jueves, octubre 18, 2012

Huele a rescate


En un día dominado en Madrid por los vientos atlánticos que traerán lluvia para hoy y el resto de la semana, se celebra en Bruselas una nueva cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE con la antesala de unos días de tranquilidad en los mercados financieros, con la prima española cayendo ayer por debajo de los 400 y el ibex subiendo nuevamente más de un 2% después del subidón del Martes. Una semana optimista que puede rematarse hoy si la subasta de títulos de deuda del tesoro a largo plazo de esta mañana logra colocarse a un interés controlado.

Todo esto es preludio del rescate, el famoso rescate país, del que todo el mundo habla y del que nadie sabe nada, tan poco se sabe que cada semana se menciona una nueva modalidad del mismo que, con la misma rapidez con la que la anuncian los medios, se difumina pasados los días. Hace unos días fue la “línea de crédito condicionada” y esta semana toca el “rescate virtual” y así hasta que el gobierno solicite oficialmente acogerse a ese programa de ayuda y el MoU correspondiente ponga negro sobre blanco la condicionalidad (dura) que se exigirá a España a cambio de recibir asistencia financiera y de que el BCE compre títulos de deuda en el mercado secundario. Es difícil saber cuándo se va a producir todo esto, aunque todos lo esperamos para antes de final de año. En ese cálculo temporal entran muchas variables, la primera de las importantes es la cumbre europea de hoy, que más allá de los acuerdos públicos que pueda alcanzar sobre materias como la unión bancaria y fiscal (no esperen mucho, ya hubo acuerdos en Junio al respecto y ya ven) debatirá a puerta cerrada el asunto del rescate con, según se dice, posiciones enfrentadas entre los países acreedores, que son los que nos van a rescatar para cobrar sus deudas, y los deudores, España en este caso, sometida a una situación mala o peor, en la que si cae en el rescate se salva de la muerte pero no del dolor. Otra cita importante, para muchos analistas, son las elecciones vascas y (sobre todo) gallegas del Domingo, pero yo las pongo en un segundo plano, porque puede que Rajoy esté nuevamente jugando al irresponsable juego de atrasar decisiones en función de intereses electorales, legítimos, pero muy secundarios en esta coyuntura. Sin embargo ya le salió mal en el caso de las andaluzas y los dirigentes europeos le calaron aquella vez y dudo que le permitieran mantener el juego. Más importante es, a mi entender, la fecha del 6 de Noviembre, elecciones norteamericanas, y no es descartable que hasta que se celebren no se decida nada en Europa para no interferir en ellas. La noticia que ayer publicaba El Confidencial sobre las presiones que Timoty Geithner había ejercido sobre Moody’s para que mantuviera la nota de España y no provocase un temblor financiero que afectase a la campaña de Obama es, de ser cierta, una bomba en todos los sentidos, no sólo por mostrar hasta que punto está viciado el sistema financiero y de valoración de activos, sino sobre todo porque indicaría que la situación de estabilidad y bonanza que se vive en los mercados puede tener una causa artificial por detrás, siendo sostenida por agentes como la FED, el BCE y otros operadores y gobiernos, interesados en que Obama vuelva a ganar las elecciones y, tras ello, se verá que hacemos. Cierto es que si la situación española se descontrola y a Wall Street, sita en máximos, se empieza a derrumbar, la campaña demócrata sufriría mucho y los republicanos encontrarían un arma poderosa para atacar a la gestión financiera del presidente. Por cada día que pasa sin que eso no suceda Obama está más cerca de ganar, dependiendo sólo de sus buenas o malas actuaciones ante un Romney de cartón piedra.

Como verán, una situación muy compleja y un juego a múltiples bandas, propicio para rumores, chascarrillos, intoxicaciones, bulos y demás artimañas dialécticas. Súmenle a ello la claridad con la que se explica el gobierno y el propio Rajoy y realmente poco es lo que sabemos a ciencia cierta, salvo que habrá rescate, tendrá condiciones y su solicitud será, en sí misma, una mala noticia, al ser el reconocimiento nacional de nuestro fracaso económico y nuestra insolvencia. En semanas saldremos de dudas, y veremos a lo que nos enfrentamos. De momento, atentos al Consejo Europeo, a sus declaraciones, acuerdos, silencios y desmentidos, y a la lluvia, que acudirá a rescatar el campo español estos días.

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