miércoles, octubre 31, 2012

Lecciones a aprender de Sandy


Hoy es el primer día después del paso de la tormenta Sandy por la costa este de EEUU. A medida que pasan las horas se adquiere una visión más completa de lo que ha supuesto su impacto, tanto en víctimas mortales, cifradas en unas cuarenta, como en los destrozos materiales, que costará aún bastante tiempo evaluar por completo, y mucho más reparar. Millones de abonados siguen sin luz un día (y noche más) y los servicios públicos, pese a que empiezan a recuperarse, siguen a medio gas. Nueva York trata de arrancar pero el metro continúa medio inundado y algunos de sus aeropuertos hoy abrirán frente a otros que no.

Sandy ofrece muchas lecciones a su paso, pero más allá de las derivadas de la gestión de catástrofes y de cómo el individuo hace frente a la pérdida de sus bienes, quiero centrarme en un aspecto que me parece básico en la cultura del norteamericano, y que creo haríamos bien los habitantes de otros países en aprender, y más en España. Me refiero a su pragmatismo, al sentido práctico de la vida, que impregna casi todo lo que hacen. De manera esquemática (e incorrecta) si algo es útil y rentable, de acuerdo, sino, no. A veces este principio genera problemas serios, pero ante catástrofes y retos nacionales resulta ser un arma decisiva para la reconstrucción. Ayer mismo Obama, acuciado por la carrera electoral y por sus obligaciones presidenciales, se puso al frente de la coordinación de los equipos de búsqueda y rescate, que en breve pasarán a ser de reconstrucción, y ofreció toda la colaboración del gobierno federal. En un gesto que en Europa sonaría a chino, facilitó a los gobernadores el teléfono directo del despacho oval, de tal manera que si alguna agencia u organismo federal, o empresa o quien fuera ofrecía resistencia alguna ante una actuación necesaria le llamasen, para que él mismo obligara al díscolo a volver al redil. También fueron ayer muy comentadas las declaraciones del gobernador de Nueva Jersey, el estado más afectado por Sandy, que tras haber estado reunido con el Presidente le dedicó un montón de elogios por su papel ante la crisis. Y esto es muy importante porque Chris Christie, que así se llama el gobernador, ha sido durante estos últimos cuatro años uno de los mayores azotes republicanos contra Obama, su figura, su presidencia y cualquiera de sus medidas políticas. Tan insistente ha sido que incluso llegó a sonar como posible candidato republicano al inicio del proceso de primarias. Ayer, preguntado por los medios sobre si sus declaraciones iban a resultar perjudiciales, afirmo rotundamente que lo único que le importaba en ese momento era el bienestar y la seguridad de los ciudadanos de su estado, y que Obama estaba haciendo lo que tenía que hacer, y que el resto era política y no interesaba a nadie en lo más mínimo. ¿Se imaginan ustedes algo así en España? ¿Es posible imaginar que un presidente de una CCAA de un partido y el presidente del gobierno, de otro, llegasen a un acuerdo en minutos ante un desastre y se elogiaran mutuamente? No, yo al menos no soy capaz de imaginar esa escena, porque la realidad nos dice que aquí cada uno trataría, en la medida de lo que pudiera, de arrimar el ascua a su sardina, aprovechar el desastre de la manera más ventajosa posible para sus intereses y tratar de endiñarle el muerto (a veces literalmente) al contrario. Muestra de esta patética mentalidad es que de mientras los medios de comunicación españoles ya ayer especulaban sobre a quién beneficiaría el paso de Sandy de cara a las elecciones del Martes que viene, Obama y Christie daban una lección de profesionalidad, seriedad y trabajo en beneficio de su comunidad, lo más importante en ese momento.

Obviamente este comportamiento también lleva consigo un sentimiento de unidad entre los norteamericanos que está a años luz de lo que vivimos en España o en Europa. Ellos saben perfectamente que unidos son más, que juntos son más, y que gran parte de su grandeza y poder como nación proviene de esa férrea unidad entre diversos (et pluribus unum es el lema de su escudo). Mientras, en España no dejamos de perder el tiempo en bizantinas y absurdas discusiones separatistas y en Europa no logramos que el germen de la unidad anide en medio de unas naciones cada vez más separadas y egoístas. Recuerden esto cada vez que traten de comparar algún aspecto de eso que llamamos “Unión Europea” y los EEUU. En otras cosas no se, pero en esto somos incomparables, para desgracia nuestra.

Mañana es fiesta, y como no me cojo puente, aquí estaré el Viernes 2. Abríguense y cuidado en la carretera y con las lápidas….

No hay comentarios: