Hoy, en segunda vuelta, será elegido Zapatero como Presidente del Gobierno. Ha vendido muy bien el PSOE la idea de que al ser por mayoría simple, sin contar con el apoyo de ningún otro grupo parlamentario, es una elección sin condicionantes, sin hipotecas, con lo caras que están hoy en día. También se pudiera decir que el PSOE está sólo, como se decía del PP en la legislatura anterior. Lo cierto es que, al menos por esta vez, los partidos nacionalistas no han conseguido muchos resultados del debate, si exceptuamos la promesa de publicar las balanzas fiscales de las CCAA, que algún día comentaré.
El morbo está ahora en saber quienes serán los nuevos ministros. Me imagino a mucha gente esperando en casa hoy y mañana, pegados al móvil allá donde vayan, huyendo de los lugares sin cobertura, ansiosos ante la llamada que les pueda señalar con el dedo como los elegidos, o el cruel silencio que les hunda en la sombra, lejos del poder. Algunos nombres, los más importantes, están cerrados. Solbes como Vicepresidente y Ministro de Economía y De la Vega como Vicepresidenta coordinadora y portavoz del gobierno son fijos desde antes de las elecciones. En el resto de casos puede haber movimientos. Muy comentada ha sido la situación de Rubalcaba, después de aquellas declaraciones en las que afirmaba sentirse mayor, y con ganas de cambiar de aires. Algunos medios han afirmado que detrás de esas palabras se escondían sus ambiciones como portavoz, o la posibilidad de alcanzar un Ministerio más tranquilo que el de Interior, marrón donde los haya en este país. También hay rumores interesantes en Defensa, donde, tras la marcha de Alonso al puesto de portavoz parlamentario, pudiera sentarse una mujer por primera vez en la historia. Ha sonado el nombre de Elena Salgado, y el de la actual Secretaria de Estado Soledad López. Para mi lo más interesante de todo es la creación del famosos Ministerio de I+D, de Innovación o similar, donde todo el mundo da por sentado a Miguel Sebastián, y sino a uno de sus pupilos. Este Ministerio agruparía algunas áreas de lo que ahora corresponde a Industria y Educación. Así, el mítico Ministerio de Industria quedaría convertido en un cascarón bastante inútil, y puede que se reconvierta completamente en la nueva entidad. Esto afectaría a mis vecinos de edificio, porque trabajo en un complejo en el que están juntos tanto Economía y Hacienda como Industria. Esos rumores de I+D dicen que áreas pertenecientes a Industria durante esta pasada legislatura, como Comercio, Energía, se integrarían en Economía. Eso daría al Ministerio de Solbes un poder y una influencia enorme, justo lo que no ha tenido en los últimos cuatro años, y que tanto ha solicitado a Zapatero como condición para quedarse. Tanto poder que algunos rescatan al posibilidad de dividirlo en dos, Economía y Hacienda.
De todas maneras, la posibilidad de tener a Sebastián de vecino me produce un cierto morbillo. Después de su desastre como candidato en Madrid su llegada al Ministerio tendría algo de polémica, como de rescate de alguien que no se lo merece del todo. Además, desde allí Sebastián podría hacer que algunos de sus peones, Como David Vegara, actual Secretario de Estado de Economía, ascendieran a puestos de mayor calado (¿Ministro en unos años??). En todo caso, el cambio de Ministros hará que muchos Secretarios de Estado y Directores Generales, mis grandes jefes, empiecen a bailar. El inicio de la solución, mañana.
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