jueves, octubre 11, 2012

Lance Armstrong y el timo del dopaje


La USADA, la Agencia de Estados Unidos para la lucha contra el dopaje, ha hecho público un informe de cerca de mil páginas en el que investiga la conducta de Lance Armnstrong y su equipo, el US Postal, durante la época en la que reinaron en las carreteras de todo el mundo. Las conclusiones son demoledoras, y ahorran 999 páginas de análisis. Califica al US postal como, literal, “la mayor y más sofisticada trama de dopaje en la historia reciente del deporte” y describe minuciosamente los hechos que, numerosos testigos mediante, soportan esta dura afirmación. O mucho me equivoco o este será el largo epitafio de la tumba deportiva de Lance.

Y ante esto, que quieren que les diga, me sale la vena rebelde y contracorriente, y no puedo evitar calificar todo esto como una hipocresía de tamaño equivalente a las mil páginas del estudio. Lance ganó, arrasó, durante siete años en el Tour de Francia, y durante esos años, siete, nadie fue capaz de probar que tomaba sustancias dopantes de ningún tipo. Nada. Análisis, contraanálisis y pruebas varias dieron negativo, por lo que las victorias le fueron concedidas y, sostengo, no pueden serle arrebatadas. Junto a él corrieron muchos ciclistas que sí dieron positivo en las pruebas a las que les sometieron, y fueron descalificados de esa o de otras carreras. Revolver ahora lo que sucedió aquellos años no tiene ningún sentido, entre otras cosas porque si miramos las clasificaciones de aquellos Tours el porcentaje de corredores ya descalificados por dopaje supera a los que, en teoría, corrieron limpios. En definitiva, algo absurdo, sin sentido y carente de lógica. Lo que sucede con Armstrong y con el ciclismo es una hipocresía tremenda, y se la voy a explicar de la manera más clara posible. ¿Se dopó Armstrong? Sí, claro, y con él todos los corredores que participaban en las carreras, algunos más y otros menos, algunos de manera más sofisticada y otros de forma más burda. Pero también se dopó Indurain cuando ganó sus cinco Tours, y Romminger, y tantos y tantos ciclistas que tienen un palmarés admirable.. y desde luego se doparon y se dopan a diario deportistas de élite conocidos e, incomprensiblemente desde mi punto de vista, admirados en todo el mundo. Lo que ocurre es que el ciclismo es un deporte practicado por u grupo de “pringados” que no tienen poder mediático ni económico, y el deporte en sí mismo genera unos ingresos muy bajos, menores día a día, por lo que las agencias antidopaje pueden actuar libremente, hacer los controles que deseen a la hora que quieran y pillar lo que haya. Sin embargo, en otros deportes de élite, como el baloncesto, el fútbol o el atletismo, los que lo practican hace tiempo que fueron elevados a categorías para las que el término Dios se queda corto, generan unos ingresos publicitarios de dimensiones mareantes y sus equipos y clubes son inmensas máquinas de poder, presión y generación de caja, y eso los hace intocables. ¿Se dopan Messi o Ronaldo? Por supuesto, y Usain Bolt también, pero si un análisis les sale positivo, por error de la planificación del equipo y entrenadores, no se preocupen, que ya desaparecerá el análisis y, si es necesario, el laboratorio entero. No quiero decir con todo esto que esté a favor del dopaje, no, sino que estoy en contra de la hipocresía de que sólo se controle a unos deportistas y a otro no, y que unos sean vistos como drogadictos y otros como héroes cuando todos ellos recurren a sustancias ilegales para alcanzar registros que, de otra manera, no serían posibles. Bolt siempre correrá más que yo, aunque me ponga ciego de sustancias frente a él, pero los records, que valen muchos millones, no se alcanzan comiendo espaguetis.

Además, en deportes como el fútbol, que hace tiempo a mi entender que se convirtió en un zafio negocio de masas, existe una barra libre absoluta en los comportamientos privados de los que lo practican que les exime de todo control social, con tal de que el Domingo metan goles. Ayer se publicaron unas jugosas declaraciones de un exguardaespaldas de Messi en las que, sin citar nombres, relataba algunas de las orgías y otro tipo de comportamientos antideportivos que jugadores del Barça practicaban sin disimulo alguno a sabiendas de su invulnerabilidad. Estos comportamientos son generalizados en el mundo del fútbol y en otros deportes, sabidos por muchos y ocultados para que el negocio no se resienta. Deplorable, pero no se preocupen, Armstong será lapidado en la plaza pública de los medios y Messi, Cristiano y otros tantos vitoreados nuevamente.

Mañana es festivo nacional (de momento) y el Lunes me lo cojo de vacaciones, así que hasta el Martes 16 no habrá entradas. Disfruten del puente y a ver quién gana el Nobel de Literatura, hoy, Paz, mañana, y Economía el Lunes…

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