Definitivamente el llamado oro negro sigue siendo tan negro como siempre pero cada vez es más oro. Su cotización en los mercados no deja de subir, de una manera alarmante. Ayer el Brent, que es la referencia en Europa, alcanzó los 112 dólares. Parecía un disparate cuando hace pocas semanas se franqueó la barrera de los 100 dólares, pero ahí sigue subiendo, no se si aupado por un dólar débil (San Euro nos está salvando de un desastre) o por una burbuja que afecta a las materias primas y que a saber si acabará derrumbándose sobre nuestras cabezas y arrasará lo poco que quede en nuestras carteras.
Por de pronto, en este oscuro y sucio mercado, algunos ayer hicieron negocio. El anuncio por parte de Repsol de que, junto a la compañía Petrobrás, ha encontrado un enorme yacimiento en Brasil, disparó su cotización e hizo que el Ibex remontase tras varios días de goteo a la baja. Estos anuncios geológicos hay que hacerlos con cautela, porque luego puede que el volumen real explotable no sea tan grande como se ha dicho, pero al menos los accionistas de Repsol ayer tuvieron un gran día de alegría. Y no sólo Repsol. Sacyr, socio de referencia en la compañía petrolera, una inmobiliaria lastrada por problemas y deudas, subió un 12% en un día que casi merece se enmarcado en su histórico de cotizaciones. El brusco movimiento de ayer se presta a muchas interpretaciones, malévolas en su mayor parte. La gran pregunta sería, ¿Cuánta gente conocía que la noticia del yacimiento se iba a dar el Martes por la mañana? O más exactamente, ¿Cuántos lo sabían el Lunes? Resulta obvia suponer que los directivos y personal que estuviese al tanto de los trabajos brasileños de Repsol algo se olían, y es más que probable que reforzasen sus carteras este Lunes, con vistas al empujón del Martes. De hecho Repsol empezó escalando un 12% a primera hora y cerró sesión con una subida del 9,28%. Esta en esa diferencia el volumen de accionistas que ayer realizaron beneficios, y puede que entre ellos se sitúen algunos de los del Lunes. Desde luego es un caso de libro en el que existe un claro riesgo de posible uso de información privilegiada. Ese riesgo sería palmario en caso de que se confirmase que el yacimiento no fuese tal, o tan grande como se anunció. De hecho ya ayer por la tarde Repsol y Petrobrás hicieron un anuncio desinflando algo la noticia, mostrándose más cautelosos y escondiendo la ropa en caso de que hoy el valor descuente parte de lo ganado ayer. Una bajada sería lógica, por la recogida de beneficios asociada, pero un desplome escondería una situación mucho más oscura, más a tono con el producto del que se trata, un apestoso aceite que corre por las venas de nuestra vida casi sin que nos enteremos...
Aunque a veces sí que lo notamos, y de una manera muy prosaica. Yo, que no tengo coche, no estoy inmune ante la subida de la gasolina, así que rezo por vosotros, conductores. El Martes de la semana pasada compré por Internet el billete del autobús Madrid Bilbao y, ante mi sorpresa, había subido 3 euros desde la última vez que lo adquirí, en Semana Santa, tres semanas antes. Eliminando decimales, de los 45 euros de Semana Santa a los 48 euros de este fin de semana va una subida del 6,6%, por no hablar del 1,5 euros de gastos de gestión de compra por Internet, pero eso es fijo. Un 6% al mes no está mal de subida, verdad?. Como sigamos así habrá que empezar a subir Somosierra en bici, y ya no estoy para esos trotes. No se ustedes, pero yo lo veo crudo.
1 comentario:
"..pero yo lo veo crudo"
Genial chiste para acabar. Buen post.
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