Ayer tuvo lugar la primera sesión del debate de investidura, que acabará proclamando a Zapatero como presidente, probablemente en al segunda votación, en la que le basta la mayoría simple. En la que se celebra hoy es necesario sacar una mayoría absoluta y, una vez que los grupos nacionalistas anunciaron su voto negativo o de abstención, se antoja imposible lograrla. De seguir ese calendario, ZP jurará su cargo el Viernes y el Sábado sabremos la composición del nuevo gobierno, qué nervios, qué nervios....
Lo curioso es que en la sesión de ayer muchos más miraban a Rajoy, la oposición, que a Zapatero, el postulado como gobernante. En cierto modo es lógico, porque sea un día u otro el resultado de la votación está claro, y lo más importante del discurso de ZP era ver que medidas anunciaba frente a la crisis que parece que ya está aquí. Frente a eso, Rajoy debía pasar una reválida. Era su primera comparecencia después de la derrota electoral del PP y de anuncios como el de Esperanza Aguirre que, se miren como se miren, son apuestas personales a sucederle. Con parte de su bancada molesta por los últimos nombramientos, Rajoy salía no sólo con los votos en contra del resto de partidos, sino con algunos de los suyos haciéndole una ola engañosa, con intención de ahogarle. Creo que de cara a la galería se salvó, pero la marejada que se mece dentro del PP cada vez es más intensa y profunda. Y es lógico, porque a la supuesta dulzura, han perdido las elecciones. Tras esa derrota Rajoy anunció que empezaría a formar su equipo, muestra de que el anterior no era de su agrado, y el primer gran nombramiento, el de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz parlamentario, ha sido recibido por algunos como una afrenta y ha generado mucha bronca. Acusaba la semana pasada Jiménez Losantos a Rajoy de haber puesto en sus cargos a amigos suyos y gente de confianza. Pues claro, lo normal es que Rajoy, si decide, ponga a gente de confianza de Rajoy, no a gente de confianza de José Bono o de Jiménez Losantos, y quizás porque no escoge a los suyos se enfada. Las críticas que ha lanzado Federico desde su programa sobre Soraya me parecen muy injustas. No conozco a la chica, pero antes de ponerla a parir habrá que ver que tal lo hace (por sus hechos les conoceréis) y eso sin contar alusiones veladas, en este caso no sólo por parte de los medios de Losantos, a su juventud, inexperiencia, papel de mujer, etc. ¿Está detrás de todo esto Esperanza Aguirre? ¿Es Jiménez Losantos un instrumento en manos de la “lideresa” con el que atacar a sus rivales y promocionar su candidatura? ¿Responde todo a una estrategia planificada a largo plazo de asalto y derribo, en el que Losantos y Pedro J. Ramírez, el otro ansioso de poder, llegarán a controlar, aún más, el rumbo ideológico del PP? Bonitas preguntas de muy difícil respuesta.
Creo que Esperanza aspira a presidir el PP, y hace bien. Y quién quiera presidirlo que se presente, lo intente y gane el más votado. Lo ideal sería un congreso democrático de verdad, con varias candidaturas, con programas distintos, y que los afiliados voten a quién más les plazca. Tras su discurso “Espe” está calibrando sus apoyos, viendo si tiene músculo para disputarle el puesto a Rajoy, y si ve que puede lo intentará. Me da la impresión de que Losantos y compañía van más allá de Esperanza, y que están precipitando sus pasos y decisiones. Ya hemos estado cuatro años en el que el argumentario popular no se fijaba en Génova, sino en los estudios de la COPE. Quizás algunos “lideresos” y “lideresas” debieran aprender de los errores pasados. No olviden todos que han perdido las elecciones.
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