Esta noche ha descargado una violenta tormenta sobre Madrid. A partir de la 1:40 de l mañana, por mi barrio, el cielo se ha llenado de rayos y ruido, y sin cesar la descarga sonora y visual, ha empezado a llover con mucha fuerza, y así ha estado durante más de una hora. Y visto lo que ha sucedido en Cáceres podemos considerarnos afortunados. Hoy será un día tormentoso en casi toda España, y más o menos en todas partes se verá un bello espectáculo y en algunos sitios se correrán riesgos. Cosas de la lluvia descontrolada.
Algo similar sucedió ayer en Bruselas, bajo el supuesto refugio del edificio en el que se celebraba el Consejo Europeo, sede que no fue capaz de impedir que la tormenta se desatase en su seno con una violencia similar a la vivida esta noche en Cáceres. Ya ayer señalaba que la bronca iba a ser considerable y que al final Sarkozy ganaría la partida. Lo que no me imaginaba es hasta que punto iba a ganarla, de tal manera que ayer apareció ante los medios todo orgulloso, cargando duramente contra la Comisaria Redding y mostrando un desprecio por Durao Barroso, el Presidente de la Comisión, a la hora de la pose de la foto de familia que es digno de verse. De hecho, sorpresa, contó el presidente francés con el apoyo expreso de todos los presidentes de gobierno, incluido el de un ZP que, conociéndole, parecería más enfrentado a las medidas que desarrolla el gobierno francés. Pues no. Quizás eso que dijo Sarkozy, muy bruto pero muy certero, de porqué los que se quejan de las expulsiones no son los que acogen a los expulsados hizo que cada presidente de gobierno pensara en la reacción de su electorado particular ante la idea de acoger a los rumanos deportados, y en su mente se encendieron las alarmas electorales, y como en Fuenteovejuna, todos a una a favor de Francia (es decir, de cada uno de los estados nacionales) y todos en contra de la Comisión. ZP también, pero es que encima, en la rueda de prensa posterior fue el propio zapatero quien, haciendo una especie de broma, desveló el fondo de todo esto que antes he señalado. A preguntas de un periodista sobre la posibilidad de que los gitanos expulsados puedan trasladarse a otro país de la Unión, por ejemplo España, Zapatero dijo en tono de risa “no des pistas” que, quiere decir, en tono mucho más serio, que no los quiere ver nadie ni en pintura (lo de las encuestas electorales de antes). Así, los gitanos seguirán siendo expulsados de la Francia libre por el mero hecho de serlo, independientemente de que hayan cometido delitos o no, ninguna autoridad europea emitirá queja al respecto, porque llegado el caso todas harán lo mismo, y los editorialistas de la prensa de izquierdas no podrán evitar sentirse traicionados, y con razón, por aquellos que teóricamente debieran defender sus posturas, amparadas en al legalidad europea y en el espíritu de la construcción de la Unión. Pocas veces una cumbre comunitaria ha tenido tanto éxito mediático, y en pocas se ha visto tanto fracaso colectivo, tanta enanez política ante los graves problemas y tamaña dejadez ante el resto de la agenda de trabajo.
¿Qué opina Europa de la crisis económica, los estímulos y al deuda, el Irán nuclear, o temas así? Ni se sabe ni parece importar. Y esto es sólo el principio, recuerden. A medida que la crisis se profundice y las altas tasas de paro se conviertan en permanentes, y la sensación de pobreza y miedo se extienda por el continente veremos más episodios de este tipo. Y es que cuando uno es rico no le importa compartir sus migajas y acoger pobre, pero cuando deja de ser pudiente todos los demás pueden ser rivales. Esto, que es la verdad del asunto, no se lo van a oír ni a Sarkozy, ni a Barroso, ni a Merkel ni, por supuesto, a ZP.
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