viernes, octubre 30, 2015

Al final, los militares estaban en el fondo del mar

Era lo más probable. Tras un par de días de búsqueda en la zona del supuesto hundimiento, y tras encontrarlo, ayer por fin los buzos o los robots submarinos, no lo se, pudieron ver en detalle el interior de la cabina del superpuma del ejército del aire siniestrado hace ya más de una semana, y confirmaron que los tres tripulantes se encuentran en su interior. Fallecieron, por tanto, en el impacto del aparato y su posterior hundimiento. Ahora toca a las familias de los tres empezar a vivir el duelo que estos días de zozobra se lo han impedido, comenzando por apagar la última llama de esperanza que quedaba en torno a su suerte. Hasta ayer.

En torno a este accidente se ha vivido una situación que, como mínimo, puede calificarse de extraña. Hace ya más de una semana que se produjo, una tarde noche creo recordar, y a las pocas horas del mismo la intranquilidad por el suceso era sustituida por alivio al conocerse que se habían visto las balizas de posición de los tripulantes y que estos habían sido rescatados por un pesquero marroquí que faenaba cerca del lugar del accidente. Susto de los gordos para el ejército y las familias afectadas pero, afortunadamente, sin consecuencias. Pero a medida que pasaban los días a partir de ese momento la situación se volvía cada vez más confusa. Ni rastro ni del helicóptero ni de las supuestas bengalas ni otro tipo de restos. Y sobre todo, ni idea de dónde estaba ese supuesto pesquero que había acogido a los náufragos. Con el paso de las horas y días llegó un momento en el que nada estaba claro, salvo la desaparición de los militares. Fuentes oficiales aseguraban que la información de Marruecos respecto al pesquero era cierta, pero de ser así, ¿dónde estaba? ¿por qué no había comunicado con ningún otro barco su situación y lo sucedido? La hipótesis del secuestro, algo inverosímil, empezó a tomar cuerpo, temiéndose que, pese a ser poco probable, los militares habrían podido caer en manos equivocadas, que les rescataron del agua pero no les devolvieron plenamente a la vida. El asunto empezó a convertirse en un escenario de confusión y nervios, con todas las hipótesis posibles, y con los Iker Jiménez de turno empezando a plantear hipótesis de abducción, zonas de sombra y demás supercherías. Era necesario, por tanto, encontrar el helicóptero hundido y verificar si los tripulantes estaban allí o no. Sólo en ese segundo caso cogerían fuerza las hipótesis surrealistas, especialmente la del secuestro. La mala mar y las tormentas que estos días han azotado a Canarias han complicado mucho las labores de búsqueda. Hace un par de jornadas se encontró la posición del aparato, a una profundidad no muy alta, de unos cuarenta metros, pero en un mar revuelto que impidió, en una primera intentona, saber si la cabina estaba ocupada o no. Ayer se pudo descender nuevamente, y al final lo que se descubrió era tanto lo más factible como lo peor, que es que los tres militares yacían en lo que se había convertido su tumba en el mar. La rueda de prensa del Ministro Pedro Morenés sirvió para dar por terminadas las especulaciones sobre qué es lo que había pasado, y sobre todo lo que no, y puso el punto final a la vida de los militares y a la angustia, esperanzada, de unos familiares que a partir de hoy esperan que los medios desplazados hasta el lugar del accidente puedan recuperar los cuerpos de sus seres queridos para poder despedirse de ellos en condiciones y enterrarlos allá donde deseen.

Lo que le también le toca al Ministerio de Defensa, a la vez que recupera esos cuerpos con cuidado, dado que el mar sigue revuelto y toda operación submarina es, por defecto, arriesgada, es explicar de dónde surgió la información del presunto rescate de los accidentados que ha alimentado todas las especulaciones a lo largo de estos días, y si era una fuente oficial del gobierno marroquí, como se llegó a afirmar, aclarar si todo se ha debido a un error o a algo más grave. Este episodio, que es un trágico accidente, ha vivido momentos de auténtico esperpento informativo, todo el tiempo en base a fuentes oficiales, y alguna explicación debiera de darse, tanto desde Madrid como Rabat, sobre lo que ha fallado en este asunto. No devolverá las vidas a los fallecidos, pero si limpiará la imagen de sus últimos momentos.

Subo a Elorrio este fin de semana y me cojo el Lunes festivo. Nos leemos el Martes 3 de Noviembre, sean felices!!

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