viernes, septiembre 10, 2010

Noveno aniversario del 11S

Mañana es 11 de septiembre, noveno aniversario del atentado terrorista que destruyó las Torres Gemelas de Nueva York, que causó cerca de tres mil muertos y que cambió nuestro mundo para siempre. Mañana debiera ser un día para la memoria de las víctimas, su recuerdo y homenaje. Un día para recordar algo triste, humillante e indigno para los humanos. Sin embargo parece que nuevamente la estupidez de algunos y su fanatismo, expresado en el deseo de quemar ejemplares del Corán, se llevan las portadas.

¿Qué es quemar libros sino quemar ideas?
¿Cómo tanta irracionalidad puede seguir existiendo entre nosotros?
¿El horror del 11S no sirvió ni siquiera para convencernos a todos de lo infame que es el fanatismo religioso?

El reverendo Terry Jones, en su sinsentido, encarna perfectamente a aquellos que cogieron los mandos de unos aviones hace nueve años. Él, los secuestradores y los que en muchas partes del mundo se guían por su odio hacia los otros, nombrando a Dios de una manera aberrantemente vana, son los que pilotan todos los días los aviones que se estrellan en mercados y plazas de Pakistán, Osetia, Afganistán y muchos otros países.

Descansen en paz las víctimas, y mis recuerdos hacia sus familiares y todos aquellos afectados por la tragedia de ese maldito día, hace ya nueve años.

2 comentarios:

Nenufar dijo...

Estimado Deivid. Todavia no comprendo tu obcecación-devoción por el 11S. Siendo como es un crimen execrable, te empiezo a ver un poco como FJLS y su fijacion mental con el 11M. Me preocupa.
Sinceramente mi vida no cambió ese día ni lo más mínimo y si tu no lo hubieras mencionado en tu entrada, ni hubiera sido consciente de la efeméride.

David Azcárate dijo...

No es obcecación, sólo que ese acto ha sido el mayor acontecimiento histórico que he vivido en toda mi existencia, y el hecho de usar algo de la mejor tecnología humana, la que permite volar, para destruir una de las mayores obras del esfuerzo humano, las torres gemelas, y matar gente así, me parece de un absurdo y una depravación tal que aún no soy capaz de imaginar, y eso que he estado allí y he visto el hueco. Quizás todo se deba a que estuve antes y las vi en pie... Muchas gracias por el comentario, Nenufar