden. Hoy se ha sabido que un grupo de astrónomos norteamericanos ha descubierto un planeta con unas condiciones similares a la tierra a escasos veinte años luz de aquí. En términos espaciales eso es la manzana de enfrente. El artículo lo llama “potencialmente habitable” y eso es una expresión que requiere muchas muchas explicaciones.
Yo soy de los que creen, mejor, están seguros, de que en el universo hay vida a parte de la que existe en la Tierra, aunque sea sólo por una cuestión estadística. Es tan inmenso y hay tantos millones y millones de estrellas y planetas que algo habrá. Otra cosa es la presencia de naves extraterrestres dando vueltas por Oklahoma y abduciendo granjeros, eso es un timo. Ahora, cuando digo vida no se debe entender vida como la nuestra. Si nos ponemos a pensar, allá en el fondo toda la bilogía terrestre conocida está basada en compuestos de carbono que usan proteínas para crear estructuras y cadenas de ADN para replicarse. La única excepción que se me ocurre ahora son los virus, pero los hay que opinan que no son exactamente vida. Así que sólo tenemos ese modelo de organismo, condicionado a cómo es la tierra. Fijémonos que no sabemos siquiera si Marte, que está en frente nuestro, aloja algún tipo de residuo biológico, cosa que pudiera ser en vista de cómo se cree que era su atmósfera hace miles de años. Cuando decimos que un planeta es “potencialmente habitable” estamos cayendo en lo que Carl Sagan, una de las mentes más maravillosas del siglo XX, llamaba el principio antropocéntrico. Es decir, definimos como habitable aquel lugar en el que los humanos podamos habitar. Algo así como un sitio con agua, temperaturas estables cercanas al punto de congelación, en un planeta de dimensiones similares al nuestro, y por tanto con una gravedad parecida. Una Tierra 2. Por ello son los planetas rocosos y pequeños los más interesantes como candidatos a albergar vida y, por cierto, los más difíciles para ser detectados. Sin embargo la cosa es bastante más complicada, al menos por dos aspectos. Uno es que ese tipo de planetas no necesariamente pueden albergar vida como la conocemos, miren ustedes Venus o el propio Marte, por lo que debemos ser más generosos en lo que denominamos “vida” (y eso es una compleja y apasionante discusión): Otro es que, incluso en nuestra tierra, estamos descubriendo vida en lugares impensables. Seres extraños que habitan a miles de metros de profundidad bajo el mar, soportando presiones inimaginables o junto a volcanes submarinos, usando minerales y sustancias inertes como su principal fuente de sustento, violando casi todo lo que conocemos sobre las maneras en las que los organismos se alimentan, por lo que lugares en principio descartables pueden acabar siendo candidatos. Así, la exobiología, la búsqueda de de vida biológica en el espacio exterior, se convierte en una ciencia cada vez más compleja y apasionante.
Este nuevo planeta, su descubrimiento, es una magnífica noticia. Pese a estar “al lado” es imposible, con nuestra tecnología actual, enviar allí ningún tipo de sonda ni descubrir que narices ocurre en su superficie, o bajo ella, pero sería maravilloso poder hacerlo. Este pasado fin de semana pusieron otra vez en televisión la película Contact, basada en una novela de Carl Salgan, que no me canso de ver, y que habla de todos estos temas con hondura y mucha gracia. Curiosamente en la película, la fuente de la señal extraterrestre que origina todo el jaleo está cerca de Vega, también a unos veinte años luz…
jueves, septiembre 30, 2010
miércoles, septiembre 29, 2010
El día de la huelga general
Ya está aquí el día de la huelga general, que para unos será un éxito inmenso y para otros un fracaso. Para la mayoría supondrá una gran incomodidad y para el conjunto del país una pérdida económica y un desgaste inútil. Como yo soy de esos pringados que no tenemos coche y dependemos del transporte público, y estoy a merced de lo que decidan los piquetes, he madrugado una hora más de lo habitual, y me he venido andando desde casa al trabajo, cerca de diez kilómetros en hora y media pasadita. Como ir de Elorrio a Durango para los que me lean arriba.
Y qué he visto en el camino? Poca cosa. Un único autobús escoltado por la policía en apenas todo el trayecto, quizás el que ha podido salir de las cocheras, bastantes coches y gente por las aceras, pero he salido de casa a las 6:10 de la mañana y a esa hora hay poca gente en todas partes. No he intentado coger el metro porque ya escarmenté en la huelga de hace unos meses, y si finalmente funciona lo usaré por la tarde de vuelta a casa. Se veían varios taxis dando vueltas, ocupados y libres. La mayor parte son autónomos y es muy probable que no hagan ningún tipo de paro. La influencia de un paro de este tipo se ve en las grandes ciudades por la mañana, según el colapso que causen en los transportes y en la apertura de las oficinas y centros comerciales. Para el mediodía el ánimo de los piquetes sindicales se suelen moderar bastante, y de hecho hay algunos malvados que dicen que el día de la huelga es el único en el que trabajan los liberados sindicales, motivo por el que se cansan rápido. Distinto es lo que sucede en zonas fabriles e industriales, donde si los turnos no entran la actividad cae notablemente. Sin embargo, no nos engañemos, el objeto de una huelga general es conseguir notoriedad, y eso se logra parando las ciudades, especialmente las grandes capitales, y sobre todas ellas Madrid, la auténtica obsesión de los sindicatos en el día de hoy. Si logran dar la imagen de que la ciudad se para no habrán perdido este pulso del todo. En todos los demás aspectos son ellos, los sindicatos, los que se juegan más este día. Desprestigiados, tras varios años de apoyo fiel al gobierno al que ahora dicen criticar, su papel se desdibuja cada vez más en un mundo en el que la tecnología hace tiempo que mandó el concepto de huelga general a los libros de historia. ¿Cierra Internet un día de huelga general? Los miles de freelance, autónomos, blogueros, independientes, se cogen huelga? El mundo laboral se ha transformado de una manera tan profunda que los sindicatos (ojo, y la patronal, otro grupo de incapaces antiguallas) se han quedado viviendo no en el siglo XX, ojala, sino en el XIX de las fábricas de al revolución industrial inglesa. Independientemente de la algarada que hoy se organice, de lo que perturben los piquetes informativos, eufemismo curioso que define a un grupo de matones que obliga a hacer huelga pese a todo, los sindicatos (y la patronal) saldrán muy debilitados de esta jornada. Cuando esta noche vayan a descansar tendrán que reflexionar seriamente cual es su papel futuro en la sociedad y en como reinventarse. Sino, corren el peligro de convertirse en algo del pasado, curioso y anecdótico, cada vez con menor relevancia social.
¿Y el gobierno? Pues nada, a aguantar. Va en el sueldo del presidente del gobierno de España soportar, al menos, una huelga general. La reforma laboral, excusa de este conflicto, que a mi modo de ver es imperfecta y que se queda corta (que hagan caso a FEDEA, por favor) no puede ser modificada porque ya es ley y porque, no lo olvidemos, hoy muchos inversores internacionales nos miran. Se descuenta el ruido en la calle y las manifestaciones, pero no es posible una vuelta atrás. Sería desastroso para la imagen del país en los mercados financieros que compran nuestra deuda y, de momento, nos pagan este dispendio. En fin, que lo de hoy no servirá para nada.
Y qué he visto en el camino? Poca cosa. Un único autobús escoltado por la policía en apenas todo el trayecto, quizás el que ha podido salir de las cocheras, bastantes coches y gente por las aceras, pero he salido de casa a las 6:10 de la mañana y a esa hora hay poca gente en todas partes. No he intentado coger el metro porque ya escarmenté en la huelga de hace unos meses, y si finalmente funciona lo usaré por la tarde de vuelta a casa. Se veían varios taxis dando vueltas, ocupados y libres. La mayor parte son autónomos y es muy probable que no hagan ningún tipo de paro. La influencia de un paro de este tipo se ve en las grandes ciudades por la mañana, según el colapso que causen en los transportes y en la apertura de las oficinas y centros comerciales. Para el mediodía el ánimo de los piquetes sindicales se suelen moderar bastante, y de hecho hay algunos malvados que dicen que el día de la huelga es el único en el que trabajan los liberados sindicales, motivo por el que se cansan rápido. Distinto es lo que sucede en zonas fabriles e industriales, donde si los turnos no entran la actividad cae notablemente. Sin embargo, no nos engañemos, el objeto de una huelga general es conseguir notoriedad, y eso se logra parando las ciudades, especialmente las grandes capitales, y sobre todas ellas Madrid, la auténtica obsesión de los sindicatos en el día de hoy. Si logran dar la imagen de que la ciudad se para no habrán perdido este pulso del todo. En todos los demás aspectos son ellos, los sindicatos, los que se juegan más este día. Desprestigiados, tras varios años de apoyo fiel al gobierno al que ahora dicen criticar, su papel se desdibuja cada vez más en un mundo en el que la tecnología hace tiempo que mandó el concepto de huelga general a los libros de historia. ¿Cierra Internet un día de huelga general? Los miles de freelance, autónomos, blogueros, independientes, se cogen huelga? El mundo laboral se ha transformado de una manera tan profunda que los sindicatos (ojo, y la patronal, otro grupo de incapaces antiguallas) se han quedado viviendo no en el siglo XX, ojala, sino en el XIX de las fábricas de al revolución industrial inglesa. Independientemente de la algarada que hoy se organice, de lo que perturben los piquetes informativos, eufemismo curioso que define a un grupo de matones que obliga a hacer huelga pese a todo, los sindicatos (y la patronal) saldrán muy debilitados de esta jornada. Cuando esta noche vayan a descansar tendrán que reflexionar seriamente cual es su papel futuro en la sociedad y en como reinventarse. Sino, corren el peligro de convertirse en algo del pasado, curioso y anecdótico, cada vez con menor relevancia social.
¿Y el gobierno? Pues nada, a aguantar. Va en el sueldo del presidente del gobierno de España soportar, al menos, una huelga general. La reforma laboral, excusa de este conflicto, que a mi modo de ver es imperfecta y que se queda corta (que hagan caso a FEDEA, por favor) no puede ser modificada porque ya es ley y porque, no lo olvidemos, hoy muchos inversores internacionales nos miran. Se descuenta el ruido en la calle y las manifestaciones, pero no es posible una vuelta atrás. Sería desastroso para la imagen del país en los mercados financieros que compran nuestra deuda y, de momento, nos pagan este dispendio. En fin, que lo de hoy no servirá para nada.
martes, septiembre 28, 2010
17.218.692.022
Hay días en los que a uno le apetece largarse muy lejos para huir de la realidad. A pocas horas del inicio de una huelga que sólo va a servir para crear más problemas a la debilitada economía del país, y viendo como algunos delincuentes y sinvergüenzas son recibidos a las puertas de los juzgados como estrellas, aplaudidos por algunos ciudadanos a los que han robado, dejando en pañales las alfombras rojas de los festivales de cine, a uno, lo dicho, le dan ganas de irse muy muy lejos. ¿Y cuánto es lo más lejos que podemos ir?
Pues más o menos la cifra misteriosa que da título al artículo de hoy, más de diecisiete mil millones de kilómetros, que es a la distancia la que se encuentra respecto a la tierra la sonda Voyager 1, que ha cumplido sus treinta y tres años en el espacio. Sí, sí, la Voyager 1 ya tiene la edad de cristo y sigue surcando el firmamento hacia el infinito y más allá, como si fuese un profeta de Buzz Lightyear. Lo más fascinante de todo es que sigue operativa, enviando señales a las estaciones de seguimiento de la tierra y aportando información valiosa. Ahora mismo esa señal tarda catorce horas en recibirse desde que es enviada por la sonda, así que en términos espaciales la sonda se sitúa a catorce horas luz de nosotros, y se aleja a la fantasiosa velocidad de, más o menos, diecisiete kilómetros por segundo, con lo que es el objeto más veloz jamás construido por el hombre, y no deja de ser algo paradójico porque en la práctica carece de motor. Diseñada y lanzadas en los años setenta, las sondas Voyager se destinaron inicialmente al estudio de los planetas exteriores, Jupiter, Saturno, Urano y Neptuno. Para alcanzar esos destinos tan lejanos se pensó en que desarrollaran una compleja trayectoria que se basa en el llamado billar gravitatorio, que consiste en que las sondas se acerquen lo suficiente a un planeta para que aprovechen el impulso de su atracción gravitatoria y así salir despedidos a una velocidad mayor que cuando lo alcanzaron. Esto implica un cambio de trayectoria, motivo por el que si uno mira el gráfico que se encuentra en la web de la Nasa verá que el curso seguido por estas sondas a lo largo de los años presenta una complejidad inmensa. Una vez rebasado sus objetivos la sonda se perdía en el espacio y se acababa la misión. Lo primero, la pérdida, se cumplió, pero no lo segundo, porque los instrumentos de a bordo, realizados con una tecnología que ahora nos parecería arcaica pero que se ha mostrado de lo más robusta y fiable, siguen enviando señales. En su momento sus imágenes permitieron ver por primera vez en detalle las nubes de la fantástica atmósfera de Júpiter, la evolución de la mancha roja, esa tormenta mucho mayor que nuestra propia tierra que permanece perenne en ese inmenso planeta, y los anillos de Saturno. Como misión científica la Voyager ha sido una de las más rentables de la historia, y como mediática, también. En su momento causó mucha polémica la idea de incluir en la sonda un disco de oro en el que se grabó información sobre la tierra, sus habitantes y sus conocimientos. Imágenes, piezas musicales, constantes matemáticas, voces humanas, un catálogo variado y curioso de signos que se enviaba a modo de mensaje en una botella por si alguna vez caía en manos de “alguien” para decir eso de “hola!!! Estamos aquí!! Desde un principio se discutió mucho sobre la idoneidad misma de enviar algo, y sobre si lo que se mandaba era realmente comprensible por una mente inteligente, pero esas preguntas, sobre todo la última, son de tal complejidad que la respuesta no tiene sentido. Si tiene curiosidad esta web recoge toda esa información enviada, y como mínimo resulta curioso echarle un vistazo. Además de las ondas de radio, es la señal física de nuestra existencia que ha llegado más lejos, por lo que valor posee, y mucho.
Ahora misma esa Voyager 1 ha salido del sistema solar, pese a que no está muy claro donde se acaba exactamente la influencia del sol, y vaga en medio de la nada hacia alguna parte. Pese a esa velocidad maravillosa que antes comentaba el espacio es tan inmenso y está tan vacío que pasarán miles y miles de años antes de que la sonda se encuentre en las proximidades de algún cuerpo estelar. Lo cierto es que ya ha debido perder la referencia visual del sol y ahora mismo para ella nuestra estrella será un punto destacado en su horizonte, pero sólo eso, otro punto más en medio del infinito.
Pues más o menos la cifra misteriosa que da título al artículo de hoy, más de diecisiete mil millones de kilómetros, que es a la distancia la que se encuentra respecto a la tierra la sonda Voyager 1, que ha cumplido sus treinta y tres años en el espacio. Sí, sí, la Voyager 1 ya tiene la edad de cristo y sigue surcando el firmamento hacia el infinito y más allá, como si fuese un profeta de Buzz Lightyear. Lo más fascinante de todo es que sigue operativa, enviando señales a las estaciones de seguimiento de la tierra y aportando información valiosa. Ahora mismo esa señal tarda catorce horas en recibirse desde que es enviada por la sonda, así que en términos espaciales la sonda se sitúa a catorce horas luz de nosotros, y se aleja a la fantasiosa velocidad de, más o menos, diecisiete kilómetros por segundo, con lo que es el objeto más veloz jamás construido por el hombre, y no deja de ser algo paradójico porque en la práctica carece de motor. Diseñada y lanzadas en los años setenta, las sondas Voyager se destinaron inicialmente al estudio de los planetas exteriores, Jupiter, Saturno, Urano y Neptuno. Para alcanzar esos destinos tan lejanos se pensó en que desarrollaran una compleja trayectoria que se basa en el llamado billar gravitatorio, que consiste en que las sondas se acerquen lo suficiente a un planeta para que aprovechen el impulso de su atracción gravitatoria y así salir despedidos a una velocidad mayor que cuando lo alcanzaron. Esto implica un cambio de trayectoria, motivo por el que si uno mira el gráfico que se encuentra en la web de la Nasa verá que el curso seguido por estas sondas a lo largo de los años presenta una complejidad inmensa. Una vez rebasado sus objetivos la sonda se perdía en el espacio y se acababa la misión. Lo primero, la pérdida, se cumplió, pero no lo segundo, porque los instrumentos de a bordo, realizados con una tecnología que ahora nos parecería arcaica pero que se ha mostrado de lo más robusta y fiable, siguen enviando señales. En su momento sus imágenes permitieron ver por primera vez en detalle las nubes de la fantástica atmósfera de Júpiter, la evolución de la mancha roja, esa tormenta mucho mayor que nuestra propia tierra que permanece perenne en ese inmenso planeta, y los anillos de Saturno. Como misión científica la Voyager ha sido una de las más rentables de la historia, y como mediática, también. En su momento causó mucha polémica la idea de incluir en la sonda un disco de oro en el que se grabó información sobre la tierra, sus habitantes y sus conocimientos. Imágenes, piezas musicales, constantes matemáticas, voces humanas, un catálogo variado y curioso de signos que se enviaba a modo de mensaje en una botella por si alguna vez caía en manos de “alguien” para decir eso de “hola!!! Estamos aquí!! Desde un principio se discutió mucho sobre la idoneidad misma de enviar algo, y sobre si lo que se mandaba era realmente comprensible por una mente inteligente, pero esas preguntas, sobre todo la última, son de tal complejidad que la respuesta no tiene sentido. Si tiene curiosidad esta web recoge toda esa información enviada, y como mínimo resulta curioso echarle un vistazo. Además de las ondas de radio, es la señal física de nuestra existencia que ha llegado más lejos, por lo que valor posee, y mucho.
Ahora misma esa Voyager 1 ha salido del sistema solar, pese a que no está muy claro donde se acaba exactamente la influencia del sol, y vaga en medio de la nada hacia alguna parte. Pese a esa velocidad maravillosa que antes comentaba el espacio es tan inmenso y está tan vacío que pasarán miles y miles de años antes de que la sonda se encuentre en las proximidades de algún cuerpo estelar. Lo cierto es que ya ha debido perder la referencia visual del sol y ahora mismo para ella nuestra estrella será un punto destacado en su horizonte, pero sólo eso, otro punto más en medio del infinito.
lunes, septiembre 27, 2010
El oscuro futuro de los mineros
Han pasado muchos días de protestas y movilizaciones para que las marchas que están haciendo los mineros de Asturias y Castilla y León empiecen a coger algo de protagonismo en los medios. De hecho en el Ministerio de Industria, en el edificio anexo al que me encuentro, hay desde hace dos semanas un grupo de mineros encerrados y que ya llevan algunos días en huelga de hambre. ¿Lo sabía usted? Mucha gente ni se ha enterado, y no quiero pensar lo que pasaría de haber mineros en huelga en u ministerio del PP, la que se organizaría todos los días… o quizás no.
Y es que la mina tiene graves problemas para subsistir como negocio y una mala prensa en estos tiempos ecológicos. Por una parte resulta más barato importar carbón de terceros países que vender el que se explota en nuestro territorio, como sucede con otro montón de productos, cuya fabricación hace tiempo que no se lleva a cabo en España. Esto se ha notado en el desarrollo de la industria minera, que hoy ocupa a menso de la mitad de los empleados que tenía hace una década. Cada jubilación, prematura por lo duro del trabajo, ha sido un empelado menos que no se ha sustituido, y poco a poco se han ido cerrando pozos. Las empresas que ahora siguen en funcionamiento lo hacen gracias a las subvenciones que les da el gobierno para que mantengan en actividad unas zonas y comarcas que, sin el carbón, tienen un futuro igualmente negro. La Unión Europea va a decidir el fin de las subvenciones a las explotaciones deficitarias, fijando como fecha límite para las mismas el 2014, y si no hay cambios, ese será el año del fin de la minería del carbón en España. Al problema financiero se une el medioambiental, y es que el carbón es una energía sucia, yo diría que la más sucia entre las sucias. Su uso en centrales térmicas para la producción de electricidad genera unos niveles de emisión de CO2 insoportables y lo que es peor, muchas otras partículas como metales pesados de alto poder cancerígeno. En un mundo de carteles anunciadores de energías verdes, de molinos al viento y soles radiantes el carbón parece una rémora del pasado. Hay proyectos para general lo que se llama el carbón limpio, expresión en sí misma imposible, que se basan en capturar las emisiones que genera la combustión del carbón para que tenga un impacto nulo en la atmósfera, pero si eso se logra finalmente, cosa que está muy discutida, no deja de ser a día de hoy una mera hipótesis de trabajo. No hay centrales con sistemas instalados de carbón limpio porque aún no funcionan, y el tiempo corre. Así, las centrales españolas de carbón, que prefieren consumir el importado al ser más barato, se enfrentan ellas mismas a un confuso futuro, en el que ya han perdido la batalla de la imagen. De hecho si me dejasen escoger prefiero mil veces una nuclear al lado de casa a una térmica de carbón. Dentro de los riesgos que genera toda actividad la primera está muy controlada, mientra que las segunda es mucho más nociva y nadie hace nada para evitarlo. El futuro de las centrales térmica pasa por el gas y los ciclos combinados, y todo hace pensar que en pocos años ya no se quemará carbón en España de manera industrial, ni el nacional ni el importado. Como verán, todo son malas noticias para los trabajadores del sector, sus familias y comarcas.
Lo cierto es que estas imágenes de protesta llevan mi mente a los años ochenta, a los de la reconversión industrial de la siderurgia y los astilleros. Entonces, al igual que ahora, miles de trabajadores se movilizaron por una causa que creían justa, y quizás lo fuera, pero que no tenía opción alguna. Poco a poco Asturias, el norte de Castilla y León y Teruel deben ir asumiendo que la industria se acaba, que se acercan años difíciles en los que las comarcas deberán reinventarse para no morir, y que las minas van camino del recuerdo y el museo.
Y es que la mina tiene graves problemas para subsistir como negocio y una mala prensa en estos tiempos ecológicos. Por una parte resulta más barato importar carbón de terceros países que vender el que se explota en nuestro territorio, como sucede con otro montón de productos, cuya fabricación hace tiempo que no se lleva a cabo en España. Esto se ha notado en el desarrollo de la industria minera, que hoy ocupa a menso de la mitad de los empleados que tenía hace una década. Cada jubilación, prematura por lo duro del trabajo, ha sido un empelado menos que no se ha sustituido, y poco a poco se han ido cerrando pozos. Las empresas que ahora siguen en funcionamiento lo hacen gracias a las subvenciones que les da el gobierno para que mantengan en actividad unas zonas y comarcas que, sin el carbón, tienen un futuro igualmente negro. La Unión Europea va a decidir el fin de las subvenciones a las explotaciones deficitarias, fijando como fecha límite para las mismas el 2014, y si no hay cambios, ese será el año del fin de la minería del carbón en España. Al problema financiero se une el medioambiental, y es que el carbón es una energía sucia, yo diría que la más sucia entre las sucias. Su uso en centrales térmicas para la producción de electricidad genera unos niveles de emisión de CO2 insoportables y lo que es peor, muchas otras partículas como metales pesados de alto poder cancerígeno. En un mundo de carteles anunciadores de energías verdes, de molinos al viento y soles radiantes el carbón parece una rémora del pasado. Hay proyectos para general lo que se llama el carbón limpio, expresión en sí misma imposible, que se basan en capturar las emisiones que genera la combustión del carbón para que tenga un impacto nulo en la atmósfera, pero si eso se logra finalmente, cosa que está muy discutida, no deja de ser a día de hoy una mera hipótesis de trabajo. No hay centrales con sistemas instalados de carbón limpio porque aún no funcionan, y el tiempo corre. Así, las centrales españolas de carbón, que prefieren consumir el importado al ser más barato, se enfrentan ellas mismas a un confuso futuro, en el que ya han perdido la batalla de la imagen. De hecho si me dejasen escoger prefiero mil veces una nuclear al lado de casa a una térmica de carbón. Dentro de los riesgos que genera toda actividad la primera está muy controlada, mientra que las segunda es mucho más nociva y nadie hace nada para evitarlo. El futuro de las centrales térmica pasa por el gas y los ciclos combinados, y todo hace pensar que en pocos años ya no se quemará carbón en España de manera industrial, ni el nacional ni el importado. Como verán, todo son malas noticias para los trabajadores del sector, sus familias y comarcas.
Lo cierto es que estas imágenes de protesta llevan mi mente a los años ochenta, a los de la reconversión industrial de la siderurgia y los astilleros. Entonces, al igual que ahora, miles de trabajadores se movilizaron por una causa que creían justa, y quizás lo fuera, pero que no tenía opción alguna. Poco a poco Asturias, el norte de Castilla y León y Teruel deben ir asumiendo que la industria se acaba, que se acercan años difíciles en los que las comarcas deberán reinventarse para no morir, y que las minas van camino del recuerdo y el museo.
viernes, septiembre 24, 2010
China y su peso en el mundo
De mientras aquí seguimos mirándonos al ombligo y sonreímos al hacerlo, el mundo ahí fuera cambia a toda velocidad. Ustedes estarán hartos de oír las estadísticas sobre cuanto crece el PIB de China, que si ha superado a Japón como segunda potencia mundial y otras cosas por el estilo. Y todo eso es verdad, y entre otras cosas se traduce en poder, poder para que China empiece a hacer en el mundo lo que le de la gana sin que nadie sea capaz de impedírselo. Así se empieza y se suele acabar mal. Trataré de poner dos ejemplos, a ve si soy capaz.
Uno es económico, y tiene que ver con la cotización de la moneda china, llamada yuan, o renminbi, nombres que no les sonarán a muchos porque no aparecen todos los días en los cuadros de divisas de los periódicos, y eso se debe a que no cotiza libremente. El gobierno chino controla su moneda y establece el cambio oficial, como sucedía hace años con muchas otras. A día de hoy el yuan vale en el mercado mucho menos de lo que debiera dado el potencial económico chino, y claro, eso viene de maravilla a la máquina exportadora de Pekín, y muy mal al resto pensarán ustedes…. Y acertarán de pleno. El Secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, el Ministro de Economía de los EE.UU., lleva meses lanzando el mensaje de que China debe revaluar el yuan para acercarlo a su cotización real, a lo que los chinos contestan que verdes las han segado, y que ellos harán con su moneda lo que quieran. Hace un par de meses anunciaron una simbólica apreciación del 1%, pero fue algo puramente cosmético y sin incidencia real. En un mundo en crisis en el que todos los países confían salir de ella a base de exportaciones, lo que obviamente es imposible, sólo Alemania y China logran realmente que su sector exterior les impulse con fuerza, son vendedores netos, mientras que el resto importamos mucho más de lo que exportamos. A estos dos gigantes les vienen bien monedas débiles, y por ello la bajada del euro de hace unos meses era saludada con alegría por Alemania. Otro que se alegra con una moneda débil es EE.UU., porque puede hacer que sus empresas vendan fuera y así tratar de contener la situación de estancamiento en la que se está volviendo a introducir. Pero todo esto se complica mucho debido a China. En el fondo Pekín está subvencionando sus exportaciones y gracias a ese bajo precio de venta sus productos arrasan los mercados, expulsan a otros países que deben reflejar cotizaciones reales y, por cierto, costes de producción con salarios de verdad, y abocan al cierre a muchos sectores en occidente. Todo esto puede inducir a una ola de proteccionismo, que ahora se llamaría de otra manera pero seguiría siéndolo, con el objeto de proteger los mercados nacionales del imperio chino. A parte del asunto económico, observen que en esta cuestión China YA planta cara a EE.UU. de igual a igual, y no se pliega a sus intereses, ni por cierto a los de la Unión Europea. Interesante y complejo camino el que se abre, verdad?
El otro asunto chino, más local y con mucha historia y enjundia, es la rivalidad que crece con su vecino Japón, rivalidad que estos últimos días está subiendo de tono por la disputa de unas islas que se encuentran entre los dos países. Es un asunto oscuro y que no he visto reflejado en la prensa nacional, pero en el se mezclan yacimientos energéticos, lucha por el territorio, agravios históricos derivados de la actuación del imperio japonés en el siglo pasado y muchas cosas más. De hecho las relaciones diplomáticas entre los dos países están al borde de la ruptura y las amenazas, de momento comerciales, son casi diarias. Será complicado, pero habrá que seguir este asunto con atención.
Uno es económico, y tiene que ver con la cotización de la moneda china, llamada yuan, o renminbi, nombres que no les sonarán a muchos porque no aparecen todos los días en los cuadros de divisas de los periódicos, y eso se debe a que no cotiza libremente. El gobierno chino controla su moneda y establece el cambio oficial, como sucedía hace años con muchas otras. A día de hoy el yuan vale en el mercado mucho menos de lo que debiera dado el potencial económico chino, y claro, eso viene de maravilla a la máquina exportadora de Pekín, y muy mal al resto pensarán ustedes…. Y acertarán de pleno. El Secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, el Ministro de Economía de los EE.UU., lleva meses lanzando el mensaje de que China debe revaluar el yuan para acercarlo a su cotización real, a lo que los chinos contestan que verdes las han segado, y que ellos harán con su moneda lo que quieran. Hace un par de meses anunciaron una simbólica apreciación del 1%, pero fue algo puramente cosmético y sin incidencia real. En un mundo en crisis en el que todos los países confían salir de ella a base de exportaciones, lo que obviamente es imposible, sólo Alemania y China logran realmente que su sector exterior les impulse con fuerza, son vendedores netos, mientras que el resto importamos mucho más de lo que exportamos. A estos dos gigantes les vienen bien monedas débiles, y por ello la bajada del euro de hace unos meses era saludada con alegría por Alemania. Otro que se alegra con una moneda débil es EE.UU., porque puede hacer que sus empresas vendan fuera y así tratar de contener la situación de estancamiento en la que se está volviendo a introducir. Pero todo esto se complica mucho debido a China. En el fondo Pekín está subvencionando sus exportaciones y gracias a ese bajo precio de venta sus productos arrasan los mercados, expulsan a otros países que deben reflejar cotizaciones reales y, por cierto, costes de producción con salarios de verdad, y abocan al cierre a muchos sectores en occidente. Todo esto puede inducir a una ola de proteccionismo, que ahora se llamaría de otra manera pero seguiría siéndolo, con el objeto de proteger los mercados nacionales del imperio chino. A parte del asunto económico, observen que en esta cuestión China YA planta cara a EE.UU. de igual a igual, y no se pliega a sus intereses, ni por cierto a los de la Unión Europea. Interesante y complejo camino el que se abre, verdad?
El otro asunto chino, más local y con mucha historia y enjundia, es la rivalidad que crece con su vecino Japón, rivalidad que estos últimos días está subiendo de tono por la disputa de unas islas que se encuentran entre los dos países. Es un asunto oscuro y que no he visto reflejado en la prensa nacional, pero en el se mezclan yacimientos energéticos, lucha por el territorio, agravios históricos derivados de la actuación del imperio japonés en el siglo pasado y muchas cosas más. De hecho las relaciones diplomáticas entre los dos países están al borde de la ruptura y las amenazas, de momento comerciales, son casi diarias. Será complicado, pero habrá que seguir este asunto con atención.
jueves, septiembre 23, 2010
El CIS y el siglo XXI
Ha habido bastante revuelo esta semana en torno al CIS, el organismo público encargado de realizar sondeos. Su directora, Belén Barreiro, fue cesada fulminantemente hace unos días por la “Vice” de la Vega en medio de insistentes rumores sobre los deseos de la primera de alterar el calendario de publicación de sondeos y de cocinarlos aún más para tratar de lavar la mala imagen que ofrece el gobierno en las encuestas. Lo que es cierto es que a lo largo de todos los que han mandado en España el CIS se ah debido plegar al deseo de los gobernantes, sea del PSOE o del PP, y como en todas las jerarquías, si el de abajo no cumple se le despide.
Esto es cruel e injusto, porque se supone que el CIS debe tener un componente técnico. Si en los sondeos el PSOE sale muy mal, pues se fastidia. Hace unos años el PP salía mal y los portavoces populares clamaban a todas horas contra la manipulación del organismo, pero ahora que les da seis puntos de ventaja respetan su ecuánime trabajo. Todo muy infantil. Y lo que es peor, muy antiguo. Parece que el gobierno y la oposición no se han enterado de lo que ha cambiado el mundo. Hace ya mucho que el CIS no tiene el monopolio de los sondeos, y que semana sí semana no los medios publican distintas encuestas, sesgadas más o menos, que escrutan la intención de voto y otras cuestiones. Los propios partidos realizan sondeos, se dice que incluso a diario, sobre el estado de situación, y eso relativiza mucho el papel del CIS. Su encuesta ni es la mejor ni la peor, ni la única. Por lo tanto vale lo que vale y, manipulada o no, pesa lo que pesa, no mucho. Pero es que incluso las encuestas han quedado en un segundo plano hoy en día frente a Internet como fenómeno de opinión y difusión. Una declaración del gobierno o de la oposición, amplificada, recortada, distorsionada o trucada, se pone en un foro de Twitter, Factbook o cualquier otra red social y se expande en horas a un universo de población que jamás responderá a una encuesta. El marketing viral, el uso de las redes sociales de la web como medio de promoción, es algo que las empresas comerciales llevan ejercitando desde hace poco pero que empiezan a dominar como medio. Sin embargo, en la política, sólo tenemos un ejemplo de uso intensivo y efectivo de esta nueva forma de comunicación, que es la campaña de Obama a la presidencia de EE.UU en 2008. Guste o no, Obama gano en y gracias a Internet. Hubo debates, sondeos, encuestas y entrevistas, pero el uso de su equipo de las redes sociales fue espectacular, y muy exitoso. Logró llamar la atención, movilizar voto, despertar simpatías, hacer que funcionara el boca a boca (bueno, mejor el click a click) y en el terreno virgen de Internet logró un triunfo aplastante. El que los partidos en España se peleen sobre el resultado de una encuesta electoral, a parte de su ya contrastado nivel de inmadurez, refleja su absoluta desconexión de la realidad tecnológica y de los medios de comunicación en la que vivimos, y lo que es peor, su ignorancia al respecto. Para ellos Internet es un sitio para mandar spam electoral, pero parece que no es sino un estorbo. Siguen haciendo mítines en plazas de toros como en los años 30!!!!
El problema es que, en este aspecto, los políticos si parecen ser un fiel reflejo de la clase dirigente española. Hace unas semanas venía un interesante artículo en El País sobre la presencia de las empresas españolas no ya en Internet, sino en las redes sociales, y el suso que hacían de las mismas. La conclusión del texto es que más que de presencia se puede hablar de ausencia. Quizás por puro desconocimiento, desinterés o apatía, pero nuevamente las marcas punteras españolas no parecen estar haciéndolo bien en este campo. Hay excepciones, pero son eso. No nos damos cuenta de que vivimos en 2010.
Esto es cruel e injusto, porque se supone que el CIS debe tener un componente técnico. Si en los sondeos el PSOE sale muy mal, pues se fastidia. Hace unos años el PP salía mal y los portavoces populares clamaban a todas horas contra la manipulación del organismo, pero ahora que les da seis puntos de ventaja respetan su ecuánime trabajo. Todo muy infantil. Y lo que es peor, muy antiguo. Parece que el gobierno y la oposición no se han enterado de lo que ha cambiado el mundo. Hace ya mucho que el CIS no tiene el monopolio de los sondeos, y que semana sí semana no los medios publican distintas encuestas, sesgadas más o menos, que escrutan la intención de voto y otras cuestiones. Los propios partidos realizan sondeos, se dice que incluso a diario, sobre el estado de situación, y eso relativiza mucho el papel del CIS. Su encuesta ni es la mejor ni la peor, ni la única. Por lo tanto vale lo que vale y, manipulada o no, pesa lo que pesa, no mucho. Pero es que incluso las encuestas han quedado en un segundo plano hoy en día frente a Internet como fenómeno de opinión y difusión. Una declaración del gobierno o de la oposición, amplificada, recortada, distorsionada o trucada, se pone en un foro de Twitter, Factbook o cualquier otra red social y se expande en horas a un universo de población que jamás responderá a una encuesta. El marketing viral, el uso de las redes sociales de la web como medio de promoción, es algo que las empresas comerciales llevan ejercitando desde hace poco pero que empiezan a dominar como medio. Sin embargo, en la política, sólo tenemos un ejemplo de uso intensivo y efectivo de esta nueva forma de comunicación, que es la campaña de Obama a la presidencia de EE.UU en 2008. Guste o no, Obama gano en y gracias a Internet. Hubo debates, sondeos, encuestas y entrevistas, pero el uso de su equipo de las redes sociales fue espectacular, y muy exitoso. Logró llamar la atención, movilizar voto, despertar simpatías, hacer que funcionara el boca a boca (bueno, mejor el click a click) y en el terreno virgen de Internet logró un triunfo aplastante. El que los partidos en España se peleen sobre el resultado de una encuesta electoral, a parte de su ya contrastado nivel de inmadurez, refleja su absoluta desconexión de la realidad tecnológica y de los medios de comunicación en la que vivimos, y lo que es peor, su ignorancia al respecto. Para ellos Internet es un sitio para mandar spam electoral, pero parece que no es sino un estorbo. Siguen haciendo mítines en plazas de toros como en los años 30!!!!
El problema es que, en este aspecto, los políticos si parecen ser un fiel reflejo de la clase dirigente española. Hace unas semanas venía un interesante artículo en El País sobre la presencia de las empresas españolas no ya en Internet, sino en las redes sociales, y el suso que hacían de las mismas. La conclusión del texto es que más que de presencia se puede hablar de ausencia. Quizás por puro desconocimiento, desinterés o apatía, pero nuevamente las marcas punteras españolas no parecen estar haciéndolo bien en este campo. Hay excepciones, pero son eso. No nos damos cuenta de que vivimos en 2010.
miércoles, septiembre 22, 2010
Quién manda aquí
¿Quién manda realmente en el mundo? Para algunos la respuesta es obvia, los líderes elegidos como gobernantes de los países, mientras que para otros son señores ocultos en al sombra, tenebrosos, que se esconden de los focos y hacen y deshacen a sus anchas. Creo que ambas posturas tienen parte de razón, pero me temo que, cada vez más, defienden a poderosos que en el fondo no lo son. Hay presidentes de gobierno que pintan en el mundo tanto como Lady Gaga en la historia de la música, y el hecho de que a esta última le hayan dado muchos Grammys es otra prueba de su inanidad sonora.
Hay hoy una foto en los medios que explica muy bien como funciona este mundo, y que es la portada de la edición de El País. En ella aparece Zapatero en un desayuno, o merienda, no estoy seguro, celebrada ayer en Nueva York. Rodeado de su Ministro de Exteriores y altos funcionarios de Moncloa, como Bernardino León, ZP habla para convencer a los que se sientan con él en la mesa. ¿Y quienes son? Ejecutivos de Wall Street, gestores de fondos de inversión, directores de entidades financieras, en definitiva los que mueven el dinero que se le ha prestado a España durante los años de bonanza y los que, obviamente, exigen cobrar su intereses, en nombre suyo y en el de los clientes que representan. En esa foto es ZP el que ha sido elegido con los votos populares, pero el lado de la mesa en la que está Zapatero es el que no manda en la imagen. Es el otro lado el que gobierna y hace de juez, y parece que escucha atentamente al testigo que ha hecho llamar a su estrado particular. Lo de ayer fue un nuevo intento de convencer a ese grupo de inversores de que mantengan su esperanza y confianza en el desarrollo de la economía española. En una entrevista también realizada ayer y publicada en el Wall Street Journal Zapatero sigue con ese ejercicio de tratar de aplacar a los mercados, aunque nuevamente lo hace mal, porque incurre en el reiterado error de dar por cerrado el episodio de la crisis de deuda de esta primavera y afirmar que el futuro ya está aquí y que todo serán buenas noticias para España y la Unión Europea. Grave error, y si no que vea la situación en la que se encuentra Irlanda, cuyas primas de deuda han empezado nuevamente a subir al calor de nuevos rumores de quiebras bancarias. La cuestión es que cada dos por tres dirigentes de gobiernos, en este caso españoles, tienen que irse de viaje a las ciudades en las que residen los acreedores para confesarse ante ellos, realizar un cristiano propósito de enmienda y prometer que van a ser buenos y que pagarán lo que deben. Atrapados en una masa de deuda ingente, están obligados a encorsetar las economías de sus países para tratar de sacra todo el jugo posible y calmar la sed de intereses de los prestamistas, como siempre ha sido en la historia. Eso hace que ejercicios de protesta nacional, como es el caso de la equivocada huelga general de la semana que viene, estén abocados al fracaso desde su misma convocatoria. Independientemente del seguimiento que puedan tener, y la de España tiene pinta de que va a ser una huelga poco significativa, los gobernantes a los que se les protesta no pueden cambiar las reformas que han emprendido, y otras que vendrán. De los excesos de hace años vienen las purgas que ahora vivimos, y pese a todo los manirrotos gobernantes localistas pretenden seguir gastando a manos llenas como si dispusieran de todos esos recursos. “Sostenella y no enmendalla”.
Viendo las imágenes de la reunión de ayer me vino a la memoria un recuerdo infantil, de cuando en el colegio estudiábamos la historia de España y Europa en la Edad Media y Moderna, y aparecían por allí personajes como los Fugger, aquellos banqueros alemanes que prestaban dinero a los reyes de España, Francia y otras naciones, y que asistían a la quiebra de los estados sabiendo que serían los primeros en cobrar. Estudiarlo entonces parecía una antigualla, algo lejano de la sofisticación financiera que vivimos, pero lo cierto es que ayer ZP se reunió con la versión actualizada de esos Fugger, y como en el pasado, el reino de España volvía a estar en sus manos.
Hay hoy una foto en los medios que explica muy bien como funciona este mundo, y que es la portada de la edición de El País. En ella aparece Zapatero en un desayuno, o merienda, no estoy seguro, celebrada ayer en Nueva York. Rodeado de su Ministro de Exteriores y altos funcionarios de Moncloa, como Bernardino León, ZP habla para convencer a los que se sientan con él en la mesa. ¿Y quienes son? Ejecutivos de Wall Street, gestores de fondos de inversión, directores de entidades financieras, en definitiva los que mueven el dinero que se le ha prestado a España durante los años de bonanza y los que, obviamente, exigen cobrar su intereses, en nombre suyo y en el de los clientes que representan. En esa foto es ZP el que ha sido elegido con los votos populares, pero el lado de la mesa en la que está Zapatero es el que no manda en la imagen. Es el otro lado el que gobierna y hace de juez, y parece que escucha atentamente al testigo que ha hecho llamar a su estrado particular. Lo de ayer fue un nuevo intento de convencer a ese grupo de inversores de que mantengan su esperanza y confianza en el desarrollo de la economía española. En una entrevista también realizada ayer y publicada en el Wall Street Journal Zapatero sigue con ese ejercicio de tratar de aplacar a los mercados, aunque nuevamente lo hace mal, porque incurre en el reiterado error de dar por cerrado el episodio de la crisis de deuda de esta primavera y afirmar que el futuro ya está aquí y que todo serán buenas noticias para España y la Unión Europea. Grave error, y si no que vea la situación en la que se encuentra Irlanda, cuyas primas de deuda han empezado nuevamente a subir al calor de nuevos rumores de quiebras bancarias. La cuestión es que cada dos por tres dirigentes de gobiernos, en este caso españoles, tienen que irse de viaje a las ciudades en las que residen los acreedores para confesarse ante ellos, realizar un cristiano propósito de enmienda y prometer que van a ser buenos y que pagarán lo que deben. Atrapados en una masa de deuda ingente, están obligados a encorsetar las economías de sus países para tratar de sacra todo el jugo posible y calmar la sed de intereses de los prestamistas, como siempre ha sido en la historia. Eso hace que ejercicios de protesta nacional, como es el caso de la equivocada huelga general de la semana que viene, estén abocados al fracaso desde su misma convocatoria. Independientemente del seguimiento que puedan tener, y la de España tiene pinta de que va a ser una huelga poco significativa, los gobernantes a los que se les protesta no pueden cambiar las reformas que han emprendido, y otras que vendrán. De los excesos de hace años vienen las purgas que ahora vivimos, y pese a todo los manirrotos gobernantes localistas pretenden seguir gastando a manos llenas como si dispusieran de todos esos recursos. “Sostenella y no enmendalla”.
Viendo las imágenes de la reunión de ayer me vino a la memoria un recuerdo infantil, de cuando en el colegio estudiábamos la historia de España y Europa en la Edad Media y Moderna, y aparecían por allí personajes como los Fugger, aquellos banqueros alemanes que prestaban dinero a los reyes de España, Francia y otras naciones, y que asistían a la quiebra de los estados sabiendo que serían los primeros en cobrar. Estudiarlo entonces parecía una antigualla, algo lejano de la sofisticación financiera que vivimos, pero lo cierto es que ayer ZP se reunió con la versión actualizada de esos Fugger, y como en el pasado, el reino de España volvía a estar en sus manos.
martes, septiembre 21, 2010
Donde escondemos el ATC
Si se acuerdan hace unos meses hubo una encendida polémica sobre la ubicación del ATC, el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares de alta intensidad. En aquellos días se presentaron algunos municipios valientes, que todo lo tenían en contra, para acoger esa instalación. A lo largo del fin de semana, y en medio de un nuevo desastre de gestión por parte del gobierno, la polémica ha vuelto. En el Consejo de Ministros del Viernes se conoció que los técnicos estiman que Zarra, Valencia, es el mejor candidato para alojar el ATC.
Pero lo que se suponía que iba a ser una decisión técnica acabó en una bronca en la mesa de Ministros y al final no se acordó nada. Las posturas son claras. El Ministerio de Industria quiere empezar las obras ya, y el dictamen técnico es que gana Zarra por poco. Sin embargo, con las encuestas hundidas y con elecciones a la vista, el gobierno, en este caso la Vicepresidente de la Vega, no quiere ni oír hablar de poner el ATC en alguna comunidad en al que el PSOE se juegue algo. En Valencia, con una dura campaña para expulsar al PP de Camps de la Generalitat, de momento los sondeos no apuntan una subida socialista, y esta ubicación no sería un gran apoyo que digamos. Alarte, el actual líder de los socialistas valencianos, está claramente en contra. La segunda opción por puntos, muy cerca de la primera, es Ascó, en Tarragona. Me huele que finalmente esta será la localidad escogida, porque como Zarra también está cerca de una central nuclear existente pero dispone de muchas mejores comunicaciones e infraestructuras a su alrededor. Sin embargo en noviembre hay elecciones en Cataluña y, obviamente, de llevar allí el ATC el PSOE de Montilla desaparecería aún más del mapa de lo que ya auguran los sondeos. Así que nada. Tras la bronca del Viernes se decidió esconder el estudio técnico debajo de algunos archivadores y no hacer nada. Obviamente el Sábado todo eran críticas, y con mucha razón, al cobarde e infantil comportamiento del gobierno. Y esos dos adjetivos que he puesto me parecen los más relevantes. Cobarde porque, movido por encuestas diarias, el gobierno parece incapaz de tomar decisiones, que es para lo que se le paga. Y la del ATC es de las que no puede rehuir, y por cuestiones técnicas y de seguridad, debe imponer una vez hecha la selección entre los candidatos. Y si no los hubiera es su potestad elegir donde hacerlo y se acabó. Y es infantil porque desde un principio no se ha explicado a la sociedad, claramente y con cifras, qué es el ATC, para qué sirve, porqué lo necesitamos y lo que nos cuesta que no lo tengamos. Ahora mismo pagamos miles de euros diarios a Francia en concepto de alquiler por tener allí nuestros residuos. En el fondo la desastrosa gestión del asunto del ATC no es sino otra derivada de la cada vez más insostenible política energética que se desarrolla en este país, y de la que son cómplices el PSOE y el PP. Arruinada por un mar de subvenciones a instalaciones renovables que no producen nada, las arcas públicas tiemblan por el llamado déficit de tarifa, las empresas viven en un mundo donde las normas cambian sin cesar ni rumbo y los apaños para controlar el precio de la luz por parte de las dos fuerzas políticas parecen una timba de trileros, justo en una materia en la que los técnicos y su seriedad debieran ser los que tomaran las decisiones precisas. Nos jugamos en esto mucho más de lo que nos creemos.
Asi que de lo del ATC, de momento nada de nada. A ver si después de las catalanas se decide algo, pero conociendo el percal quien sabe. De momento, y dado que nadie les va a explicar a ustedes de que va este negocio nuclear, les recomiendo el libro “Nucleares, por qué no” del divulgador español Manuel Lozano Leyva. Un completo análisis de cómo funciona la energía nuclear, la física que se esconde detrás, las centrales, los residuos y todos los aspectos polémicos que rodean a esta, por el momento insustituible, fuente de energía. Además está en bolsillo por pocos euros, por lo que les garantizará entretenimiento y sabiduría a bajo precio. Ideal en estos tiempos.
Pero lo que se suponía que iba a ser una decisión técnica acabó en una bronca en la mesa de Ministros y al final no se acordó nada. Las posturas son claras. El Ministerio de Industria quiere empezar las obras ya, y el dictamen técnico es que gana Zarra por poco. Sin embargo, con las encuestas hundidas y con elecciones a la vista, el gobierno, en este caso la Vicepresidente de la Vega, no quiere ni oír hablar de poner el ATC en alguna comunidad en al que el PSOE se juegue algo. En Valencia, con una dura campaña para expulsar al PP de Camps de la Generalitat, de momento los sondeos no apuntan una subida socialista, y esta ubicación no sería un gran apoyo que digamos. Alarte, el actual líder de los socialistas valencianos, está claramente en contra. La segunda opción por puntos, muy cerca de la primera, es Ascó, en Tarragona. Me huele que finalmente esta será la localidad escogida, porque como Zarra también está cerca de una central nuclear existente pero dispone de muchas mejores comunicaciones e infraestructuras a su alrededor. Sin embargo en noviembre hay elecciones en Cataluña y, obviamente, de llevar allí el ATC el PSOE de Montilla desaparecería aún más del mapa de lo que ya auguran los sondeos. Así que nada. Tras la bronca del Viernes se decidió esconder el estudio técnico debajo de algunos archivadores y no hacer nada. Obviamente el Sábado todo eran críticas, y con mucha razón, al cobarde e infantil comportamiento del gobierno. Y esos dos adjetivos que he puesto me parecen los más relevantes. Cobarde porque, movido por encuestas diarias, el gobierno parece incapaz de tomar decisiones, que es para lo que se le paga. Y la del ATC es de las que no puede rehuir, y por cuestiones técnicas y de seguridad, debe imponer una vez hecha la selección entre los candidatos. Y si no los hubiera es su potestad elegir donde hacerlo y se acabó. Y es infantil porque desde un principio no se ha explicado a la sociedad, claramente y con cifras, qué es el ATC, para qué sirve, porqué lo necesitamos y lo que nos cuesta que no lo tengamos. Ahora mismo pagamos miles de euros diarios a Francia en concepto de alquiler por tener allí nuestros residuos. En el fondo la desastrosa gestión del asunto del ATC no es sino otra derivada de la cada vez más insostenible política energética que se desarrolla en este país, y de la que son cómplices el PSOE y el PP. Arruinada por un mar de subvenciones a instalaciones renovables que no producen nada, las arcas públicas tiemblan por el llamado déficit de tarifa, las empresas viven en un mundo donde las normas cambian sin cesar ni rumbo y los apaños para controlar el precio de la luz por parte de las dos fuerzas políticas parecen una timba de trileros, justo en una materia en la que los técnicos y su seriedad debieran ser los que tomaran las decisiones precisas. Nos jugamos en esto mucho más de lo que nos creemos.
Asi que de lo del ATC, de momento nada de nada. A ver si después de las catalanas se decide algo, pero conociendo el percal quien sabe. De momento, y dado que nadie les va a explicar a ustedes de que va este negocio nuclear, les recomiendo el libro “Nucleares, por qué no” del divulgador español Manuel Lozano Leyva. Un completo análisis de cómo funciona la energía nuclear, la física que se esconde detrás, las centrales, los residuos y todos los aspectos polémicos que rodean a esta, por el momento insustituible, fuente de energía. Además está en bolsillo por pocos euros, por lo que les garantizará entretenimiento y sabiduría a bajo precio. Ideal en estos tiempos.
lunes, septiembre 20, 2010
Labordeta
Ayer, a los setenta y cinco años de edad fallecía José Antonio Labordeta, víctima de un cáncer de próstata, la misma enfermedad que padece mi padre. Ya desde hace tiempo sus apariciones en los medios mostraban un estado de salud cada vez más frágil. La última semana el fue impuesta la orden de Alfonso X El Sabio y la escena que se podía ver, con Labordeta sentado en una silla de su casa, postrado y sin fuerzas, presagiaba este final. No lo esperaba tan inmediato, pero así ha sido.
Con Labordeta se va el hombre y el personaje, y una forma de entender la vida que va desapareciendo poco a poco. Con mucho carácter y una pose de cierto enfado permanente, mi edad no me permitió conocer al Labordeta de la canción protesta de finales del franquismo. Sus canciones eran más declaraciones sal viento con música de fondo que canciones en sí mismas, pero en aquellos momentos era el mensaje y no la melodía lo importante. Desaparecido unos años volvió a la escena pública a través de dos facetas muy distintas. Una como Diputado en el Congreso por la Chunta Aragonesista durante dos legislaturas, en las que se vió cómo alguien que no era político ejercía de tal. Sin las ataduras del marketing ni del diseño, con unos escaños que no eran trascendentes para la vida nacional y desde una formación que no pintaba nada en la cámara Labordeta decía lo que pensaba, lo que es un mérito muy grande en estos tiempos. Se podía estar de acuerdo con él o no, pero desde luego sus intervenciones merecían ser vistas. Consiguió una relevancia social enorme al mandar a la mierda desde la tribuna a algunos diputados del PP que no se callaban mientras hablaba, y su libro de crónicas parlamentarias recogía opiniones sobre todos los que en aquellos momentos ocupaban el hemiciclo y sus pasillos. El otro hito en su relevancia social fue la serie de televisión “Un país en la mochila” en la que, frente a su vida parlamentaria, hacía lo que le gustaba. Se ponía las botas, ropa cómoda, cargaba su mochila de bártulos y se iba caminando por parajes naturales en los que los residentes muchas veces eran como él mismo, personas mayores, apartadas del mundo y arrinconadas por ese mismo mundo que les había dejado atrás. Sus entrevistas eran charlas a la luz de la lumbre o en medio de un consistente aperitivo mañanero. Muchas personas mayores, mi padre por ejemplo, veían esa serie y les gustaba porque salían cosas de su época, cercanas a ellas, y contadas por alguien mayor que podía ser cualquiera de ellos. Era otra de esas cosas en las que el diseño, las audiencias y el mercado televisivo no funcionaban, y que pudo desarrollarse supongo que gracias a la locura de algunos en TVE. Estaría por ver si hoy eso sería posible, pero en su momento fue un éxito atípico. Labordeta y su mochila se convirtieron en algo familiar para toda España, se hacían chistes sobre ello y muchas nuevas generaciones empezaron a conocer a ese simpático y cascarrabias abuelo que paseaba por los pueblos y que hablaba mucho y comía más. La web de TVE le ha dedicado un apartado enorme en que se recogen muchas condolencias y, de paso, todos los capítulos de la serie de la mochila. También al radio, en los últimos años, se hizo con su voz, y hasta el principio del verano participaba en el programa “No es un día cualquiera” de Pepa Fernández en RNE. Ayer Pepa estaba triste, y no era para menos. Se había ido uno de los suyos.
Me enteré de la noticia ayer al levantarme de la cama a eso de las 9, y en mi casa se vivió de una manera especial. Labordeta estos últimos años narraba con naturalidad el desarrollo de su cáncer de próstata, lo que tomaba y cómo le iba por los hospitales, y el paralelismo con la enfermedad de mi padre era obvio, así que la noticia nos puso a todos algo tristes. Otro resistente que ha caído por el cáncer, un referente menos, un ejemplo menos, un recuerdo más. Al menos queda lo que dijo e hizo, y su familia sabe que es sentida y querida por toda España, porque Labordeta ya no era alguien con ideología, era un abuelo simpático al que todos querían.
Con Labordeta se va el hombre y el personaje, y una forma de entender la vida que va desapareciendo poco a poco. Con mucho carácter y una pose de cierto enfado permanente, mi edad no me permitió conocer al Labordeta de la canción protesta de finales del franquismo. Sus canciones eran más declaraciones sal viento con música de fondo que canciones en sí mismas, pero en aquellos momentos era el mensaje y no la melodía lo importante. Desaparecido unos años volvió a la escena pública a través de dos facetas muy distintas. Una como Diputado en el Congreso por la Chunta Aragonesista durante dos legislaturas, en las que se vió cómo alguien que no era político ejercía de tal. Sin las ataduras del marketing ni del diseño, con unos escaños que no eran trascendentes para la vida nacional y desde una formación que no pintaba nada en la cámara Labordeta decía lo que pensaba, lo que es un mérito muy grande en estos tiempos. Se podía estar de acuerdo con él o no, pero desde luego sus intervenciones merecían ser vistas. Consiguió una relevancia social enorme al mandar a la mierda desde la tribuna a algunos diputados del PP que no se callaban mientras hablaba, y su libro de crónicas parlamentarias recogía opiniones sobre todos los que en aquellos momentos ocupaban el hemiciclo y sus pasillos. El otro hito en su relevancia social fue la serie de televisión “Un país en la mochila” en la que, frente a su vida parlamentaria, hacía lo que le gustaba. Se ponía las botas, ropa cómoda, cargaba su mochila de bártulos y se iba caminando por parajes naturales en los que los residentes muchas veces eran como él mismo, personas mayores, apartadas del mundo y arrinconadas por ese mismo mundo que les había dejado atrás. Sus entrevistas eran charlas a la luz de la lumbre o en medio de un consistente aperitivo mañanero. Muchas personas mayores, mi padre por ejemplo, veían esa serie y les gustaba porque salían cosas de su época, cercanas a ellas, y contadas por alguien mayor que podía ser cualquiera de ellos. Era otra de esas cosas en las que el diseño, las audiencias y el mercado televisivo no funcionaban, y que pudo desarrollarse supongo que gracias a la locura de algunos en TVE. Estaría por ver si hoy eso sería posible, pero en su momento fue un éxito atípico. Labordeta y su mochila se convirtieron en algo familiar para toda España, se hacían chistes sobre ello y muchas nuevas generaciones empezaron a conocer a ese simpático y cascarrabias abuelo que paseaba por los pueblos y que hablaba mucho y comía más. La web de TVE le ha dedicado un apartado enorme en que se recogen muchas condolencias y, de paso, todos los capítulos de la serie de la mochila. También al radio, en los últimos años, se hizo con su voz, y hasta el principio del verano participaba en el programa “No es un día cualquiera” de Pepa Fernández en RNE. Ayer Pepa estaba triste, y no era para menos. Se había ido uno de los suyos.
Me enteré de la noticia ayer al levantarme de la cama a eso de las 9, y en mi casa se vivió de una manera especial. Labordeta estos últimos años narraba con naturalidad el desarrollo de su cáncer de próstata, lo que tomaba y cómo le iba por los hospitales, y el paralelismo con la enfermedad de mi padre era obvio, así que la noticia nos puso a todos algo tristes. Otro resistente que ha caído por el cáncer, un referente menos, un ejemplo menos, un recuerdo más. Al menos queda lo que dijo e hizo, y su familia sabe que es sentida y querida por toda España, porque Labordeta ya no era alguien con ideología, era un abuelo simpático al que todos querían.
viernes, septiembre 17, 2010
Tormenta en todas partes
Esta noche ha descargado una violenta tormenta sobre Madrid. A partir de la 1:40 de l mañana, por mi barrio, el cielo se ha llenado de rayos y ruido, y sin cesar la descarga sonora y visual, ha empezado a llover con mucha fuerza, y así ha estado durante más de una hora. Y visto lo que ha sucedido en Cáceres podemos considerarnos afortunados. Hoy será un día tormentoso en casi toda España, y más o menos en todas partes se verá un bello espectáculo y en algunos sitios se correrán riesgos. Cosas de la lluvia descontrolada.
Algo similar sucedió ayer en Bruselas, bajo el supuesto refugio del edificio en el que se celebraba el Consejo Europeo, sede que no fue capaz de impedir que la tormenta se desatase en su seno con una violencia similar a la vivida esta noche en Cáceres. Ya ayer señalaba que la bronca iba a ser considerable y que al final Sarkozy ganaría la partida. Lo que no me imaginaba es hasta que punto iba a ganarla, de tal manera que ayer apareció ante los medios todo orgulloso, cargando duramente contra la Comisaria Redding y mostrando un desprecio por Durao Barroso, el Presidente de la Comisión, a la hora de la pose de la foto de familia que es digno de verse. De hecho, sorpresa, contó el presidente francés con el apoyo expreso de todos los presidentes de gobierno, incluido el de un ZP que, conociéndole, parecería más enfrentado a las medidas que desarrolla el gobierno francés. Pues no. Quizás eso que dijo Sarkozy, muy bruto pero muy certero, de porqué los que se quejan de las expulsiones no son los que acogen a los expulsados hizo que cada presidente de gobierno pensara en la reacción de su electorado particular ante la idea de acoger a los rumanos deportados, y en su mente se encendieron las alarmas electorales, y como en Fuenteovejuna, todos a una a favor de Francia (es decir, de cada uno de los estados nacionales) y todos en contra de la Comisión. ZP también, pero es que encima, en la rueda de prensa posterior fue el propio zapatero quien, haciendo una especie de broma, desveló el fondo de todo esto que antes he señalado. A preguntas de un periodista sobre la posibilidad de que los gitanos expulsados puedan trasladarse a otro país de la Unión, por ejemplo España, Zapatero dijo en tono de risa “no des pistas” que, quiere decir, en tono mucho más serio, que no los quiere ver nadie ni en pintura (lo de las encuestas electorales de antes). Así, los gitanos seguirán siendo expulsados de la Francia libre por el mero hecho de serlo, independientemente de que hayan cometido delitos o no, ninguna autoridad europea emitirá queja al respecto, porque llegado el caso todas harán lo mismo, y los editorialistas de la prensa de izquierdas no podrán evitar sentirse traicionados, y con razón, por aquellos que teóricamente debieran defender sus posturas, amparadas en al legalidad europea y en el espíritu de la construcción de la Unión. Pocas veces una cumbre comunitaria ha tenido tanto éxito mediático, y en pocas se ha visto tanto fracaso colectivo, tanta enanez política ante los graves problemas y tamaña dejadez ante el resto de la agenda de trabajo.
¿Qué opina Europa de la crisis económica, los estímulos y al deuda, el Irán nuclear, o temas así? Ni se sabe ni parece importar. Y esto es sólo el principio, recuerden. A medida que la crisis se profundice y las altas tasas de paro se conviertan en permanentes, y la sensación de pobreza y miedo se extienda por el continente veremos más episodios de este tipo. Y es que cuando uno es rico no le importa compartir sus migajas y acoger pobre, pero cuando deja de ser pudiente todos los demás pueden ser rivales. Esto, que es la verdad del asunto, no se lo van a oír ni a Sarkozy, ni a Barroso, ni a Merkel ni, por supuesto, a ZP.
Algo similar sucedió ayer en Bruselas, bajo el supuesto refugio del edificio en el que se celebraba el Consejo Europeo, sede que no fue capaz de impedir que la tormenta se desatase en su seno con una violencia similar a la vivida esta noche en Cáceres. Ya ayer señalaba que la bronca iba a ser considerable y que al final Sarkozy ganaría la partida. Lo que no me imaginaba es hasta que punto iba a ganarla, de tal manera que ayer apareció ante los medios todo orgulloso, cargando duramente contra la Comisaria Redding y mostrando un desprecio por Durao Barroso, el Presidente de la Comisión, a la hora de la pose de la foto de familia que es digno de verse. De hecho, sorpresa, contó el presidente francés con el apoyo expreso de todos los presidentes de gobierno, incluido el de un ZP que, conociéndole, parecería más enfrentado a las medidas que desarrolla el gobierno francés. Pues no. Quizás eso que dijo Sarkozy, muy bruto pero muy certero, de porqué los que se quejan de las expulsiones no son los que acogen a los expulsados hizo que cada presidente de gobierno pensara en la reacción de su electorado particular ante la idea de acoger a los rumanos deportados, y en su mente se encendieron las alarmas electorales, y como en Fuenteovejuna, todos a una a favor de Francia (es decir, de cada uno de los estados nacionales) y todos en contra de la Comisión. ZP también, pero es que encima, en la rueda de prensa posterior fue el propio zapatero quien, haciendo una especie de broma, desveló el fondo de todo esto que antes he señalado. A preguntas de un periodista sobre la posibilidad de que los gitanos expulsados puedan trasladarse a otro país de la Unión, por ejemplo España, Zapatero dijo en tono de risa “no des pistas” que, quiere decir, en tono mucho más serio, que no los quiere ver nadie ni en pintura (lo de las encuestas electorales de antes). Así, los gitanos seguirán siendo expulsados de la Francia libre por el mero hecho de serlo, independientemente de que hayan cometido delitos o no, ninguna autoridad europea emitirá queja al respecto, porque llegado el caso todas harán lo mismo, y los editorialistas de la prensa de izquierdas no podrán evitar sentirse traicionados, y con razón, por aquellos que teóricamente debieran defender sus posturas, amparadas en al legalidad europea y en el espíritu de la construcción de la Unión. Pocas veces una cumbre comunitaria ha tenido tanto éxito mediático, y en pocas se ha visto tanto fracaso colectivo, tanta enanez política ante los graves problemas y tamaña dejadez ante el resto de la agenda de trabajo.
¿Qué opina Europa de la crisis económica, los estímulos y al deuda, el Irán nuclear, o temas así? Ni se sabe ni parece importar. Y esto es sólo el principio, recuerden. A medida que la crisis se profundice y las altas tasas de paro se conviertan en permanentes, y la sensación de pobreza y miedo se extienda por el continente veremos más episodios de este tipo. Y es que cuando uno es rico no le importa compartir sus migajas y acoger pobre, pero cuando deja de ser pudiente todos los demás pueden ser rivales. Esto, que es la verdad del asunto, no se lo van a oír ni a Sarkozy, ni a Barroso, ni a Merkel ni, por supuesto, a ZP.
jueves, septiembre 16, 2010
Gitanos de quita y pon
Hoy se celebra el Consejo Europeo de jefes de estado y gobierno, y lo hace en un ambiente muy turbio a cuenta del asunto de la expulsión de los gitanos que está llevando a cabo Francia. En los últimos días ha habido un duro cruce de acusaciones entre el gobierno de Sarkozy y la Comisaria de Justicia, Vivanne Reding. Reding amenazó con sanciones contra Francia y dijo que esto le recordaba los pasados tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Francia, como buen gallito que es, respondió diciendo que esas declaraciones eran intolerables y que si Reding, luxemburguesa, los quería, podía quedarse con los gitanos.
Ayer por la noche la cosa estaba tan tensa que hubo que llamar a la calma, y quien cedió, obviamente, fue Reding (al final justificaré el uso de ese obviamente). Lo cierto es que la cosa sigue tensa y es imposible que, pese a lo que se haga dicho, en la reunión de hoy y mañana no se trate este asunto. Y es que este episodio es el primero de muchos otros que vendrán, y que demuestran que la crisis económica, que sigue, avanza destruyendo tejido social tras el impacto meramente económico. Masas de parados, pobreza, exclusión, ¿acaso nadie preveía que tanta ruina no acabaría traduciéndose en cosas así? El gobierno francés, ante un problema serio, y común a toda la Unión Europea, como es el de las bolsas de marginalidad social, que crecen por todas partes, ha optado por la solución populista. Se coge a un colectivo con una alta tasa de delincuencia y que no posea medios sociales de defensa (prensa, opinadores en televisión, empresas poderosas, etc) y se le pone el sambenito de culpable del mal, y como no se le puede deportar en el sentido antiguo dada la libertad de circulación de personas en la UE, se le “manda” de vuelta a su país de origen, que en el fondo es lo mismo. Esto a Sarkozy le está resultando rentable internamente, porque parece que en los sondeos la muestra de firmeza se salda con respaldo electoral, y esta es una de las derivadas más ocultas y graves del problema. El francés de a pie, que también se está quedando en paro, cada vez ve peor las políticas sociales y de apoyo al inmigrante, desfavorecido o como se le quiera llamar. Cuando sobraba dinero vale, pero ahora que falta, Francia para los franceses. Es una reacción nacionalista y proteccionista de libro, que ha sucedido en todas las crisis graves y en esta, que lo es y mucho, vuelve a pasar. El hecho de que Merkel y Berlusconi apoyen a Sarkozy muestra hasta que punto las masas sociales de sus países contemplan, con buenos ojos y mala conciencia, lo que se está haciendo en Francia, y no descarten movimientos similares. Bueno, en Italia ya los ha habido, enmascarados bajo el teatro absurdo que es la política italiana y de Berlusconi, pero hay movimientos en oros países europeos para adoptar medidas similares, que suenan a restricción de fronteras, limitación de derechos, etc. La hidra de la crisis económica, un monstruo feo y oscuro, enseña una nueva cabeza, tan repelente y siniestra como las anteriores.
Lo del obviamente.. pues claro. La Unión Europea es un club de socios iguales en el que Francia y Alemania pagan y, por supuestos, mandan. Y el resto nos acomodamos, recibimos dinero y obedecemos. Si una medida como esta la adopta el gobierno portugués, o el checo, se le cae el pelo, pero seamos sinceros. Si Francia o Alemania mandan callar a la Comisión Europea, ésta se calla, y más le vale, no vaya a ser que sean todos despedidos. Como amarga lección de europeismo práctico y del estado de situación de la integración del continente no está mal.
Ayer por la noche la cosa estaba tan tensa que hubo que llamar a la calma, y quien cedió, obviamente, fue Reding (al final justificaré el uso de ese obviamente). Lo cierto es que la cosa sigue tensa y es imposible que, pese a lo que se haga dicho, en la reunión de hoy y mañana no se trate este asunto. Y es que este episodio es el primero de muchos otros que vendrán, y que demuestran que la crisis económica, que sigue, avanza destruyendo tejido social tras el impacto meramente económico. Masas de parados, pobreza, exclusión, ¿acaso nadie preveía que tanta ruina no acabaría traduciéndose en cosas así? El gobierno francés, ante un problema serio, y común a toda la Unión Europea, como es el de las bolsas de marginalidad social, que crecen por todas partes, ha optado por la solución populista. Se coge a un colectivo con una alta tasa de delincuencia y que no posea medios sociales de defensa (prensa, opinadores en televisión, empresas poderosas, etc) y se le pone el sambenito de culpable del mal, y como no se le puede deportar en el sentido antiguo dada la libertad de circulación de personas en la UE, se le “manda” de vuelta a su país de origen, que en el fondo es lo mismo. Esto a Sarkozy le está resultando rentable internamente, porque parece que en los sondeos la muestra de firmeza se salda con respaldo electoral, y esta es una de las derivadas más ocultas y graves del problema. El francés de a pie, que también se está quedando en paro, cada vez ve peor las políticas sociales y de apoyo al inmigrante, desfavorecido o como se le quiera llamar. Cuando sobraba dinero vale, pero ahora que falta, Francia para los franceses. Es una reacción nacionalista y proteccionista de libro, que ha sucedido en todas las crisis graves y en esta, que lo es y mucho, vuelve a pasar. El hecho de que Merkel y Berlusconi apoyen a Sarkozy muestra hasta que punto las masas sociales de sus países contemplan, con buenos ojos y mala conciencia, lo que se está haciendo en Francia, y no descarten movimientos similares. Bueno, en Italia ya los ha habido, enmascarados bajo el teatro absurdo que es la política italiana y de Berlusconi, pero hay movimientos en oros países europeos para adoptar medidas similares, que suenan a restricción de fronteras, limitación de derechos, etc. La hidra de la crisis económica, un monstruo feo y oscuro, enseña una nueva cabeza, tan repelente y siniestra como las anteriores.
Lo del obviamente.. pues claro. La Unión Europea es un club de socios iguales en el que Francia y Alemania pagan y, por supuestos, mandan. Y el resto nos acomodamos, recibimos dinero y obedecemos. Si una medida como esta la adopta el gobierno portugués, o el checo, se le cae el pelo, pero seamos sinceros. Si Francia o Alemania mandan callar a la Comisión Europea, ésta se calla, y más le vale, no vaya a ser que sean todos despedidos. Como amarga lección de europeismo práctico y del estado de situación de la integración del continente no está mal.
miércoles, septiembre 15, 2010
González y las drogas
Fue el propio Felipe González quien acuño la expresión de jarrón chino en referencia a los expresidentes del gobierno en España, porque son valiosos, pero estorban mucho allá donde los pongas, y normalmente no sabes dónde colocarlos. Esta semana ha vuelto a la actualidad con “una de jarrones” por así llamarlo. En sus últimas declaraciones aboga por un pacto internacional para legalizar las drogas y así acabar con el narcotráfico y la violencia que destruye vidas, enseres y países, como está pasando ahora mismo en Méjico.
Es este un debate muy viejo que empieza con varios peros y que, pese a sus buenas intenciones, acaba conduciendo a un terreno enfangado. Como el mismo González señaló, si se produjera algo así debiera ser con un amplio consenso internacional, y en ningún caso como decisión de un solo país, que de hacerlo se convertiría en el centro de consumo y venta mundial de drogas. Las consecuencias sanitarias de esta medida también serían enormes, porque es de suponer que aumentaría el consumo de sustancias y las muertes y enfermedades derivadas de ellas. Como experimento, podemos ver que ocurre con las drogas que ahora mismo son legales, alcohol y tabaco. Poco a poco su consumo se estigmatiza, se mira con peores ojos, y los gobiernos lanzan campañas cada vez más agresivas para que no se tomen. Se debate intensamente sobre los costes sanitarios que provocan y el perjuicio social que suponen, pero están integradas plenamente en nuestra sociedad, para bien y para mal. También tenemos drogas reguladas, como sucede con algunos medicamentos como la morfina, nolotil y otros, que no son más que opiáceos destinados a aliviar el dolor, una manera elegante de esquivar el término “colocarse” que provocan el enganche de los enfermos. Se suministran con receta médica y su consumo está controlado por los médicos, al menos en teoría. Otro aspecto de las drogas es que acaban siendo rentables para los gobiernos, porque son bienes maravillosos para cargarlos de simples y eficaces impuestos. Ese es el motivo por el que el gobierno desalienta el consumo de tabaco pero, a sabiendas de que es nocivo, permite su venta, porque es una joya para las arcas públicas, lo mismo que el alcohol. Hace años era un problema el contrabando de tabaco y su venta ilegal, y en este caso ilegal significa que no se pagaban impuestos por él. En muchos puertos de Galicia se traficaban con miles de cartones y cajetillas de tabaco, y la persecución policial era implacable. ¿Por qué ha desaparecido en gran parte ese mercado negro del tabaco? Creo que por dos aspectos, uno es que el tabaco no es tan fácil de disimular como otras drogas más modernas, y al final el traficante no puede esconderlo de una manera tan sofisticada, por lo que es más fácil de detectar. La otra, y esta es la importante, es que poco a poco el tabaco perdió valor y lo ganaron, y mucho, la heroína y la cocaína, y hacia ellas, a lo más rentable, se encaminó el negocio del tráfico de drogas.
Esto significa que si legalizamos las drogas actuales no se acabará con el narcotráfico, una pena. La cocaína, regulada en un mercado legal, bajaría de precio, perdería atractivo como objeto transgresor (es una estupidez pensar así, pero sucede) y algún laboratorio fabricaría otra droga de diseño más potente e ilegal, por ejemplo, el “frufrú” los cárteles de la coca se reciclarían en cárteles de “frufrú” y empezaría y vuelta a empezar la guerra, en este caso contra el “frufrutráfico”. Lo dicho, buenas intenciones, pero drogas, como tales, siempre las habrá.
Es este un debate muy viejo que empieza con varios peros y que, pese a sus buenas intenciones, acaba conduciendo a un terreno enfangado. Como el mismo González señaló, si se produjera algo así debiera ser con un amplio consenso internacional, y en ningún caso como decisión de un solo país, que de hacerlo se convertiría en el centro de consumo y venta mundial de drogas. Las consecuencias sanitarias de esta medida también serían enormes, porque es de suponer que aumentaría el consumo de sustancias y las muertes y enfermedades derivadas de ellas. Como experimento, podemos ver que ocurre con las drogas que ahora mismo son legales, alcohol y tabaco. Poco a poco su consumo se estigmatiza, se mira con peores ojos, y los gobiernos lanzan campañas cada vez más agresivas para que no se tomen. Se debate intensamente sobre los costes sanitarios que provocan y el perjuicio social que suponen, pero están integradas plenamente en nuestra sociedad, para bien y para mal. También tenemos drogas reguladas, como sucede con algunos medicamentos como la morfina, nolotil y otros, que no son más que opiáceos destinados a aliviar el dolor, una manera elegante de esquivar el término “colocarse” que provocan el enganche de los enfermos. Se suministran con receta médica y su consumo está controlado por los médicos, al menos en teoría. Otro aspecto de las drogas es que acaban siendo rentables para los gobiernos, porque son bienes maravillosos para cargarlos de simples y eficaces impuestos. Ese es el motivo por el que el gobierno desalienta el consumo de tabaco pero, a sabiendas de que es nocivo, permite su venta, porque es una joya para las arcas públicas, lo mismo que el alcohol. Hace años era un problema el contrabando de tabaco y su venta ilegal, y en este caso ilegal significa que no se pagaban impuestos por él. En muchos puertos de Galicia se traficaban con miles de cartones y cajetillas de tabaco, y la persecución policial era implacable. ¿Por qué ha desaparecido en gran parte ese mercado negro del tabaco? Creo que por dos aspectos, uno es que el tabaco no es tan fácil de disimular como otras drogas más modernas, y al final el traficante no puede esconderlo de una manera tan sofisticada, por lo que es más fácil de detectar. La otra, y esta es la importante, es que poco a poco el tabaco perdió valor y lo ganaron, y mucho, la heroína y la cocaína, y hacia ellas, a lo más rentable, se encaminó el negocio del tráfico de drogas.
Esto significa que si legalizamos las drogas actuales no se acabará con el narcotráfico, una pena. La cocaína, regulada en un mercado legal, bajaría de precio, perdería atractivo como objeto transgresor (es una estupidez pensar así, pero sucede) y algún laboratorio fabricaría otra droga de diseño más potente e ilegal, por ejemplo, el “frufrú” los cárteles de la coca se reciclarían en cárteles de “frufrú” y empezaría y vuelta a empezar la guerra, en este caso contra el “frufrutráfico”. Lo dicho, buenas intenciones, pero drogas, como tales, siempre las habrá.
martes, septiembre 14, 2010
Otro “plan de estímulo” de Obama
Lo más comentado ayer y hoy serán, seguramente, las declaraciones que hizo ZP ayer en Oslo, en un encuentro organizado por el FMI en el que se debatía la situación del mercado laboral en el mundo. Frente a las acertadas palabras de Strauss-Kahn, presidente del FMI, que calificó de catastrófico el panorama laboral mundial, nuestro presidente dijo eso de que el parado que se forma no es tal parado, una de las tonterías más grandes que se han oído en años y que no pasaría ni un triste examen de ESO. En estas manos y mentes está nuestro barco.
Quizás por este revuelo no ha alcanzado mucha difusión en los medios el acuerdo al que ayer llegó el gobierno norteamericano y el de Arabia Saudí, y eso que esta combinación de países siempre es interesante. La cosa va de armamento, y a gran escala, y consiste en que Estados Unidos venderá a los saudíes aviones y helicópteros de combate por, agárrense, 46.600 millones de euros, que puestos en dólares son 60.000 millones. Si recuerdan hace unos días comentaba el plan de estímulo inversor que Obama presentó al inicio de la campaña electoral de Noviembre, consistente en 50.000 millones en varios años para carreteras y ferrocarriles en EE.UU. Pues esto es más dinero aún, y en mucho menos tiempo. De hecho señala el artículo de La Vanguardia que de aprobarse sería la mayor venta de armamento de la historia de Estados Unidos. El articulista enfoca el asunto por el lado geoestratégico, y tiene mucha razón, porque todo esto parece una pinza que el gobierno Obama y los saudíes tratan de crear frente a un Irán que, poco a poco, se ve como una amenaza imparable. Si ya los americanos poseen bases estables en el país árabe, que a veces no pueden ser utilizadas plenamente por el hecho de ser territorio santo para el Islam, el rearmar al socio saudí implica que sea él mismo el que desarrolle un ataque desde su propio y santo suelo. Sin embargo, también la vertiente económica del acuerdo es inmensa, porque supone una fuerte inyección de dinero directamente al consorcio empresarial americano que trabaja en temas militares y de defensa, un enorme complejo de empresas de inmenso poder y ávidas de recursos. En este caso, y dado el componente aéreo de la venta, también el sector aeronáutico se va a ver muy beneficiado, lo que será un duro golpe para el consorcio europeo EADS y su Eurofighter, avión de combate, que ve como pierde uno de sus potenciales y más jugosos mercados. Como Arabia Saudí paga en petrodólares digamos que este acuerdo es una especie de “devolución” a los consumidores americanos del sobrecoste que pagan por llenar los depósitos de sus coches. Allí la gasolina ha subido mucho estos años, y los saudíes siguen siendo los principales productores mundiales de crudo y, de momento, los que controlan el volumen medio de producción y ajustan los precios. Por ello siempre es conveniente llevarse muy bien con ellos, y de ahí surgen lazos de unión entre los americanos y el gobierno de Riad que, como antes he mencionado, siempre deparan noticias jugosas y situaciones interesantes. Cambian los presidentes en la Casa Blanca, pero la relación de dependencia con los saudíes continúa.
Habrá muchas voces que se expresen en contra del acuerdo, y obviamente tendrán toda la razón. Arabia Saudí es una monarquía feudal, en la que no existen los derechos civiles para la población, y en la que las mujeres no son consideradas exactamente personas y, por tanto, carecen de todos los derechos. Y además, sigue exportando su versión radical del Islam, el wahabismo, y financia grupos fundamentalistas que están detrás de atentados en todo el mundo. Pero ya ven, la “real politik” es así. Seguro que esta vez Obama sí encuentra el apoyo de los republicanos, la votación sale adelante y todo son aplausos. Las consecuencias futuras… a saber.
Quizás por este revuelo no ha alcanzado mucha difusión en los medios el acuerdo al que ayer llegó el gobierno norteamericano y el de Arabia Saudí, y eso que esta combinación de países siempre es interesante. La cosa va de armamento, y a gran escala, y consiste en que Estados Unidos venderá a los saudíes aviones y helicópteros de combate por, agárrense, 46.600 millones de euros, que puestos en dólares son 60.000 millones. Si recuerdan hace unos días comentaba el plan de estímulo inversor que Obama presentó al inicio de la campaña electoral de Noviembre, consistente en 50.000 millones en varios años para carreteras y ferrocarriles en EE.UU. Pues esto es más dinero aún, y en mucho menos tiempo. De hecho señala el artículo de La Vanguardia que de aprobarse sería la mayor venta de armamento de la historia de Estados Unidos. El articulista enfoca el asunto por el lado geoestratégico, y tiene mucha razón, porque todo esto parece una pinza que el gobierno Obama y los saudíes tratan de crear frente a un Irán que, poco a poco, se ve como una amenaza imparable. Si ya los americanos poseen bases estables en el país árabe, que a veces no pueden ser utilizadas plenamente por el hecho de ser territorio santo para el Islam, el rearmar al socio saudí implica que sea él mismo el que desarrolle un ataque desde su propio y santo suelo. Sin embargo, también la vertiente económica del acuerdo es inmensa, porque supone una fuerte inyección de dinero directamente al consorcio empresarial americano que trabaja en temas militares y de defensa, un enorme complejo de empresas de inmenso poder y ávidas de recursos. En este caso, y dado el componente aéreo de la venta, también el sector aeronáutico se va a ver muy beneficiado, lo que será un duro golpe para el consorcio europeo EADS y su Eurofighter, avión de combate, que ve como pierde uno de sus potenciales y más jugosos mercados. Como Arabia Saudí paga en petrodólares digamos que este acuerdo es una especie de “devolución” a los consumidores americanos del sobrecoste que pagan por llenar los depósitos de sus coches. Allí la gasolina ha subido mucho estos años, y los saudíes siguen siendo los principales productores mundiales de crudo y, de momento, los que controlan el volumen medio de producción y ajustan los precios. Por ello siempre es conveniente llevarse muy bien con ellos, y de ahí surgen lazos de unión entre los americanos y el gobierno de Riad que, como antes he mencionado, siempre deparan noticias jugosas y situaciones interesantes. Cambian los presidentes en la Casa Blanca, pero la relación de dependencia con los saudíes continúa.
Habrá muchas voces que se expresen en contra del acuerdo, y obviamente tendrán toda la razón. Arabia Saudí es una monarquía feudal, en la que no existen los derechos civiles para la población, y en la que las mujeres no son consideradas exactamente personas y, por tanto, carecen de todos los derechos. Y además, sigue exportando su versión radical del Islam, el wahabismo, y financia grupos fundamentalistas que están detrás de atentados en todo el mundo. Pero ya ven, la “real politik” es así. Seguro que esta vez Obama sí encuentra el apoyo de los republicanos, la votación sale adelante y todo son aplausos. Las consecuencias futuras… a saber.
lunes, septiembre 13, 2010
Pasar en blanco la noche
Quizá por hacer realidad esa expresión de “Paris la Nuit” hace algunos años se creo en la capital francesa la iniciativa de la noche en blanco, una noche al año llena de actividades culturales, museos abiertos y calles cortadas que permitan al ciudadano reencontrarse con sus espacios culturales, a veces olvidados y otras ocultos por el tráfico, el ruido y el ajetreo de la vida diaria. La iniciativa cuajó en Europa y este sábado se ha celebrado la quinta edición de la versión madrileña, la primera que me toca desde que vivo aquí.
Normalmente estoy de vacaciones estas fechas, pero este año no toca, así que tras un Sábado pasado en casa con trabajo atrasado, salí a dar una vuelta en una noche que, pese a ser septiembre, era tan de verano como las de agosto. Las calles del centro cortadas y la posibilidad de andar por ellas sin coches llamaban la atención, y ahí estuve deambulando sin rumbo fijo. Había sitios abiertos donde poder acceder, pero las colas eran disuasorias y, en el caso de los museos, los suelo visitar con asiduidad por lo que no eran un gran reclamo para mi. Sí lo era la apertura de la RAE, pero como me suponía en ese caso la cola era aún más gigantesca, así que ni lo intenté. Por la calle había atracciones y juegos que más que arte eran puro entretenimiento, pero que sin duda tenían su atractivo. Uno de los más interesantes era una especie de taller de pompas de jabón que se celebraba en medio del Paseo del Parado, muy cerca del Museo. Junto a los niños y los “pomperos” había una pantalla desde la que se proyectaban los escritos que los niños dedicaban a la gente, así mismos o a lo que fuera. La mayoría de los que estuvimos un rato viendo la proyección éramos adultos, y algunos de los mensajes… también, aunque escritos con letras infantiles. Predominaba en ellos el cachondeo y el temor a perder la inocencia infantil, quizás porque ya se intuyen que los adultos somos como ellos, sólo que más grandes y tristes, y lógicamente no quieren acabar así. El paseo por la Gran Vía era cosa de multitudes. Abarrotada, sin coches, y con unos columpios gigantes instalados a lo largo de tramo de Callao a Montera, miles de personas miraban curiosas el espectáculo de balancines, góndolas y toboganes en los que las colas se confundían con las riadas de viandantes que avanzábamos con dificultad hacia cualquier parte. Es curioso como esta ciudad logra que la Gran Vía sea una especie de salón recreativo para desarrollar eventos. No lo he visto en otros sitios, y es una forma maravillosa de integrar en la ciudad un eje muy querido y valioso, en el que se encuentra de lo mejor y lo peor que hay en Madrid. Saliendo por una de las bocacalles a la altura de la Telefónica me encaminé por Fuencarral hacia Malasaña, para ver que estaban haciendo allí. Según los folletos informativos se había programado una batalla con pelotas de playa en la plaza del dos de Mayo. Quizás se pregunten que tiene eso de artístico, y la respuesta sea nada, pero que más da. Subía por la calle y a medida que me acercaba a la plaza el gentío crecía. Aquello parecía una manifestación.
Y en la plaza la guerra estaba desatada. Cientos de balones, de menos de un metro de diámetro y de tela ligera, volaban descontrolados sobre una muchedumbre que se los arrojaba sin piedad ni descanso. El ruido de pom-pom-pum-pam era constante y las risas se mezclaban con los gritos de los que recibían los balonazos por sorpresa. La imagen era divertidísima y del todo impactante. Algo que si se llega a producir en Manhattan el domingo todo el mundo estaría hablando de ello. Ya ven, un balón y una excusa para tirarlo, que mejor manera de divertirse y celebrar lo que sin duda era la fiesta, blanca en este caso, del fin del verano.
Normalmente estoy de vacaciones estas fechas, pero este año no toca, así que tras un Sábado pasado en casa con trabajo atrasado, salí a dar una vuelta en una noche que, pese a ser septiembre, era tan de verano como las de agosto. Las calles del centro cortadas y la posibilidad de andar por ellas sin coches llamaban la atención, y ahí estuve deambulando sin rumbo fijo. Había sitios abiertos donde poder acceder, pero las colas eran disuasorias y, en el caso de los museos, los suelo visitar con asiduidad por lo que no eran un gran reclamo para mi. Sí lo era la apertura de la RAE, pero como me suponía en ese caso la cola era aún más gigantesca, así que ni lo intenté. Por la calle había atracciones y juegos que más que arte eran puro entretenimiento, pero que sin duda tenían su atractivo. Uno de los más interesantes era una especie de taller de pompas de jabón que se celebraba en medio del Paseo del Parado, muy cerca del Museo. Junto a los niños y los “pomperos” había una pantalla desde la que se proyectaban los escritos que los niños dedicaban a la gente, así mismos o a lo que fuera. La mayoría de los que estuvimos un rato viendo la proyección éramos adultos, y algunos de los mensajes… también, aunque escritos con letras infantiles. Predominaba en ellos el cachondeo y el temor a perder la inocencia infantil, quizás porque ya se intuyen que los adultos somos como ellos, sólo que más grandes y tristes, y lógicamente no quieren acabar así. El paseo por la Gran Vía era cosa de multitudes. Abarrotada, sin coches, y con unos columpios gigantes instalados a lo largo de tramo de Callao a Montera, miles de personas miraban curiosas el espectáculo de balancines, góndolas y toboganes en los que las colas se confundían con las riadas de viandantes que avanzábamos con dificultad hacia cualquier parte. Es curioso como esta ciudad logra que la Gran Vía sea una especie de salón recreativo para desarrollar eventos. No lo he visto en otros sitios, y es una forma maravillosa de integrar en la ciudad un eje muy querido y valioso, en el que se encuentra de lo mejor y lo peor que hay en Madrid. Saliendo por una de las bocacalles a la altura de la Telefónica me encaminé por Fuencarral hacia Malasaña, para ver que estaban haciendo allí. Según los folletos informativos se había programado una batalla con pelotas de playa en la plaza del dos de Mayo. Quizás se pregunten que tiene eso de artístico, y la respuesta sea nada, pero que más da. Subía por la calle y a medida que me acercaba a la plaza el gentío crecía. Aquello parecía una manifestación.
Y en la plaza la guerra estaba desatada. Cientos de balones, de menos de un metro de diámetro y de tela ligera, volaban descontrolados sobre una muchedumbre que se los arrojaba sin piedad ni descanso. El ruido de pom-pom-pum-pam era constante y las risas se mezclaban con los gritos de los que recibían los balonazos por sorpresa. La imagen era divertidísima y del todo impactante. Algo que si se llega a producir en Manhattan el domingo todo el mundo estaría hablando de ello. Ya ven, un balón y una excusa para tirarlo, que mejor manera de divertirse y celebrar lo que sin duda era la fiesta, blanca en este caso, del fin del verano.
viernes, septiembre 10, 2010
Noveno aniversario del 11S
Mañana es 11 de septiembre, noveno aniversario del atentado terrorista que destruyó las Torres Gemelas de Nueva York, que causó cerca de tres mil muertos y que cambió nuestro mundo para siempre. Mañana debiera ser un día para la memoria de las víctimas, su recuerdo y homenaje. Un día para recordar algo triste, humillante e indigno para los humanos. Sin embargo parece que nuevamente la estupidez de algunos y su fanatismo, expresado en el deseo de quemar ejemplares del Corán, se llevan las portadas.
¿Qué es quemar libros sino quemar ideas?
¿Cómo tanta irracionalidad puede seguir existiendo entre nosotros?
¿El horror del 11S no sirvió ni siquiera para convencernos a todos de lo infame que es el fanatismo religioso?
El reverendo Terry Jones, en su sinsentido, encarna perfectamente a aquellos que cogieron los mandos de unos aviones hace nueve años. Él, los secuestradores y los que en muchas partes del mundo se guían por su odio hacia los otros, nombrando a Dios de una manera aberrantemente vana, son los que pilotan todos los días los aviones que se estrellan en mercados y plazas de Pakistán, Osetia, Afganistán y muchos otros países.
Descansen en paz las víctimas, y mis recuerdos hacia sus familiares y todos aquellos afectados por la tragedia de ese maldito día, hace ya nueve años.
¿Qué es quemar libros sino quemar ideas?
¿Cómo tanta irracionalidad puede seguir existiendo entre nosotros?
¿El horror del 11S no sirvió ni siquiera para convencernos a todos de lo infame que es el fanatismo religioso?
El reverendo Terry Jones, en su sinsentido, encarna perfectamente a aquellos que cogieron los mandos de unos aviones hace nueve años. Él, los secuestradores y los que en muchas partes del mundo se guían por su odio hacia los otros, nombrando a Dios de una manera aberrantemente vana, son los que pilotan todos los días los aviones que se estrellan en mercados y plazas de Pakistán, Osetia, Afganistán y muchos otros países.
Descansen en paz las víctimas, y mis recuerdos hacia sus familiares y todos aquellos afectados por la tragedia de ese maldito día, hace ya nueve años.
jueves, septiembre 09, 2010
Suspenso escolar
Vamos a clase. Esta semana han empezado el colegio en algunas regiones y la que viene lo hará en el resto. Las universidades, algo más tardías estarán en marcha para finales de septiembre, por lo que estos son los días en los que todo el mundo utiliza la expresión de “empezar el curso”. Veamos, yo siempre a la contra, como lo acabamos. Se ha publicado el ranking de las universidades del mundo según una encuesta que se elabora a miles de académicos, y este año Cambridge ha superado a Harvard como la mejor.
El resto de los primeros puestos es bastante predecible en nombres, aunque nos equivoquemos en el orden. Allí están Yale, Orfod, el MIT, Princeton, University el College de Londres, el Imperial londinense, Chicago, etc. Un despliegue de autoridad con sólo nombrarlas. Se preguntará uno.. ¿y las universidades españolas? Pues hay que rascar, y mucho, para encontrarlas. Lo primero es que de las 500 universidades catalogadas en todo el mundo diez son españolas, lo que da un porcentaje del 2%. Suena irrisorio. La primera de todas es la Autónoma de Barcelona, en el puesto 173. Luego están la Autónoma de Madrid en el 213, la Complutense en el 269, la Pompeu Harvard de BArcelona (como la llamaba el querido BLL) en el 336 y el resto deben encontrarse viajando perdidas en la más profunda línea de metro. Sinceramente, y en comparación a ediciones anteriores, el ranking no ofrece muchas novedades, al menos en lo que a los centros españoles se refiere. Siempre hacemos el ridículo en este aspecto. Hemos logrado tener un sistema público de acceso universal que garantiza que se puedan estudiar carreras homologadas en todas las ciudades de España pero que expide unos títulos que sirven para poco y que en el contexto internacional no valen mucho. En paralelo existe un sistema de universidades privadas que, si exceptuamos algunas facultades y especialidades (medicina en Navarra parece el ejemplo obvio) tampoco destacan en el mundo docente. Si a esto unimos la supuesta situación económica de España como una de las mayores potencias económicas del mundo, que lo es, la conclusión es desalentadora. Hemos fracasado. No hemos logrado crear un sistema de enseñanza superior competitivo, de elevado nivel, que permita atraer el talento de otras partes del mundo y que se convierta en uno de los pilares de un sistema de investigación y ciencia, aplicada o no, que promueva la I+D+i nacional. Son muchas las causas de que esto sea así, y muy complejas y difíciles de solucionar en el corto plazo. La falta de autonomía universitaria y su siempre deficiente financiación, la nula relación salvo excepciones entre universidad y empresa (de hecho en ciertos ambientes se sigue viendo como algo negativo) la proliferación de facultades por todas partes que sirven para engordar el ego de los gobiernos autonómicos pero no alcanzan el tamaño y nivel necesario para despuntar, las estructuras anticuadas que subsisten en la gestión de muchas universidades, cátedras y departamentos, la falta de importancia que, en general, se le da a la universidad en España y a sus instituciones (¿conocen el nombre de algún rector español? yo sólo uno), etc, etc
Y todo esto en un marco de indefinición de poder y gestión. Ayer saltó el rumor de que la Ministra de Ciencia en Innovación, Cristina Garmendia, quiere dejar el puesto y volverse a la empresa privada, y surgen nuevamente las dudas de si nos cargamos ese Ministerio o no, y de hacerlo donde colocamos los organismos públicos, muy vinculados a las universidades, relacionados con la investigación, si en Industria, educación, etc. Así no es raro que perdamos competitividad en el contexto internacional y eso, como todos supondrán, ni ayuda a salir de la crisis ni nada.
El resto de los primeros puestos es bastante predecible en nombres, aunque nos equivoquemos en el orden. Allí están Yale, Orfod, el MIT, Princeton, University el College de Londres, el Imperial londinense, Chicago, etc. Un despliegue de autoridad con sólo nombrarlas. Se preguntará uno.. ¿y las universidades españolas? Pues hay que rascar, y mucho, para encontrarlas. Lo primero es que de las 500 universidades catalogadas en todo el mundo diez son españolas, lo que da un porcentaje del 2%. Suena irrisorio. La primera de todas es la Autónoma de Barcelona, en el puesto 173. Luego están la Autónoma de Madrid en el 213, la Complutense en el 269, la Pompeu Harvard de BArcelona (como la llamaba el querido BLL) en el 336 y el resto deben encontrarse viajando perdidas en la más profunda línea de metro. Sinceramente, y en comparación a ediciones anteriores, el ranking no ofrece muchas novedades, al menos en lo que a los centros españoles se refiere. Siempre hacemos el ridículo en este aspecto. Hemos logrado tener un sistema público de acceso universal que garantiza que se puedan estudiar carreras homologadas en todas las ciudades de España pero que expide unos títulos que sirven para poco y que en el contexto internacional no valen mucho. En paralelo existe un sistema de universidades privadas que, si exceptuamos algunas facultades y especialidades (medicina en Navarra parece el ejemplo obvio) tampoco destacan en el mundo docente. Si a esto unimos la supuesta situación económica de España como una de las mayores potencias económicas del mundo, que lo es, la conclusión es desalentadora. Hemos fracasado. No hemos logrado crear un sistema de enseñanza superior competitivo, de elevado nivel, que permita atraer el talento de otras partes del mundo y que se convierta en uno de los pilares de un sistema de investigación y ciencia, aplicada o no, que promueva la I+D+i nacional. Son muchas las causas de que esto sea así, y muy complejas y difíciles de solucionar en el corto plazo. La falta de autonomía universitaria y su siempre deficiente financiación, la nula relación salvo excepciones entre universidad y empresa (de hecho en ciertos ambientes se sigue viendo como algo negativo) la proliferación de facultades por todas partes que sirven para engordar el ego de los gobiernos autonómicos pero no alcanzan el tamaño y nivel necesario para despuntar, las estructuras anticuadas que subsisten en la gestión de muchas universidades, cátedras y departamentos, la falta de importancia que, en general, se le da a la universidad en España y a sus instituciones (¿conocen el nombre de algún rector español? yo sólo uno), etc, etc
Y todo esto en un marco de indefinición de poder y gestión. Ayer saltó el rumor de que la Ministra de Ciencia en Innovación, Cristina Garmendia, quiere dejar el puesto y volverse a la empresa privada, y surgen nuevamente las dudas de si nos cargamos ese Ministerio o no, y de hacerlo donde colocamos los organismos públicos, muy vinculados a las universidades, relacionados con la investigación, si en Industria, educación, etc. Así no es raro que perdamos competitividad en el contexto internacional y eso, como todos supondrán, ni ayuda a salir de la crisis ni nada.
miércoles, septiembre 08, 2010
Obama cuesta abajo
Comentaba ayer de pasada algunos de los problemas que afligen a la presidencia de Barack Obama. Y son muchos y serios, tantos que de cara a las decisivas elecciones de Noviembre, a mitad de su mandato, las llamadas allí “mid term lections” las encuestas señalan que los demócratas vana a perderlas. Si así fuera Obama se enfrentaría a unas cámaras controladas por los republicanos, lo que le queda de presidencia sería poco más que un intento de luchar contra ellas y al final tendríamos el síntoma del pato cojo, presidente medio inutilizado, mucho antes de lo debido.
Dos son los principales problemas a los que se enfrenta Obama. Uno es “el problema”, la crisis, que ataca a todos los países y gobiernos. Puede que la economía norteamericana se esté recuperando, pero no crea empleo, y eso hace que las bolsas de marginalidad y descontento crezcan sin parar, y se vea como un fracaso las medidas adoptadas hasta ahora. En este caso a demás salen a la luz las rencillas y peleas que existen en el seno del equipo económico del presidente, y la sensación de descontrol es elevada. En su disculpa se puede decir que el resto de países están igual de perdidos ante la crisis, sino véase sin ir más lejos la incapacidad e indolencia que muestran los políticos españoles, tanto del PSOE como del PP ante este grave asunto. El otro gran problema para Obama tiene nombre festivo pero a veces más parece un aquelarre que un encuentro lúdico. Me refiero al “Tea Party” movimiento republicano de carácter extremo que empezó como una anécdota hace poco más de un año en reuniones de barrio y encuentros poco serios y que se está convirtiendo en un movimiento dentro de la derecha norteamericana que amenaza con absorber al republicanismo tradicional. El nombre de esta facción hace referencia a la revuelta del te que se produjo en el puerto de Boston por parte de los colonos americanos el 16 de septiembre de 1773 (vaya, se acerca el aniversario) y que inició las hostilidades contra los ingleses, en lo que luego acabó siendo la guerra de la independencia. Este grupo tiene como líder suprema a la inefable Sarah Palin, famosa en el mundo entero más por sus meteduras de pata y su caricatura del Saturday Night Show que por ser aspirante a la vicepresidencia republicana hace dos años. Me asombra que un personaje tan incapacitado para la política (y otras muchas cosas) pueda tener tal número de seguidores, pero es así. Hace unas semanas este movimiento organizó una marcha sobre Washington e hizo una exhibición de poder de concentración frente al monumento a Lincoln, algunos de sus candidatos han ganado elecciones locales y pueden llegar a ser gobernadores de estados y, en definitiva, está logrando canalizar parte del descontento que la crisis genera en la población y el malestar con el que muchos acogieron la elección del propio Obama. Situaciones como la vivida estos días con la mezquita de Manhattan o las leyes de inmigración de Arizona, hábilmente explotadas por el Tea Party, son balones de oxígeno a la estrafalaria idea de que el presidente norteamericano es musulmán o cosas por el estilo. Es cierto que a estos dos graves problemas se les deben sumar otros, como la situación en Afganistán e Irán, pero creo que sobre los dos antes explicados gravitarán las elecciones de Noviembre.
Y Obama debe espabilarse mucho si desea recortar la distancia que le separa del triunfo. A ello no contribuye mucho la sensación demócrata de derrotismo que se extiende por las bases, y el que vuelva a haber rumores de que Hillary, ahora mismo por delante de Obama en las encuestas, lo vuelva a intentar en 2012. Me parece precipitado pero no imposible. El equipo de la Casa Blanca tendrá que darle a las meninges estas semanas para tratar de volver a ganarse a su electorado, visto que el de enfrente está más que reacio. El reto es enorme y el tiempo corre. Sólo quedan dos meses.
Dos son los principales problemas a los que se enfrenta Obama. Uno es “el problema”, la crisis, que ataca a todos los países y gobiernos. Puede que la economía norteamericana se esté recuperando, pero no crea empleo, y eso hace que las bolsas de marginalidad y descontento crezcan sin parar, y se vea como un fracaso las medidas adoptadas hasta ahora. En este caso a demás salen a la luz las rencillas y peleas que existen en el seno del equipo económico del presidente, y la sensación de descontrol es elevada. En su disculpa se puede decir que el resto de países están igual de perdidos ante la crisis, sino véase sin ir más lejos la incapacidad e indolencia que muestran los políticos españoles, tanto del PSOE como del PP ante este grave asunto. El otro gran problema para Obama tiene nombre festivo pero a veces más parece un aquelarre que un encuentro lúdico. Me refiero al “Tea Party” movimiento republicano de carácter extremo que empezó como una anécdota hace poco más de un año en reuniones de barrio y encuentros poco serios y que se está convirtiendo en un movimiento dentro de la derecha norteamericana que amenaza con absorber al republicanismo tradicional. El nombre de esta facción hace referencia a la revuelta del te que se produjo en el puerto de Boston por parte de los colonos americanos el 16 de septiembre de 1773 (vaya, se acerca el aniversario) y que inició las hostilidades contra los ingleses, en lo que luego acabó siendo la guerra de la independencia. Este grupo tiene como líder suprema a la inefable Sarah Palin, famosa en el mundo entero más por sus meteduras de pata y su caricatura del Saturday Night Show que por ser aspirante a la vicepresidencia republicana hace dos años. Me asombra que un personaje tan incapacitado para la política (y otras muchas cosas) pueda tener tal número de seguidores, pero es así. Hace unas semanas este movimiento organizó una marcha sobre Washington e hizo una exhibición de poder de concentración frente al monumento a Lincoln, algunos de sus candidatos han ganado elecciones locales y pueden llegar a ser gobernadores de estados y, en definitiva, está logrando canalizar parte del descontento que la crisis genera en la población y el malestar con el que muchos acogieron la elección del propio Obama. Situaciones como la vivida estos días con la mezquita de Manhattan o las leyes de inmigración de Arizona, hábilmente explotadas por el Tea Party, son balones de oxígeno a la estrafalaria idea de que el presidente norteamericano es musulmán o cosas por el estilo. Es cierto que a estos dos graves problemas se les deben sumar otros, como la situación en Afganistán e Irán, pero creo que sobre los dos antes explicados gravitarán las elecciones de Noviembre.
Y Obama debe espabilarse mucho si desea recortar la distancia que le separa del triunfo. A ello no contribuye mucho la sensación demócrata de derrotismo que se extiende por las bases, y el que vuelva a haber rumores de que Hillary, ahora mismo por delante de Obama en las encuestas, lo vuelva a intentar en 2012. Me parece precipitado pero no imposible. El equipo de la Casa Blanca tendrá que darle a las meninges estas semanas para tratar de volver a ganarse a su electorado, visto que el de enfrente está más que reacio. El reto es enorme y el tiempo corre. Sólo quedan dos meses.
martes, septiembre 07, 2010
¿Gastamos o ahorramos?
La crisis sigue. Este ha sido el tercer verano que hemos pasado inmersos en ella y la cosa no mejora. Parece evidente que los políticos y economistas hace tiempo que han perdido el control de la situación e incluso discuten ardorosamente sobre donde nos encontramos. Esta semana en la red bulle un debate intenso y serio sobre qué camino debemos seguir para salir del pozo. Las dos posturas enfrentadas son tan radicalmente distintas que el ciudadano medio estaría perplejo si las viera confrontarse, pero ese debate se elude en los medios de masas.
Por un lado se encuentran los que abogan por salir del agujero gastando más. Su principal abanderado es el premio Nóbel y estrella mediático económica Paul Krugman. Sostiene Krugman que es necesaria una nueva ronda de estímulo financiero y fiscal para poder arrancar el mercado privado, cuyo motor sigue colapsado. De no hacerlo, amenaza, los riesgos de una fuerte recaída son grandes y ve preocupantes paralelismos entre este año 2010 y los anteriores a la segunda guerra mundial, donde el crash del 29 ya había pasado pero la economía mundial seguía sumida en un parón deprimente que no lograba crear el empleo necesario. Justo enfrente están los que defienden las políticas de austeridad, dirigidos por la Comisión Europea y otros economistas y expertos financieros, como Jim Rogers. Este grupo opina que hemos llegado hasta aquí por un exceso de endeudamiento, cosa compartida por Krugman, y que saldremos con una política basada en la austeridad y el ahorro, justo lo contrario de lo que decía el bueno de Paul. Este es el discurso dominante en Europa y es el que desde la Comisión se dicta a los países del euro, y se ve reflejado en medidas como el recorte salarial y la reducción de pensiones que estamos empezando a experimentar en España. Sin embargo ayer Obama presentó un plan de infraestructuras en EE.UU. que parece seguir claramente los dictados del primer grupo de economistas. El plan supone un esfuerzo financiero de 50.000 millones de dólares en varios años para modernizar carreteras, aeropuertos y poner en marcha alguna línea de alta velocidad ferroviaria, infraestructura que aún no existe en Norteamérica. Es importante destacar que Obama hizo este anuncio ayer, día festivo en Estados Unidos por la celebración del, que casualidad, día del trabajo, y que dentro de dos meses se celebrarán las elecciones de mitad de mandato y los demócratas esperan un mal resultado. De todas maneras, y política local a parte, observa el ciudadano estas medidas tan dispares y su asombro y extrañeza no pueden ser mayores. ¿Por qué allí si invierten y aquí recortan obras? ¿Cómo es que los americanos reaccionan inyectando más dinero y los europeos lo retiramos? ¿si ellos están mal, no estamos nosotros peor? ¿Qué es lo correcto? Responder a esa pregunta es una de las cosas más complejas que puede hacerse hoy en día y, como supondrán, no estoy en condiciones de hacerlo. Sin embargo si se pueden apuntar algunos motivos que permiten que ambas políticas se den y los países puedan desarrollarlas, y sean esos los que las hagan y no otros. La base es que Estados Unidos, de momento, puede endeudarse mucho más que el resto de países, y usar esa deuda para gastar dentro.
Sin embargo, otros, como es el caso de España, hemos llegado al límite de nuestro endeudamiento como nación, ya nadie nos presta más, y eso nos fuerza a ahorrar para refinanciar las deudas, como una familia con demasiados créditos. Krugman no podría aplicar en España su política de expansión fiscal, porque la maquinaria no da para ello, y el hecho de que cada país empiece a ir por su lado en la crisis es otro factor de problemas futuros. Se rompe la unidad ante el adversario. En todo caso el debate está abierto y quienes opinan sobre ello son, no tengan dudas, mentes mucho más brillantes que la mía. Habrá que seguirles con atención.
Por un lado se encuentran los que abogan por salir del agujero gastando más. Su principal abanderado es el premio Nóbel y estrella mediático económica Paul Krugman. Sostiene Krugman que es necesaria una nueva ronda de estímulo financiero y fiscal para poder arrancar el mercado privado, cuyo motor sigue colapsado. De no hacerlo, amenaza, los riesgos de una fuerte recaída son grandes y ve preocupantes paralelismos entre este año 2010 y los anteriores a la segunda guerra mundial, donde el crash del 29 ya había pasado pero la economía mundial seguía sumida en un parón deprimente que no lograba crear el empleo necesario. Justo enfrente están los que defienden las políticas de austeridad, dirigidos por la Comisión Europea y otros economistas y expertos financieros, como Jim Rogers. Este grupo opina que hemos llegado hasta aquí por un exceso de endeudamiento, cosa compartida por Krugman, y que saldremos con una política basada en la austeridad y el ahorro, justo lo contrario de lo que decía el bueno de Paul. Este es el discurso dominante en Europa y es el que desde la Comisión se dicta a los países del euro, y se ve reflejado en medidas como el recorte salarial y la reducción de pensiones que estamos empezando a experimentar en España. Sin embargo ayer Obama presentó un plan de infraestructuras en EE.UU. que parece seguir claramente los dictados del primer grupo de economistas. El plan supone un esfuerzo financiero de 50.000 millones de dólares en varios años para modernizar carreteras, aeropuertos y poner en marcha alguna línea de alta velocidad ferroviaria, infraestructura que aún no existe en Norteamérica. Es importante destacar que Obama hizo este anuncio ayer, día festivo en Estados Unidos por la celebración del, que casualidad, día del trabajo, y que dentro de dos meses se celebrarán las elecciones de mitad de mandato y los demócratas esperan un mal resultado. De todas maneras, y política local a parte, observa el ciudadano estas medidas tan dispares y su asombro y extrañeza no pueden ser mayores. ¿Por qué allí si invierten y aquí recortan obras? ¿Cómo es que los americanos reaccionan inyectando más dinero y los europeos lo retiramos? ¿si ellos están mal, no estamos nosotros peor? ¿Qué es lo correcto? Responder a esa pregunta es una de las cosas más complejas que puede hacerse hoy en día y, como supondrán, no estoy en condiciones de hacerlo. Sin embargo si se pueden apuntar algunos motivos que permiten que ambas políticas se den y los países puedan desarrollarlas, y sean esos los que las hagan y no otros. La base es que Estados Unidos, de momento, puede endeudarse mucho más que el resto de países, y usar esa deuda para gastar dentro.
Sin embargo, otros, como es el caso de España, hemos llegado al límite de nuestro endeudamiento como nación, ya nadie nos presta más, y eso nos fuerza a ahorrar para refinanciar las deudas, como una familia con demasiados créditos. Krugman no podría aplicar en España su política de expansión fiscal, porque la maquinaria no da para ello, y el hecho de que cada país empiece a ir por su lado en la crisis es otro factor de problemas futuros. Se rompe la unidad ante el adversario. En todo caso el debate está abierto y quienes opinan sobre ello son, no tengan dudas, mentes mucho más brillantes que la mía. Habrá que seguirles con atención.
lunes, septiembre 06, 2010
A ETA le gusta la letra T
Pues sí que se ha acabado el verano y la actualidad ha vuelto con fuerza… ayer por la mañana ETA emití aun nuevo comunicado declarando una nueva tregua, esta vez sin calificativos, lo que puede ser interpretado como un mero parón o algo más serio. Lo más destacable del vídeo, dentro de su impresentable estética, que si no fuera por lo que son induce a la carcajada, es el tono dorado de las capuchas que llevan, puede que producido por una luz mal orientada o porque ni un triste trapo encontraron estos sujetos para llevarse a la cara.
Quizás el color venga de que tuvieron que comprar las capuchas en un chino, dadas como están las finanzas de la banda. Y es que ETA está en su peor momento de la historia. Acorralada por la seguridad española, desalojada de su santuario francés, descabezada y compuesta por miembros inexpertos, que no llegarían en la vida real ni a becarios de tienda de ultramarinos, con un apoyo social menguante y una imagen de pirados, su existencia es un anacronismo que se antoja estúpido. Decía en el título lo de la letra T porque tregua empieza por T, y treta, trampa y tiempo, también. Las anteriores treguas fueron eso, trampas para darse un respiro, aprovisionarse y volver a la carga, más menguada y débil, pero con un nuevo margen de tiempo. Ahora el objetivo es lograr una imagen buena que les permita llegar, mediante su brazo político o lo que sea, a las elecciones municipales, donde poder presentarse y lograr relevancia en los ayuntamientos, que es el único lugar en el que aún permanece. Desalojada de todos los focos del poder, ETA Batasuna está deshecha, es irrelevante en la sociedad vasca y el conjunto de la española, no cuenta nada y, lo que más les duele, está completamente arruinada. Sólo lo quedan unos pocos ayuntamientos de donde poder robar dinero para su causa, uno de ello el de Elorrio, y si no se presenta en Mayo los perderá, y su asfixia será absoluta. Y eso es lo que hay que hacer. Asfixiarlos sin descanso hasta que ETA haga lo único que le queda por hacer, que es disolverse. A partir de ahí Batasuna, de la mano de EA o de quién desee, puede presentarse a las elecciones con el programa que quiera y sacará más o menos votos, pero no se debe hacer nada que sea una concesión a ETA y ese mundo por dejar una violencia que es incompatible por la democracia. Los terroristas lo saben, y quizás esta vez vayan más en serio que otras, porque nunca han estado tan débiles, y el gobierno vasco esta vez no les va a dar ningún balón de oxígeno. Por de pronto desde ayer no hay atentados “oficialmente” (perdón por la palabra) en el País Vasco y eso es una buena noticia en sí misma, y debe ser el preludio de la Buena Noticia, así, con mayúsculas, que sería la del abandono de ETA. A partir de ahí vendrá el esfuerzo colectivo de cerrar una de las páginas más crueles, absurdas e inmorales de la historia de España, y salvar las cicatrices que aún hoy desgarran a la sociedad vasca, pero eso será después. Antes, los de las capuchas horteras deben juntarse, con otros muchos, en la cola del INEM.
Por cierto, un detalle curioso. ETA ha mandado el vídeo a la BBC, y luego lo ha publicado en su periódico Gara y ha salido en el resto de cadenas. Llama la atención la necesidad que tienen de internacionalizar este asunto para conseguir algo de relevancia mediática, y el fracaso que supone para España, su gobierno, y la política de comunicación, que la sacrosanta BBC les siga llamando grupo separatista vasco, cuando no dudaría en denominarlos terroristas sanguinarios si hubiesen perpetrado en Londres la décima parte de los asesinatos que han ejecutado en Madrid. En fin, nunca ganaremos la batalla de la imagen.
Quizás el color venga de que tuvieron que comprar las capuchas en un chino, dadas como están las finanzas de la banda. Y es que ETA está en su peor momento de la historia. Acorralada por la seguridad española, desalojada de su santuario francés, descabezada y compuesta por miembros inexpertos, que no llegarían en la vida real ni a becarios de tienda de ultramarinos, con un apoyo social menguante y una imagen de pirados, su existencia es un anacronismo que se antoja estúpido. Decía en el título lo de la letra T porque tregua empieza por T, y treta, trampa y tiempo, también. Las anteriores treguas fueron eso, trampas para darse un respiro, aprovisionarse y volver a la carga, más menguada y débil, pero con un nuevo margen de tiempo. Ahora el objetivo es lograr una imagen buena que les permita llegar, mediante su brazo político o lo que sea, a las elecciones municipales, donde poder presentarse y lograr relevancia en los ayuntamientos, que es el único lugar en el que aún permanece. Desalojada de todos los focos del poder, ETA Batasuna está deshecha, es irrelevante en la sociedad vasca y el conjunto de la española, no cuenta nada y, lo que más les duele, está completamente arruinada. Sólo lo quedan unos pocos ayuntamientos de donde poder robar dinero para su causa, uno de ello el de Elorrio, y si no se presenta en Mayo los perderá, y su asfixia será absoluta. Y eso es lo que hay que hacer. Asfixiarlos sin descanso hasta que ETA haga lo único que le queda por hacer, que es disolverse. A partir de ahí Batasuna, de la mano de EA o de quién desee, puede presentarse a las elecciones con el programa que quiera y sacará más o menos votos, pero no se debe hacer nada que sea una concesión a ETA y ese mundo por dejar una violencia que es incompatible por la democracia. Los terroristas lo saben, y quizás esta vez vayan más en serio que otras, porque nunca han estado tan débiles, y el gobierno vasco esta vez no les va a dar ningún balón de oxígeno. Por de pronto desde ayer no hay atentados “oficialmente” (perdón por la palabra) en el País Vasco y eso es una buena noticia en sí misma, y debe ser el preludio de la Buena Noticia, así, con mayúsculas, que sería la del abandono de ETA. A partir de ahí vendrá el esfuerzo colectivo de cerrar una de las páginas más crueles, absurdas e inmorales de la historia de España, y salvar las cicatrices que aún hoy desgarran a la sociedad vasca, pero eso será después. Antes, los de las capuchas horteras deben juntarse, con otros muchos, en la cola del INEM.
Por cierto, un detalle curioso. ETA ha mandado el vídeo a la BBC, y luego lo ha publicado en su periódico Gara y ha salido en el resto de cadenas. Llama la atención la necesidad que tienen de internacionalizar este asunto para conseguir algo de relevancia mediática, y el fracaso que supone para España, su gobierno, y la política de comunicación, que la sacrosanta BBC les siga llamando grupo separatista vasco, cuando no dudaría en denominarlos terroristas sanguinarios si hubiesen perpetrado en Londres la décima parte de los asesinatos que han ejecutado en Madrid. En fin, nunca ganaremos la batalla de la imagen.
viernes, septiembre 03, 2010
El mercadillo del presupuesto
Uno de los temas candentes de este final de año es el de la aprobación de los presupuestos. Aunque no lo parezca esta es la ley más importante de cada año, y la única que es realmente necesaria, porque sin asignar dinero ninguna otra se puede desarrollar. El PSOE no tiene mayoría absoluta en el congreso y necesita votos extra para aprobar las cuentas. CIU, en puertas de la campaña de las autonómicas catalanas, ha dicho que no apoyará, y los partidos de izquierda, furiosos contra las reformas, tampoco.
Así, el apoyo necesario es el del PNV, y está dispuesto a ofrecerlo, pero como se sabe necesario exige mucho, ya que es su oportunidad de salir del ostracismo en el que vive y quedarse con al mayor tajada posible. En ese punto entra en juego el triángulo de fuerzas que gobierna el País Vasco, con un gobierno PSE – PP y unas diputaciones del PNV consentidas tácitamente por un PSE que no quiere desbancar a los nacionalistas con una extensión de su pacto del PP a los entes forales. Y a Patxi López, actual Lehendakari socialista, este juego no le gusta nada de nada. Un lío, como verán. Y encima estos presupuestos son de los más importantes de los últimos años, y no porque vayan a solucionar la crisis, que no pueden, sino porque deben reflejarla. La caja del gobierno está exhausta y las cuentas deben ser muy duras, con recortes impuestos por Bruselas. Si no hubiese acuerdo para aprobar unos nuevos la ley obliga a prorrogar los vigentes, pero en esta coyuntura, y dado que ya fueron falsos en su comienzo, los vigentes presupuestos no tendrían ninguna validez, Bruselas los desautorizaría y el gobierno debería convocar elecciones. Así que aparentemente sólo hay dos alternativas. O bajarse los pantalones (otra vez) ante el PNV o convocar elecciones. Ante panoramas tan deprimentes no me extraña que el ciudadano pase de la política. Si esto fuese un país normal, abocada a una situación de crisis tan grave como la que vivimos, lo lógico sería un gobierno de concentración PSOE – PP y las cuentas se aprobarían por unanimidad y serían las que debieran ser. Pero no, simplificando las cosas esto es una chapuza de país en el que unos incompetentes gobiernan, unos inútiles esperan hacerlo y unos aprovechados tratan de quedarse con los restos de la batalla. Dado que la solución óptima no va a poder ser, se debiera optar por el “second best” o lo mejor entre lo posible. Mi sugerencia es que, sin focos y sin avisar a nadie más que a los implicados, altos cargos del PSOE y del PP se reúnan en secreto un fin de semana de estos y pacten que los presupuestos que va a presentar el gobierno van a ser restrictivos y duros, tal y como demanda Bruselas. En las votaciones habrá algunos congresistas del PP que se sentirán “indispuestos” y no podrán acudir al hemiciclo, con seis o siete bastarían, y por la mínima, y sin ceder nada al PNV ni demandar el voto de CiU, las cuentas saldrían aprobadas en plazo y con la mayoría requerida. Luego se harían los discursos de rigor, de satisfacción del PSOE y de crítica mordaz del PP, y en navidades todos se mandarían tarjetas de felicitación, esta vez merecidas.
Este pacto tendría una segunda cláusula, que sería la convocatoria de elecciones generales para el verano del año que viene, entorno a Julio. Pese a lo mucho que las desea el PP ahora no se pueden hacer, dados los meses, muy duros, que se avecinan, y el gobierno del PSOE está chamuscado del todo. Votando en Julio el nuevo gobierno podría arrancar en septiembre d año que viene y estaría fresco de cara a la gestión de una situación económica que, me temo, será aún peor que la ya horrorosa que nos toca vivir. Señores del PP y del PSOE, se que ni me leen ni les importa lo que diga, pero, por una vez, piensen un poco más allá de la última encuesta. Nos va mucho en ello.
Así, el apoyo necesario es el del PNV, y está dispuesto a ofrecerlo, pero como se sabe necesario exige mucho, ya que es su oportunidad de salir del ostracismo en el que vive y quedarse con al mayor tajada posible. En ese punto entra en juego el triángulo de fuerzas que gobierna el País Vasco, con un gobierno PSE – PP y unas diputaciones del PNV consentidas tácitamente por un PSE que no quiere desbancar a los nacionalistas con una extensión de su pacto del PP a los entes forales. Y a Patxi López, actual Lehendakari socialista, este juego no le gusta nada de nada. Un lío, como verán. Y encima estos presupuestos son de los más importantes de los últimos años, y no porque vayan a solucionar la crisis, que no pueden, sino porque deben reflejarla. La caja del gobierno está exhausta y las cuentas deben ser muy duras, con recortes impuestos por Bruselas. Si no hubiese acuerdo para aprobar unos nuevos la ley obliga a prorrogar los vigentes, pero en esta coyuntura, y dado que ya fueron falsos en su comienzo, los vigentes presupuestos no tendrían ninguna validez, Bruselas los desautorizaría y el gobierno debería convocar elecciones. Así que aparentemente sólo hay dos alternativas. O bajarse los pantalones (otra vez) ante el PNV o convocar elecciones. Ante panoramas tan deprimentes no me extraña que el ciudadano pase de la política. Si esto fuese un país normal, abocada a una situación de crisis tan grave como la que vivimos, lo lógico sería un gobierno de concentración PSOE – PP y las cuentas se aprobarían por unanimidad y serían las que debieran ser. Pero no, simplificando las cosas esto es una chapuza de país en el que unos incompetentes gobiernan, unos inútiles esperan hacerlo y unos aprovechados tratan de quedarse con los restos de la batalla. Dado que la solución óptima no va a poder ser, se debiera optar por el “second best” o lo mejor entre lo posible. Mi sugerencia es que, sin focos y sin avisar a nadie más que a los implicados, altos cargos del PSOE y del PP se reúnan en secreto un fin de semana de estos y pacten que los presupuestos que va a presentar el gobierno van a ser restrictivos y duros, tal y como demanda Bruselas. En las votaciones habrá algunos congresistas del PP que se sentirán “indispuestos” y no podrán acudir al hemiciclo, con seis o siete bastarían, y por la mínima, y sin ceder nada al PNV ni demandar el voto de CiU, las cuentas saldrían aprobadas en plazo y con la mayoría requerida. Luego se harían los discursos de rigor, de satisfacción del PSOE y de crítica mordaz del PP, y en navidades todos se mandarían tarjetas de felicitación, esta vez merecidas.
Este pacto tendría una segunda cláusula, que sería la convocatoria de elecciones generales para el verano del año que viene, entorno a Julio. Pese a lo mucho que las desea el PP ahora no se pueden hacer, dados los meses, muy duros, que se avecinan, y el gobierno del PSOE está chamuscado del todo. Votando en Julio el nuevo gobierno podría arrancar en septiembre d año que viene y estaría fresco de cara a la gestión de una situación económica que, me temo, será aún peor que la ya horrorosa que nos toca vivir. Señores del PP y del PSOE, se que ni me leen ni les importa lo que diga, pero, por una vez, piensen un poco más allá de la última encuesta. Nos va mucho en ello.
jueves, septiembre 02, 2010
Israel y Palestina, otra vez
Ayer en Washington tuvo lugar el encuentro público entre el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y el presidente de la autoridad palestina, Abu MAzzen, en una imagen en la que ambos escoltaban a Obama y que en sus flancos estaba completada con la presencia del presidente egipcio, Hosny Mubarak y el representante del cuarteto para oriente medio, el omnipresente Tony Blair. Bien, ya tenemos en marcha un nuevo intento de proceso de paz en la zona, que como los anteriores, empieza con buenas palabras y gestos pero veremos como acaba.
Esta vez hay una diferencia de matiz, ya que si en ocasiones anteriores el presidente americano y los líderes de la región trataban de pasar a la historia con el acuerdo esta vez Obama ya posee un Premio Nóbel de la paz preventivo, por lo que en vez de ganarlo ahora debe tratar de ganárselo, digámoslo así. Lo que es igual que en todos los procesos anteriores es el número y magnitud de los enemigos que tratan que esto no llegue a ninguna parte. Ya el día anterior al encuentro hubo un atentado de Hamas contra colonos judíos que se saldó con cuatro víctimas mortales, en un claro esfuerzo de torpedear el mismo inicio de las conversaciones. No lo logró, pero era una acción terrorista muy envenenada, que muestra sobre todo la debilidad que posee Abu Mazzen para controlar su posición. El integrismo islámico de Hamas no sólo le ha arrebatado Gaza a la autoridad palestina, sino que le ha restado mucha autoridad, valga el juego de palabras. Siria e Irán, actores fundamentales en la zona, ven con mejores ojos la dureza y convicción de las posiciones de Hamas que las de los palestinos clásicos, y de hecho financian a ese régimen que mantiene Gaza en un estado de esclavitud. Por ese flanco serán continuas las presiones y los atentados para mandar todo a la porra. En el lado israelí Netanhayu parte con la ventaja de que es un miembro del ala dura en la propia Israel, lo que, paradójicamente, le da más fuerza de cara a aceptar lo que se verían como concesiones a la parte palestina. Sin embargo también hay grupos en su bando que tratarán de impedir el cuerdo, especialmente los partidos ultraortodoxos y los movimientos de colonos, y es que creo que la reducción o desmantelamiento de algunas colonias es uno de los pasos que se deben dar de manera obligatoria par poder asegurar un estado palestino mínimamente viable, y no el archipiélago de territorios que ahora existe en Cisjordania. Estos colonos, a su vez uno de los colectivos más atacados por los integristas de Hamas, serán la principal oposición interna dentro de Israel, y darán muchos problemas. A este conjunto de peligrosos elementos internos en ambas partes debemos sumar los externos, que no ven con buenos ojos un posible acuerdo. Entre ellos los principales son los citados Siria e Irán, ya envueltos en propios problemas y generadores de conflictos internacionales a gran escala de enrome peligro, especialmente en el caso persa. Tampoco el complejo de Al Queda vería con buenos ojos un acuerdo, porque es experto en usar el sufrimiento de los palestinos como banderín de enganche para lograr adeptos a su causa. Perdería un gran foco publicitario y estará dispuesta a atentar y destruir lo que haga falta, muy en su línea.
Por lo tanto, la foto de ayer está incompleta. Sólo salen en ella los que, pese a lo que les pueda costar, están interesados y necesitados de llegar a un acuerdo. ¿Cómo acabará esta vez el proceso? Ojala que bien, entendiendo por bien un acuerdo que garantice estabilidad a la zona y ponga las bases para la coexistencia de dos estados, Israel y Palestina, que permita el desarrollo económico y social de la población que allí vive (mejor, malvive). La historia de fracasos de estos procesos es eterna, y pesa mucho, pero alguna vez se tendrá que romper la mala racha. A ver si puede ser esta.
Esta vez hay una diferencia de matiz, ya que si en ocasiones anteriores el presidente americano y los líderes de la región trataban de pasar a la historia con el acuerdo esta vez Obama ya posee un Premio Nóbel de la paz preventivo, por lo que en vez de ganarlo ahora debe tratar de ganárselo, digámoslo así. Lo que es igual que en todos los procesos anteriores es el número y magnitud de los enemigos que tratan que esto no llegue a ninguna parte. Ya el día anterior al encuentro hubo un atentado de Hamas contra colonos judíos que se saldó con cuatro víctimas mortales, en un claro esfuerzo de torpedear el mismo inicio de las conversaciones. No lo logró, pero era una acción terrorista muy envenenada, que muestra sobre todo la debilidad que posee Abu Mazzen para controlar su posición. El integrismo islámico de Hamas no sólo le ha arrebatado Gaza a la autoridad palestina, sino que le ha restado mucha autoridad, valga el juego de palabras. Siria e Irán, actores fundamentales en la zona, ven con mejores ojos la dureza y convicción de las posiciones de Hamas que las de los palestinos clásicos, y de hecho financian a ese régimen que mantiene Gaza en un estado de esclavitud. Por ese flanco serán continuas las presiones y los atentados para mandar todo a la porra. En el lado israelí Netanhayu parte con la ventaja de que es un miembro del ala dura en la propia Israel, lo que, paradójicamente, le da más fuerza de cara a aceptar lo que se verían como concesiones a la parte palestina. Sin embargo también hay grupos en su bando que tratarán de impedir el cuerdo, especialmente los partidos ultraortodoxos y los movimientos de colonos, y es que creo que la reducción o desmantelamiento de algunas colonias es uno de los pasos que se deben dar de manera obligatoria par poder asegurar un estado palestino mínimamente viable, y no el archipiélago de territorios que ahora existe en Cisjordania. Estos colonos, a su vez uno de los colectivos más atacados por los integristas de Hamas, serán la principal oposición interna dentro de Israel, y darán muchos problemas. A este conjunto de peligrosos elementos internos en ambas partes debemos sumar los externos, que no ven con buenos ojos un posible acuerdo. Entre ellos los principales son los citados Siria e Irán, ya envueltos en propios problemas y generadores de conflictos internacionales a gran escala de enrome peligro, especialmente en el caso persa. Tampoco el complejo de Al Queda vería con buenos ojos un acuerdo, porque es experto en usar el sufrimiento de los palestinos como banderín de enganche para lograr adeptos a su causa. Perdería un gran foco publicitario y estará dispuesta a atentar y destruir lo que haga falta, muy en su línea.
Por lo tanto, la foto de ayer está incompleta. Sólo salen en ella los que, pese a lo que les pueda costar, están interesados y necesitados de llegar a un acuerdo. ¿Cómo acabará esta vez el proceso? Ojala que bien, entendiendo por bien un acuerdo que garantice estabilidad a la zona y ponga las bases para la coexistencia de dos estados, Israel y Palestina, que permita el desarrollo económico y social de la población que allí vive (mejor, malvive). La historia de fracasos de estos procesos es eterna, y pesa mucho, pero alguna vez se tendrá que romper la mala racha. A ver si puede ser esta.
miércoles, septiembre 01, 2010
Otra historia empieza en Irak
Ayer por la noche Obama dio el segundo discurso en el marco del despacho oval desde que es presidente. Si el primero tuvo relación con el vertido de BP en aguas del golfo, este se ha centrado en Irak, en el repliegue de las tropas de combate norteamericanas de aquel país y el fin oficial de su presencia, y con ello de la guerra. Ha dicho Obama que es hora de pasar página, es cierto, pero no nos engañemos, aún quedan bastantes capítulos para acabar el farragoso y sucio libro que es Irak, para los norteamericanos y, sobre todo, los propios iraquíes.
Lo que ha quedado claro, nuevamente, es que los americanos son muy buenos ganado guerras, pero que no saben conquistar países. Su ejército es incomparable, imposible de vencer en campo abierto y puede acceder a cualquier parte del mundo en cualquier momento- Esa superioridad es la garantía de la seguridad del país, y ante enemigos como Irak las operaciones de combate se sustancian en pocas semanas de bombardeos y una labor en tierra de laminación. Sin embargo la guerra moderna se ha complicado mucho, y resulta evidente que en estos años de presencia americana en Irak el país no ha estado controlado por los soldados de ese ejército. Sin llegar al desastre que supone la gestión de Afganistán, Irak ha estado años parcelado, con gobiernos más o menos títeres que en su área de influencia trataban de mantener el orden a cambio de dólares que no estaba muy claro donde acababan. El gobierno del país, y los cuerpos de élite americanos, estaban en la llamada zona verde de Bagdad, el barrio del poder, atrincherados, como defendiendo un castillo de ataques más o menos frecuentes. La gestión de la logística del país ha sido mala, con sistemas como el del agua y la electricidad que siguen sin funcionar, y los extremismos islámicos, tanto chiíes como suníes, parecen estar esperando a que el último soldado americano salga por la puerta para empezar a tomar el control del país. La última película ganadora del Óscar “En tierra hostil” muestra a las claras como “controlaban” el país los soldados, que debían usar más medios e inteligencia propia para defender su propia vida que para hacer cualquier cosa por la población local. La imagen que uno obtenía de esa película era la de unos combatientes asustados, una maquinaria militar formidable entrampada en un conflicto para el que no está preparada, ni tecnológica ni, sobre todo, mentalmente, y un país que en todo momento parece a punto de estallar, como los explosivos que un día sí y otro también se colocan en las calles de Bagdad y de otras muchas ciudades iraquíes. Ganarse los corazones locales es la vía más difícil, lenta, pero efectiva y exitosa de lograr una victoria sobre el terreno. En estos años los EE.UU. no han conseguido eso en Irak, e independientemente de que la causa que motivara la guerra no fuera justa, que ya se vió que no lo era, la gestión del conflicto a posteriori ha sido todo un manual de lo que no debe hacerse en estos casos. Los analistas del Pentágono tienen muchas lecciones para aprender de lo que ha sucedido estos años en Irak, y alguna responsabilidad debieran exigir a Rumsfeld, Bremmer y todos los que pensaron que un paseo militar de verano iba a acabar en lo que han sido siete años de infructuosa ocupación.
Ahora los esfuerzos militares de Norteamérica se centran en Afganistán, guerra que hace que a su lado Irak pareza una villa residencial de la costa española. Si el balance iraquí es malo, el afgano es desolador. Se pueden usar muchos resquicios para evitar asumirlo, pero estamos perdiendo la guerra en Afganistán, y sencillamente no podemos permitírnoslo. Y uso el plural porque nosotros, los españoles, también estamos involucrados, aunque es cierto que como meras comparsas de los EE.UU., y de lo que allí suceda saldremos ganando o, me temo, perdiendo.
Lo que ha quedado claro, nuevamente, es que los americanos son muy buenos ganado guerras, pero que no saben conquistar países. Su ejército es incomparable, imposible de vencer en campo abierto y puede acceder a cualquier parte del mundo en cualquier momento- Esa superioridad es la garantía de la seguridad del país, y ante enemigos como Irak las operaciones de combate se sustancian en pocas semanas de bombardeos y una labor en tierra de laminación. Sin embargo la guerra moderna se ha complicado mucho, y resulta evidente que en estos años de presencia americana en Irak el país no ha estado controlado por los soldados de ese ejército. Sin llegar al desastre que supone la gestión de Afganistán, Irak ha estado años parcelado, con gobiernos más o menos títeres que en su área de influencia trataban de mantener el orden a cambio de dólares que no estaba muy claro donde acababan. El gobierno del país, y los cuerpos de élite americanos, estaban en la llamada zona verde de Bagdad, el barrio del poder, atrincherados, como defendiendo un castillo de ataques más o menos frecuentes. La gestión de la logística del país ha sido mala, con sistemas como el del agua y la electricidad que siguen sin funcionar, y los extremismos islámicos, tanto chiíes como suníes, parecen estar esperando a que el último soldado americano salga por la puerta para empezar a tomar el control del país. La última película ganadora del Óscar “En tierra hostil” muestra a las claras como “controlaban” el país los soldados, que debían usar más medios e inteligencia propia para defender su propia vida que para hacer cualquier cosa por la población local. La imagen que uno obtenía de esa película era la de unos combatientes asustados, una maquinaria militar formidable entrampada en un conflicto para el que no está preparada, ni tecnológica ni, sobre todo, mentalmente, y un país que en todo momento parece a punto de estallar, como los explosivos que un día sí y otro también se colocan en las calles de Bagdad y de otras muchas ciudades iraquíes. Ganarse los corazones locales es la vía más difícil, lenta, pero efectiva y exitosa de lograr una victoria sobre el terreno. En estos años los EE.UU. no han conseguido eso en Irak, e independientemente de que la causa que motivara la guerra no fuera justa, que ya se vió que no lo era, la gestión del conflicto a posteriori ha sido todo un manual de lo que no debe hacerse en estos casos. Los analistas del Pentágono tienen muchas lecciones para aprender de lo que ha sucedido estos años en Irak, y alguna responsabilidad debieran exigir a Rumsfeld, Bremmer y todos los que pensaron que un paseo militar de verano iba a acabar en lo que han sido siete años de infructuosa ocupación.
Ahora los esfuerzos militares de Norteamérica se centran en Afganistán, guerra que hace que a su lado Irak pareza una villa residencial de la costa española. Si el balance iraquí es malo, el afgano es desolador. Se pueden usar muchos resquicios para evitar asumirlo, pero estamos perdiendo la guerra en Afganistán, y sencillamente no podemos permitírnoslo. Y uso el plural porque nosotros, los españoles, también estamos involucrados, aunque es cierto que como meras comparsas de los EE.UU., y de lo que allí suceda saldremos ganando o, me temo, perdiendo.
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