martes, junio 30, 2020

Iglesias y la tarjeta chamuscada


Es curioso como ciertas historias que parecían muy claras y obvias se enredan y acaban por parecer algo muy distinto a lo que prometían. No sólo en las series hay giros de guion inesperados, sino que la realidad también los ofrece. Enrevesa las tramas, sí, pero las hace más atractivas. Lo que parecía una vulgar operación de acoso a un líder político emergente, la luz que guía a Podemos hacia la tierra prometida, el líder supremo Pablo Iglesias, encabezada por el sucio personaje que se esconde tras la denominación de “comisario Villarejo” se está transformando en una historia de muchas aristas en las que Villarejo sigue siento sucio e Iglesias muestra que no le va muy a la zaga en maldad, cosa que no es sorprendente.

Antes de las elecciones de 2019, qué lejos que da eso, el caso de la tarjeta sustraída al móvil de Dina Bousselham, asesora de Iglesias, era sencillo de interpretar, y obvio el rédito político que los morados sacaban del mismo. Una operación de las cloacas para desprestigiar a Iglesias y a su formación para impedirles el ascenso al poder, o si a él llegaban, bloquear su ejercicio. La tarjeta de ese móvil acaba en manos del director del grupo editor de la ya extinta Interviú y éste se la da a Iglesias, que tiene una prueba de cargo para enarbolarla en la bandera de “los de abajo frente a los de arriba”: Con Villarejo de por medio todo es posible y la trama antipodemos es coherente. Electoralmente poco éxito le saca Iglesias a la historia, dado que sus resultados en cada elección menguan, a la par que lo hace el control estalinista de su persona y familia sobre la formación política. Sin embargo en las últimas semanas se han ido conociendo nuevas noticias de este asunto de la tarjeta y el proceso judicial que está abierto al respecto. ¿por qué hay un juez de por medio? La causa se judicializa cuando se descubre que la tarjeta fue entregada finalmente a su dueña deteriorada, destruida por un tercero, en lo que es un delito contra la propiedad de la información. Como se suponía que la tarjeta contenía información privada que afectaba tanto a Bousselham como a Iglesias (vaya vaya, el líder supremo y su corte de admiradoras) el juez abre procedimiento y, entre los perjudicados, incluye a Iglesias, en coherencia con lo que comentaba al principio de la teoría del chantaje de las cloacas. Pero hete aquí que la cosa cambia cuando Bousselham declara ante el juez que fue el propio Iglesias el que le devolvió la tarjeta deteriorada. Vaya, el perjudicado con la carga de la prueba destruida. Eso es más raro. Controlada en todo momento por una abogada de Podemos muy cercana al círculo del líder, Bousselham cambia de versión declarada y busca exculpar a Iglesias, pero el juez ya está mosqueado, y empieza a sentir que la historia no es lo que parecía. Los medios afines a Podemos y sus redes sociales se encuentran ante un problema, y tras algunas vacilaciones, cambian de registro y se dedican a atacar con saña a la versión del juez, manteniendo en todo momento la idea original de las cloacas y que todo es una retorcida versión que trata de incriminar al inocente hombre corriente encarnado en Iglesias. En paralelo, Iglesias crea para Bousselham una web digital de noticias, denominada La última hora, que se presenta como un medio independiente al servicio de la ciudadanía, al que sólo le falta el logotipo arcaico de diseño soviético para ser el Gramma o Pravda en versión hispánica. Día tras día surgen nuevas informaciones sobre el caso, audios de las declaraciones de una Bousselham que se ve acorralada entre el juez y su líder y mensajes en los que se ve connivencias entre la fiscalía e Iglesias.

¿Hubo un intento de chantaje sobre Iglesias por parte de Villarejo y alguien más? Muy probablemente ¿Contenía esa tarjeta material que podía servir para chantajear al líder y Bousselham, y quizás a alguien más? Casi seguro. ¿Actuó Iglesias de manera oscura con esa información durante los muchos meses que tuvo la tarjeta en su poder? Parece que sí ¿Alguien más que todos ellos posee copias de esa información “interesante”? Muy probablemente sí. ¿Es Bousselham la pieza más frágil de la trama y la que ha cometido el error de destaparla? Parece probable. El locuaz Iglesias no dice nada desde hace varios días, y eso como mínimo es muestra de que algo oculta el líder, la luz que guía y señala siempre, sólo, la verdad.

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