lunes, octubre 22, 2012

B & B (Bildu & Beiras)


La doble cita electoral de ayer finalmente se ha saldado sin demasiadas sorpresas. Tanto en Galicia como en el País Vasco ganó quien se preveía que lo iba a hacer, el PP y el PNV respectivamente, y por unos márgenes que las encuestas anticipaban, aunque han sido finalmente superiores a lo que señalaban los sondeos, y los que yo personalmente estimaba. Las novedades más reseñables han venido de las segundas líneas, de los partidos que no han ganado, y es que el descalabro del PSOE, enorme, ha generado mucho voto que ha ido a formaciones de izquierda, especialmente en Galicia.

No ha sido ese el caso del País Vasco, donde el PSOE ha bajado lo previsto y el PP también, pero Bildu, heredera de Batasuna, no ha conseguido los resultados que eran de esperar. Con 21 escaños, una enorme fuerza sobre los 75 del parlamento de Vitoria, la formación abertzale se ha quedado por debajo de lo que pronosticaban las encuestas, y mucho peor de lo que señalaban los sondeos a pie de urnas, que en algunos escenarios planteaban un posible empate entre ellos y el PNV. Si uno empieza a hurgar en los votos de elecciones pasadas en las que se presentaron las formaciones que componen Bildu (Eusko Alkartasuna, Aralar y Batasuna en sus múltiples denominaciones) se ve que el total de votos sacado por Bildu es menor que la suma de los votos obtenidos por esas fuerzas en aquellas ocasiones. Es cierto que esas comparativas tienen el lastre del tiempo, porque tenemos que remontarnos cerca de una década para realizar el ejercicio, y desde entonces todo ha cambiado. Lo indudable es que el gobierno PSOE PP en versión PSOE exclusivamente ha terminado y el PNV vuelve a hacerse con la Lehendakaritza. En la campaña tanto Urkullu (PNV) como Mintegui (Bildu) han adoptado un discurso de tono amable y sosegado, y está por ver si lo mantendrán una vez que el gobierno llegue a las manos de un PNV que, seguramente, gobernará en solitario e, imitando la geometría variable que utilizó ZP en la segunda legislatura, se apoyará en quien más convenga a la hora de aprobar las leyes. El espectro no nacionalista sale debilitado en todos sus flancos y con la necesidad de reflexionar sobre cómo detraer voto de una sociedad muy nacionalista, aunque con mucho mayor espectro de lo que parece a simple vista. En Galicia el resultado de los segundos partidos ha sido mucho más interesante. El hundimiento del PSOE ha sido capitalizado por José Manuel Beiras, histórico líder del BNG, del que se separó hace unos meses por discrepancias con la dirección y acabó organizando una coalición de izquierdas que se ha denominado en algunos medios como la Syriza gallega por sus afinidades con al formación radical griega. El resultado obtenido ha sido magnífico, 9 escaños, superando  a la lista oficial del BNG, dotada por ley de espacios electorales en los medios de comunicación públicos, en los que nada se ha dicho (porque no les deja esa estúpida ley) del partido de Beiras. La fragmentación de la izquierda le resta, en agregado, poder a ese espectro político en la cámara de Santiago, pero muestra le existencia de una corriente de fondo que trasvasa voto de un PSOE decadente a nuevas agrupaciones que se acercan a los movimientos sociales de indignados tipo 15M o 25S. Este factor, que ninguna encuesta previó, me parece el más relevante de cara a reflexionar en el futuro. Imaginarse una situación a nivel nacional con un PSOE hundido y una fuerte izquierda que lo iguale o supere, en un escenario carente de mayorías absolutas, nos pondría ante una gestión parlamentaria que nunca hemos vivido en lo que llevamos de democracia, y que, arriesgada, sería sumamente interesante.

… y Feijoó. No, no puedo evitar citar a Feijoó, que ha hecho algo increíble. Puede que sea el único líder europeo que, presentándose a unas elecciones desde que estalló la crisis, no sólo ha vuelto a ganar, sino que ha mejorado aún más sus ya de por si inmensos resultados. La estrella de Feijoó ya es total, su imagen nacional recibió ayer el espaldarazo definitivo, y desde hoy suena como el posible relevo a Rajoy de cara a unas futuras elecciones nacionales. Se decía ayer que el rescate de Rajoy es Feijoó. Yo creo que será más la “r” de relevo que la de rescate, pero el resultado obtenido ayer le permite soñar en lo que quiera. Ha nacido una estrella.

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